PARTIDO REFORMISTA SOCIAL CRISTIANO
(PRSC)
OPOSICION A LA REFORMA FISCAL
(PRSC)
OPOSICION A LA REFORMA FISCAL
Y PROPUESTAS ALTERNATIVAS AL GOBIERNO
Durante los 22 años de los gobiernos reformistas, presididos por el doctor Joaquín Balaguer, siempre logramos mantener bajos los impuestos, fruto de un estricto control de los gastos ordinarios.
Esta sabia práctica administrativa sirvió de estímulo a un proceso de dinamización de la economía privada, lo que a su vez se tradujo en mayores ingresos para el fisco y en un aumento del presupuesto nacional, que permitía que el gobierno invirtiera cada vez más en obras sociales, financiadas con recursos internos.
Sin embargo, este modelo de progreso nacional se rompió en 1996 cuando el PLD y luego el PRD, tomaron las riendas del país, para llevarlo a una situación económica insostenible, con un ahorro interno casi nulo. Durante estos últimos 10 años se han desbordado los gastos corrientes, ha habido una explosión de gastos improductivos. Los dos últimos gobiernos han malgastado centenares de miles de millones de pesos.
Este excesivo gasto ha conllevado al desplome de la inversión. Este proceso negativo se aceleró más en el período 2000 a 2004 y aún mucho más del 2004 al 31 de octubre de 2006.
El gasto corriente del gobierno actual creció en un 25% a septiembre de este año con respecto al mismo período del año anterior. La publicidad de las instituciones del Estado ha aumentado en más de un 130%; la compra de combustible en más de un 100%; el gasto en sueldos en un 19.9%, los viáticos en más de un 80% y las dietas y gastos de representación en más de un 25%.
En los últimos 26 meses, el gobierno del PLD ha recaudado TRESCIENTOS CUARENTA MIL MILLONES DE PESOS (RD$340,000,000,000.00) por concepto de los impuestos que pagamos todos los ciudadanos. Entonces ¿Qué ha hecho el gobierno del PLD con esta sorprendente fortuna? Prácticamente nada. Por eso la población percibe en más de un 90% que hay corrupción en el gobierno y más de un 60% considera que la situación económica del país está mal.
Es decir que durante estos últimos 10 años ha habido un aumento exponencial de los gastos improductivos del gobierno, que ha demandado cada vez mayores aumentos de impuestos. Se ha creado un nocivo círculo vicioso que consecuentemente demanda cada año más impuestos. Si se aumentan los impuestos ahora, sería el quinto incremento en cinco años y medio y el tercero en los dos años del gobierno del presidente Leonel Fernández. Esto elevaría el nivel de impuestos de un 10% del PBI nominal, como lo dejamos los reformistas en nuestra última gestión, a un 20% en este gobierno.
Sin embargo, el nivel real de impuestos, si se aprueba esta nueva reforma fiscal, no crecerá sólo el doble, sino que aumentará de un 28 a 30%, porque habría que añadir que todos los dominicanos pagamos por servicios que deberíamos recibir de parte del Estado, como en otros países, los cuales constituyen “impuestos ocultos”.
El nivel de impuestos sería de más de un 20% porque las escuelas públicas apenas funcionan obligando a la mayoría de los dominicanos a pagar por la educación de sus hijos en colegios privados y porque cuando se enferma algún miembro de la familia hay que buscar recursos para llevarlo a clínicas privadas porque los hospitales públicos son un desastre y no cuentan con los medicamentos y el personal necesarios para atender a los pacientes.
También porque el transporte público es caro e ineficiente y porque un kilo de luz cuesta 25 centavos de dólar comparado con los 12 centavos de dólar en Costa Rica, entre muchos otros servicios por los cuales debemos pagar por la ineficiencia del gobierno del PLD.
Todo esto implica que nuestro nivel real de impuestos crecerá entre 28 y 30%, una carga enorme para la población y una espada de Damocles que se devuelva contra nuestra competitividad como nación.
