jueves, 4 de enero de 2007

ESPAÑA Y AMERICA LATINA

Zapatero vuelve a poner América Latina en la política exterior

España ha recuperado su propia identidad y el consenso de la política exterior ejecutada desde el inicio de la transición democrática por los gobiernos de Adolfo Suárez, incluso de Leopoldo Calvo Sotelo y de Felipe González.

Los compromisos asumidos en estos casi tres años de gobierno por la diplomacia española contrastan como el día y la noche con la política de subordinación errática de los gobiernos de José María Aznar.

En el caso de la política exterior hacia América Latina, el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero dejó de limitar las relaciones de España a las inversiones corporativas de las grandes empresas.

Al contrario de lo que hicieron los gobiernos del Partido Popular, el gobierno del PSOE decidió desde sus inicios recuperar la tradición de promover acciones políticas, sociales y culturales con la intención de contribuir al desarrollo y afianzamiento, en este caso, de la democracia representativa en los distintos países de la región.

La ausencia de América Latina en la agenda de AznarDurante los ocho años de gobiernos de Aznar, América Latina no figuró en su agenda política de prioridades, salvo como protector exclusivo de las inversiones económicas de empresas españolas, que habiendo sido privatizadas, invertían en servicios de telefonía, gas, petróleo, electricidad o agua en países como Chile, Argentina, Brasil, México o Venezuela.

Una visión estrictamente mercantilista, con formas de ciertas esencias coloniales paternalistas que debilitaron las hasta entonces influyentes relaciones de España con el conjunto de Latinoamérica, más cuando Aznar pretendió presionar a México y Chile, con un ruidoso fracaso, para que votaran a favor de la invasión de Irak en el Consejo de Seguridad de la ONU, cosa que no hicieron ni el conservador Vicente Fox ni el progresista Ricardo Lagos.


Los cambios de Rodríguez Zapatero

La intensa actividad política y diplomática desplegada por el Ministro Miguel Ángel Moratinos y su equipo contrasta con la política de sus antecesores del PP.

El apoyo decidido a las reformas institucionales de gobernabilidad, la contribución al mayor crecimiento de las economías latinoamericanas, la explícita defensa de los derechos humanos, la mediación en conflictos como el de Colombia, la presencia de tropas de interposición en Haití, el respeto a la soberanía política de cada país, el despliegue cultural de España en la región y la muy significativa aportación de recursos por parte de la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI) son hoy ejes muy visibles de una acción política que refuerza el papel central multilateral y bilateral de nuestro país en la por fin denominada Comunidad Iberoamericana de Naciones.

La revisión del sistema de cumbresLa iniciativa de modificar el sistema de cumbres de Jefes de Estado y de gobierno iberoamericanos, a partir de Salamanca 2005 y por segunda vez en Montevideo 2006, con la incorporación a los debates previos de organizaciones sociales, sindicatos y empresarios, abre nuevos espacios de participación social con una mayor proximidad entre gobernantes y gobernados.

Y del mismo modo, la creación de la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB) -con sede en Madrid, con compromiso del gobierno español y con el liderazgo contrastado de Enrique Iglesias- supone una mayor concertación y coordinación de las políticas prioritarias para la corrección de las enormes desigualdades sociales en América Latina.

Una secretaría de Estadp para IberoaméricaEl gobierno de Rodríguez Zapatero tomó la decisión de crear una Secretaría de Estado específica para Iberoamérica en éste caso con una clara vocación política e institucional, diferenciada aunque cohesionada con las decisiones de la Secretaría de Estado de Cooperación Internacional.

La cooperación internacional al desarrollo impulsada desde España a América Latina por medio de la AECI, se ha transformado en una herramienta muy útil para modificar las condiciones de vida de los ciudadanos latinoamericanos más desfavorecidos.

Protagonismo políticoEspaña ha recuperado hoy el protagonismo político y diplomático que nunca debía haber perdido en América Latina.

La política exterior de España es de nuevo reconocida por gobiernos de muy distinto color político: de Álvaro Uribe a Tavaré Vázquez, de Felipe Calderón a Michelle Bachelet, de Néstor Kirchner a Hugo Chávez o de Lula da Silva o Evo Morales a Manuel Zelaya o Antonio Saca.


Antoni Traveria es periodista y Director General de la Fundación Casa América Catalunya

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