martes, 8 de julio de 2008

EL G-5 EN REUNION DEL G-8
Brasil, China, India, México y Sudáfrica claman por solución urgente a crisis alimentaria

SAPPORO, Japón (AP).-Las Naciones Unidas deben intervenir para solucionar la crisis desatada por el aumento generalizado en los precios de los alimentos, señaló el martes el Grupo de los Cinco países emergentes (G-5), en la declaración posterior a su encuentro en esta ciudad japonesa.
"El alza en los precios globales de los alimentos representa un nuevo desafío para la lucha contra la pobreza y el hambre", dijo el presidente de México, Felipe Calderón, al leer la declaración conjunta de su país, Brasil, China, India y Sudáfrica. "El mundo produce suficientes alimentos, pero no suficientes personas tienen acceso a éstos. Convocamos a la comunidad internacional a vislumbrar mejores formas y medios de producir y distribuir alimentos".
El Primer Ministro canadiense Stephen Harper; el Presidente italiano Silvio Berlusconi; son el Presidente de Rusia, Dmitri Medvedev; El presidente de EEUU,George W. Bush; el Primer Ministro japonés Yasuo Fukuda; el Presidente francés Nicolas Sarkozy; la canciller alemana Angela Merkel; el Primer Ministro británico, Gordon Brown y el Presidente de la Comisión Europea José Manuel Barroso.
(Foto AP /Tom Hanson)El G-5, que también pidió acciones inmediatas para combatir el cambio climático, llevará estas y otras exigencias a su reunión ampliada con el Grupo de los Ocho países más industrializados del mundo, que se realizará el miércoles.
El gobierno mexicano ha debido declarar subsidios a varios productos básicos, desde los combustibles hasta los cereales, incluido el maíz, que es la base de la alimentación en el país, ante los aumentos registrados en todo el mundo durante los meses recientes. En otros países, principalmente de Asia y Africa, la situación ha llevado a protestas y a temores de inestabilidad política.
"Es necesaria la intervención de la comunidad internacional para desarrollar con urgencia mecanismos útiles para hacer frente al alza de los precios y asegurar las previsiones de desarrollo", añadió Calderón, quien leyó la declaración en su calidad de coordinador del encuentro del G-5, realizado en Sapporo, en la isla septentrional japonesa de Hokkaido, y a unos 150 kilómetros de Toyako, donde se reúne el G-8 desde el lunes.
Varios expertos atribuyen el fenómeno al aumento de los precios del petróleo, la mayor demanda, las condiciones meteorológicas extremas, la producción intensificada de biocombustibles y la especulación del mercado, entre otros factores.
Pero en el encuentro del G-5, el presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva descartó que la producción de biocombustibles sea responsable por el alza generalizada de productos como el maíz o el trigo.
Por su parte, el mandatario chino Hu Jintao consideró injusto culpar a los países con las mayores poblaciones del mundo por este problema.
En cambio, todos coincidieron en que los aumentos afectan particularmente a los países más pobres, por lo que instaron al G-8 a aumentar la ayuda de emergencia "a la brevedad".
"Nuestros cinco países son todos grandes productores y consumidores de cereales", añadió Hu, quien destacó que hace falta aumentar la cooperación en aspectos prácticos como la siembra, combate de plagas y acumulación de reservas de granos.
En materia de cambio climático, el G-5 consideró que los países más dessarrollados del mundo no están haciendo lo suficiente para enfrentar el problema, y consideraron que resultaría injusto dejar a las naciones emergentes esa responsabilidad.
"El G-5 enfatiza que no debe cargarse la responsabilidad a los países en desarrollo lo que es una clara e ineludible responsabilidad de los países desarrollados que deben asumir el liderazgo en este tema", dice la declaración. "Es esencial que los países desarrollados asuman el liderazgo para lograr reducciones ambiciosas y absolutas de las emisiones de gases con efecto invernadero".
En el documento, Calderón, Lula, Hu, el primer ministro indio Manmohan Singh y el presidente sudafricano Thabo Mbeki convocaron al G-8 a reducir su generación de gases invernadero al menos entre 20 y 45% para el 2012, en comparación con los niveles de 1990. Para el 2050, el decremento en las emisiones debería llegar a entre 80 y 95% "respecto a los niveles registrados en 2020".
También el martes, en Toyako, el G-8 acordó la reducción de los gases invernadero a la mitad para el 2050, pero enfatizó que todos los grandes generadores de estos contaminantes, incluidas China e India, deben unirse al esfuerzo para combatir el calentamiento del planeta.
El G-8 está formado por Japón, Estados Unidos, Gran Bretaña, Alemania, Rusia, Francia, Canadá e Italia.
En la reunión del miércoles, entre el G-8 y el G-5 --el llamado "grupo ampliado"-- participarán también como invitados Indonesia, Corea del Sur y Australia.

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