Los reformistas pensamos que esta nueva carga impositiva es innecesaria porque el gobierno además de los 340 mil millones de pesos que ha obtenido por ingresos fiscales, deberá recibir por la vía de Impuestos Internos de 450 a 500 millones de dólares por concepto de la venta o traspaso de acciones de multinacionales como son los casos de Verizon, la Phillips Morris, Centennial, entre otras, lo cual llevado a la tasa actual equivale a más de 16 mil millones de pesos.
Esta suma astronómica sumada al crecimiento vegetativo de la economía nacional, estimado en unos 12 mil millones de pesos más, le ofrece la posibilidad al gobierno de manejarse adecuadamente sin la necesidad de más impuestos.
El PRSC entiende que es posible propiciar el dinamismo de la economía nacional sin aumentar los impuestos. Los reformistas en 22 años de gobierno demostramos que administramos correctamente el Estado a través de la reducción de los gastos y establecimos el ahorro interno como norma general y una reforma fiscal consensuada por todos los sectores nacionales.
El gobierno, antes que reclamarle más tributos a la población, lo que está obligado a hacer es a racionalizar sus gastos.
El Partido Reformista Social Cristiano se opone a esta nueva escalada de impuestos en el entendido de que resultaría una carga insoportable para la clase media y los sectores más empobrecidos y también resta competitividad a nuestro sector productivo que ya tiene una menguada capacidad competitiva.
Nos oponemos a esta nueva reforma fiscal porque si no se detiene ahora ese círculo vicioso de aumentar cada año los impuestos ¿qué evita que el gobierno del PLD quiera establecer un nuevo incremento el próximo año para que la economía dominicana caiga en una espiral recesiva profunda sin ninguna competitividad como país?
Los reformistas exigimos al gobierno del presidente Leonel Fernández detener el voraz crecimiento de los gastos y hacer una revisión drástica del mismo para que el país marche por un mejor sendero sin castigar más a los sectores productivos, a la clase media y a los pobres.
SALA DE PRENSA PRSC
Director: Roberto Brito
Durante los 22 años de los gobiernos reformistas, presididos por el doctor Joaquín Balaguer, siempre logramos mantener bajos los impuestos, fruto de un estricto control de los gastos ordinarios.
Esta sabia práctica administrativa sirvió de estímulo a un proceso de dinamización de la economía privada, lo que a su vez se tradujo en mayores ingresos para el fisco y en un aumento del presupuesto nacional, que permitía que el gobierno invirtiera cada vez más en obras sociales, financiadas con recursos internos.
Sin embargo, este modelo de progreso nacional se rompió en 1996 cuando el PLD y luego el PRD, tomaron las riendas del país, para llevarlo a una situación económica insostenible, con un ahorro interno casi nulo. Durante estos últimos 10 años se han desbordado los gastos corrientes, ha habido una explosión de gastos improductivos. Los dos últimos gobiernos han malgastado centenares de miles de millones de pesos.
Este excesivo gasto ha conllevado al desplome de la inversión. Este proceso negativo se aceleró más en el período 2000 a 2004 y aún mucho más del 2004 al 31 de octubre de 2006.
El gasto corriente del gobierno actual creció en un 25% a septiembre de este año con respecto al mismo período del año anterior. La publicidad de las instituciones del Estado ha aumentado en más de un 130%; la compra de combustible en más de un 100%; el gasto en sueldos en un 19.9%, los viáticos en más de un 80% y las dietas y gastos de representación en más de un 25%.
En los últimos 26 meses, el gobierno del PLD ha recaudado TRESCIENTOS CUARENTA MIL MILLONES DE PESOS (RD$340,000,000,000.00) por concepto de los impuestos que pagamos todos los ciudadanos. Entonces ¿Qué ha hecho el gobierno del PLD con esta sorprendente fortuna? Prácticamente nada. Por eso la población percibe en más de un 90% que hay corrupción en el gobierno y más de un 60% considera que la situación económica del país está mal.
