martes, 4 de noviembre de 2008

Iberoamérica busca proteger logros sociales amenazados por la crisis

SAN SALVADOR (AFP) — La cumbre iberoamericana realizada en San Salvador consiguió el consenso de los mandatarios de 22 países de la región sobre la necesidad de que su voz sea tenida en cuenta a la hora de buscar salidas a la crisis económica mundial, que amenaza con provocar severos efectos sociales en la zona.
Pese a las discrepancias que se presentaron durante los tres días de deliberaciones en San Salvador sobre si la crisis debe generar una reforma de la arquitectura financiera mundial, los mandatarios subrayaron la necesidad de proteger los programas sociales, como paraguas para paliar sus efectos.
"Debemos trabajar en evitar un desplome social", dijo el presidente anfitrión, Antonio Elías Saca, el viernes, al término del encuentro que había iniciado el 29 de octubre, al señalar que la crisis reactivará "el rol del Estado en el bienestar de sus ciudadanos, a través de políticas sociales responsables".
La capacidad, particularmente de los estados latinoamericanos, para no retroceder en los logros contra la pobreza y la protección de los más pobres estará sin duda a prueba durante los próximos meses, antes de la realización de la XIX Cumbre Iberoamericana que tendrá lugar en Portugal. "El reto será mostrar cómo una región que ha logrado avances en la lucha contra la desigualdad es capaz de mantenerlos", comentó a AFP Luis Alberto Moreno, presidente del Banco Interamericano de Desarrollo.
Y es que tras los últimos años de crecimiento sostenido, la región había logrado avances en temas educativos, de salud e inversión, que aunque insuficientes significaban una mejora en el bienestar de los 600 millones de pobladores de los 22 países, especialmente los latinoamericanos.
Para Moreno, la crisis financiera provocará un revés en el flujo de inversiones a la región que había llegado a una cifra por encima de 100.000 millones de dólares en 2007 y creará numerosos dolores de cabeza para la financiación de los Estados y las empresas. "Ese será nuestro reto", comentó el director del BID. Una tarea en la que deberán trabajar tanto los gobiernos como los organismos multilaterales de la región.
El presidente colombiano, Álvaro Uribe, señaló que lo importante "es que no se le pase la factura de la crisis a los más pobres", en referencia a la necesidad de proteger programas de educación, salud y vivienda. "Tenemos necesidades inaplazables de gasto y es una injusticia que lleguen a tener que aplazarlas por esta crisis", apuntó.
El documento final de la XVIII Cumbre Iberoamericana subrayó esta idea, al señalar la necesidad de "tomar las medidas necesarias para proteger el empleo y la inversión, garantizar la disponibilidad de financiamiento para las actividades productivas".
Por lo pronto la voz cantante de la región la tendrán Argentina, Brasil y México, que estarán en Washington como miembros del G20, donde serán los encargados de llevar la posición iberoamericana a la reunión en la que se examinaran las las alternativas para afrontar la crisis originada en Estados Unidos y Europa

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