Los hogares dominicanos de las zonas urbanas utilizan el agua embotellada como su principal fuente de agua potable, el doble del nivel de 1996.
A partir de mediados de los años 90 en la República Dominicana se ha producido una decreciente calidad del agua a que tiene acceso la población, según el informe del Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) sobre la pobreza en el país.
Ante esa situación, menos de un cuarto de los hogares reporta el agua de la llave como su principal fuente de agua potable, según el informe, que se apoya en datos de la encuesta ENCOVI.
Ante esa situación, el 60% de los hogares dominicanos de las zonas urbanas utiliza el agua embotellada como su principal fuente de agua potable, el doble del nivel de 1996.
En cambio, en la zona rural sólo el 27% de la población tiene en el agua embotellada su principal fuente de agua potable.
En estas zonas el agua de la llave, la lluvia y el agua de manantial representan las principales fuentes de agua potable.
El informe indica que la proporción de los hogares urbanos con acceso a agua corriente se redujo de 84% en el 2000 a 80% en el 2004, mientras que la proporción de hogares rurales aumentó a 51% en el 2006, desde 46% en el 2000.
El informe llama la atención sobre el hecho de que "los hogares rurales con agua corriente reciben ligeramente más días de agua a la semana que los hogares urbanos (3.5 versus 3), lo que permite destacar los efectos significativos de la sobrepoblación en la red urbana conectada a acueductos".
Asimismo, el informe plantea que el acceso al agua se redujo ligeramente en los hogares en los quintiles más pobres entre el 2000 y el 2004, y cambió poco para los hogares de la clase medias y más ricos.
"De los hogares con agua corriente, el quintil superior recibe medio día efectivo m{as que el quintil inferior (3.6 versus 3), lo que explica que los hogares de mayor poder adquisitivo tengan que auxiliarse en el suministro privado de agua (por ejemplo, camiones cisterna)", señala el informe.
No obstante, indica que la cobertura de agua aumentó a través de las regiones, excepto en el Suroeste, donde se registró una reducción del 30% entre el 2002 y el 2004, probablemente relacionada con los efectos del huracán Jane.
Esto este cuadro se modificaría una vez se termine el acueducto que se construye actualmente en esa región. En el informe también se señala que existen diferencias regionales mas entre los hogares con agua corriente, donde la región Norte-Central recibe el doble de días efectivos que la región Noroeste.
Esta situación está cambiando en el Noroeste con el acueducto que se construye en esa región, en sus diferentes etapas.
A partir de mediados de los años 90 en la República Dominicana se ha producido una decreciente calidad del agua a que tiene acceso la población, según el informe del Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) sobre la pobreza en el país.
Ante esa situación, menos de un cuarto de los hogares reporta el agua de la llave como su principal fuente de agua potable, según el informe, que se apoya en datos de la encuesta ENCOVI.
Ante esa situación, el 60% de los hogares dominicanos de las zonas urbanas utiliza el agua embotellada como su principal fuente de agua potable, el doble del nivel de 1996.
En cambio, en la zona rural sólo el 27% de la población tiene en el agua embotellada su principal fuente de agua potable.
En estas zonas el agua de la llave, la lluvia y el agua de manantial representan las principales fuentes de agua potable.
El informe indica que la proporción de los hogares urbanos con acceso a agua corriente se redujo de 84% en el 2000 a 80% en el 2004, mientras que la proporción de hogares rurales aumentó a 51% en el 2006, desde 46% en el 2000.
El informe llama la atención sobre el hecho de que "los hogares rurales con agua corriente reciben ligeramente más días de agua a la semana que los hogares urbanos (3.5 versus 3), lo que permite destacar los efectos significativos de la sobrepoblación en la red urbana conectada a acueductos".
Asimismo, el informe plantea que el acceso al agua se redujo ligeramente en los hogares en los quintiles más pobres entre el 2000 y el 2004, y cambió poco para los hogares de la clase medias y más ricos.
"De los hogares con agua corriente, el quintil superior recibe medio día efectivo m{as que el quintil inferior (3.6 versus 3), lo que explica que los hogares de mayor poder adquisitivo tengan que auxiliarse en el suministro privado de agua (por ejemplo, camiones cisterna)", señala el informe.
No obstante, indica que la cobertura de agua aumentó a través de las regiones, excepto en el Suroeste, donde se registró una reducción del 30% entre el 2002 y el 2004, probablemente relacionada con los efectos del huracán Jane.
Esto este cuadro se modificaría una vez se termine el acueducto que se construye actualmente en esa región. En el informe también se señala que existen diferencias regionales mas entre los hogares con agua corriente, donde la región Norte-Central recibe el doble de días efectivos que la región Noroeste.
Esta situación está cambiando en el Noroeste con el acueducto que se construye en esa región, en sus diferentes etapas.
Salud Pública cierra diez envasadoras de agua
Salud Ambiental carece de un equipo técnico que se encargue del control y vigilancia de las procesadoras de agua
Santo Domingo. Por operar en condiciones sanitarias inaceptables, la Secretaría de Salud cerró en forma definitiva 10 envasadoras de agua que se dedicaban a la venta del líquido a granel en distintos puntos de la capital.
Mientras, el departamento de Salud Ambiental de la cartera mantiene bajo evaluación otras 10 plantas procesadoras.
Luego de una inspección hecha a seis empresas dedicadas a vender agua en camiones, las autoridades ordenaron su clausura por no cumplir con las condiciones de higiene necesarias, y por carecer del registro sanitario que les autoriza operar el negocio.
Entre las envasadoras cerradas están Anabela, Oriana, Ric, Agua Relámpago, Agua Adis, Agua Yireh, Agua del Mar y Aguamán.
Las cuatro primeras están ubicadas, respectivamente, en Los Mina, urbanización Tropical del Este y en las avenidas Las Américas y Jacobo Majluta. Las demás funcionan en los Guarícanos, Villa Mella y Sabana Perdida.
Un informe dado por a conocer por Luis Morilla, encargado de operaciones de la entidad, dice que un estudio microbiológico determinó que el agua distribuida por las plantas cerradas estaba contaminada, y que las envasadoras carecían de equipos y registro sanitario para operar. Las áreas donde operan la mayoría de las plantas que venden agua a granel están ubicadas en San Isidro, Boca Chica, Las Américas, ensanche Ozama, Isabelita, Los Mina, y Villa Mella. En lo concerniente al ensanche Ozama y Los Mina, denominada área II, el informe establece que la vigilancia sobre el control del agua es casi nula.
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