Es decir que durante estos últimos 10 años ha habido un aumento exponencial de los gastos improductivos del gobierno, que ha demandado cada vez mayores aumentos de impuestos. Se ha creado un nocivo círculo vicioso que consecuentemente demanda cada año más impuestos. Si se aumentan los impuestos ahora, sería el quinto incremento en cinco años y medio y el tercero en los dos años del gobierno del presidente Leonel Fernández. Esto elevaría el nivel de impuestos de un 10% del PBI nominal, como lo dejamos los reformistas en nuestra última gestión, a un 20% en este gobierno.
Sin embargo, el nivel real de impuestos, si se aprueba esta nueva reforma fiscal, no crecerá sólo el doble, sino que aumentará de un 28 a 30%, porque habría que añadir que todos los dominicanos pagamos por servicios que deberíamos recibir de parte del Estado, como en otros países, los cuales constituyen “impuestos ocultos”.
El nivel de impuestos sería de más de un 20% porque las escuelas públicas apenas funcionan obligando a la mayoría de los dominicanos a pagar por la educación de sus hijos en colegios privados y porque cuando se enferma algún miembro de la familia hay que buscar recursos para llevarlo a clínicas privadas porque los hospitales públicos son un desastre y no cuentan con los medicamentos y el personal necesarios para atender a los pacientes.
También porque el transporte público es caro e ineficiente y porque un kilo de luz cuesta 25 centavos de dólar comparado con los 12 centavos de dólar en Costa Rica, entre muchos otros servicios por los cuales debemos pagar por la ineficiencia del gobierno del PLD.
Todo esto implica que nuestro nivel real de impuestos crecerá entre 28 y 30%, una carga enorme para la población y una espada de Damocles que se devuelva contra nuestra competitividad como nación.
Los reformistas pensamos que esta nueva carga impositiva es innecesaria porque el gobierno además de los 340 mil millones de pesos que ha obtenido por ingresos fiscales, deberá recibir por la vía de Impuestos Internos de 450 a 500 millones de dólares por concepto de la venta o traspaso de acciones de multinacionales como son los casos de Verizon, la Phillips Morris, Centennial, entre otras, lo cual llevado a la tasa actual equivale a más de 16 mil millones de pesos.
Esta suma astronómica sumada al crecimiento vegetativo de la economía nacional, estimado en unos 12 mil millones de pesos más, le ofrece la posibilidad al gobierno de manejarse adecuadamente sin la necesidad de más impuestos.
El PRSC entiende que es posible propiciar el dinamismo de la economía nacional sin aumentar los impuestos. Los reformistas en 22 años de gobierno demostramos que administramos correctamente el Estado a través de la reducción de los gastos y establecimos el ahorro interno como norma general y una reforma fiscal consensuada por todos los sectores nacionales.
El gobierno, antes que reclamarle más tributos a la población, lo que está obligado a hacer es a racionalizar sus gastos.
El Partido Reformista Social Cristiano se opone a esta nueva escalada de impuestos en el entendido de que resultaría una carga insoportable para la clase media y los sectores más empobrecidos y también resta competitividad a nuestro sector productivo que ya tiene una menguada capacidad competitiva.
Nos oponemos a esta nueva reforma fiscal porque si no se detiene ahora ese círculo vicioso de aumentar cada año los impuestos ¿qué evita que el gobierno del PLD quiera establecer un nuevo incremento el próximo año para que la economía dominicana caiga en una espiral recesiva profunda sin ninguna competitividad como país?
Los reformistas exigimos al gobierno del presidente Leonel Fernández detener el voraz crecimiento de los gastos y hacer una revisión drástica del mismo para que el país marche por un mejor sendero sin castigar más a los sectores productivos, a la clase media y a los pobres.
SALA DE PRENSA PRSC
Director: Roberto Brito
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