viernes, 25 de julio de 2008

Robert Williams: 422 años de cárcel para el violador de una estudiante de periodismo

NUEVA YORK._ Robert Williams en primer plano a la izquierda y a la derecha cuando era conducido al camión que lo llevó a una prisión de 422 años.


NUEVA YORK._ Apodado “El Monstruo” por los fiscales y los medios de comunicación de Nueva York, Robert Williams, un hombre de la raza negra y de 31 años de edad, fue sentenciado ayer por un juez a 422 años de cárcel por el secuestro, violación sexual, torturas y sodomía contra una estudiante de periodismo de la universidad de Columbia.
El acusado, convicto por decisión de un jurado durante un tórrido que terminó a comienzos de mes y en el que la estudiante relató al panel los terroríficos momentos que vivió estando bajo las torturas de Williams, fue condenado por la jueza Carol Berkman de la Corte Suprema de Nueva York, quie le dijo al imputado que merecía más años de cárcel.
“La parte demandada por su propia conducta, ha perdido su derecho y su esperanza a la libertad”, añadió la jueza al confrontar a Williams durante la lectura de la pena, que es posiblemente la más alta de la historia en un caso de esa naturaleza.
“Usted es un monstruo sexual y no merece regresar nuevamente, ni jamás en lo que le resta de vida a nuestras calles”, le espectó la jueza al culpable.
Aclaró la funcionaria judicial que deseaba imponerle más años a Williams, pero debe seguir las reglas, “a pesar de que él ha demostrado desde el comienzo del juicio su desdén por el proceso judicial.
Williams, tuvo que ser arrastrado a la fuerza a la sala de justicia para que pudiera escuchar la sentencia y no mostró ninguna emoción al oír la perorata de la jueza Berkman.
Encadenado y sentado en la mesa de la defensa, Williams cubría su rostro con unos guantes domésticos para evitar que alguien lo mirara de frente y a la cara.
“Estamos seguros al decir que la persona que tenemos hoy ante sí es un monstruo sádico y brutal”, dijo por su parte la fiscal Ann Pruty acerca del convicto.
La estudiante que no estuvo presente en la lectura de la sentencia escribió una carta a la jueza en la que le pedía la pena máxima para Williams. “Todo lo que pedimos es que se le imponga una sentencia apropiada para el crimen que contra mi cometió que asegure que no vuelva a tener libertad nunca más y así no volverá a herir a nadie de nuevo”, dice la carta.
La jueza dijo que toda persona decente que acudió al juicio y escuchó el testimonio de la víctima, quedó extraordinariamente impresionada por su valentía, inteligencia y suerte al escapar de la muerte que le propiciaba el sentenciado y al exponer el rostro del horror que “este acusado le infligió a ella”.
Williams fue condenado por un jurado que estaba integrado por ocho hombres y cuatro mujeres en junio y fue convicto de 43 de los 44 cargos que pesaban en su contra entre los que figuraban intento de asesinato, secuestro, incendio intencional, violación, sodomía y robo.
La estudiante tiene 23 años de edad y declaró en el juicio que ella siempre tuvo miedo de que no sobreviviera a la pesadilla. Williams la asaltó cuando la encontró en el pasillo del edificio del sector Hamilton Heigths en Manhattan, la obligó a entrar al apartamento. El ataque ocurrió el 13 de abril del 2007.
Antes de atacarla, el convicto la siguió en el elevador y después de amarrarla con sábanas, darle a beber Drano una bebida casi letal que quita el conocimiento instantáneamente, le selló los labios con el producto conocido en Estados Unidos como “Crazy Glue” (Pega Loca), le cortó el pelo, le ponía otra sustancia en los ojos para tratar de cegarla, le echó agua hirviendo y rebanó sus párpados.
Después la violó repetidas veces y posteriormente antes de huir prendió fuego a la vivienda antes de huir de la escena. “Pensé que después que se robó todas mis cosas me dejaría en paz y se iría”, dijo la estudiante durante el juicio.
Pero por unas 19 horas, Williams, se gozó sodomizando a su víctima que le pedía que no la matara. “Si Robert Williams sale libre algún día, alguien de seguro va a morir en algún lugar, es por ello que solicito a la honorable jueza imponerle la mayor pena posible que evite que vuelva a las calles”, reclamó la fiscal en la audiencia de ayer.
Empero, Williams podría ser elegible para libertad condicional cuando cumpla 50 años en la cárcel y tendría 81 años de edad. Aún así, la fiscal dijo que la Junta de Libertad Bajo Palabra debe en ese momento, recordar todas las monstruosidades cometidas por el sujeto.
“Este es un hombre muy peligroso que no toma en cuenta ni la seguridad de otros, ni las normas judiciales”, agregó la fiscal. El abogado del condenado Arnold Levine insistió en que su defendido está “mentalmente perturbado” y pidió clemencia.
Sin embargo, el mismo abogado dijo que nada de lo que podía decir, podría mitigar el delito cometido por su cliente, pero anunció que apelará la sentencia “para darle la esperanza de que algún día podría salir de la cárcel”.
Y pidió a la jueza “déle alguna esperanza de que saldrá algún día, es al ser humano al que debemos tomar en cuenta”. Su argumento cayó en oídos sordos.

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