jueves, 26 de febrero de 2009

Juan Morales, ex portavoz y candidato a la presidencia del PP de Asturias en el último congreso regional. / JESÚS DÍAZ

«Desde el PP nacional alguien debería intervenir en este proceso»
«El PP necesita la mayoría absoluta en Asturias y no debe marginar a nadie»
«Nadie de la dirección tiene categoría como para impedirme seguir»
«Si el proceso de congresos locales está viciado, da igual presentar listas»«Lo que están haciendo con las juntas locales es una purga que demuestra su falta de talante y de democracia interna»
«Un aviso a Pilar Fernández Pardo: tarde o temprano irán contra todos los que hayan mantenido discrepancias»
Después de unos meses de silencio tras su derrota en el congreso regional del PP, Juan Morales se ve de nuevo en primera línea de la política como líder del sector crítico de los populares, aunque no tanto por iniciativa propia como por la necesidad de responder a las últimas decisiones de la dirección del partido, sobre todo la intervención de varias juntas locales que eran afines al ex portavoz parlamentario. Morales no se anda con miramientos a la hora de lanzar sus invectivas contra la que considera una «purga» por parte del equipo de Ovidio Sánchez, del que considera que lo único que le mueve es mantener sus puestos y privilegios.
-Parece que sus seguidores se van a quedar sin el control de ninguna junta local del PP. ¿Qué opina de la decisión de la dirección regional de nombrar gestoras a pocas semanas del proceso de congresos locales?
-Es una auténtica barbaridad, una persecución en toda regla a los que no opinan igual que la dirección, y lo que demuestra a las claras es la falta de talante, de democracia interna y de transparencia. Demuestra también la simpleza y la infantilidad en los argumentos que se dan. Se excusan en los malos resultados de esas juntas locales, pero quienes lo hacen caen en su propia trampa, porque tendrían que ser intervenidas la mayoría de las juntas locales de Asturias e, incluso, la dirección regional, que lleva perdidas tres elecciones consecutivas. Lo que está sucediendo es una purga y lo que buscan quienes la llevan a cabo es mantener sus privilegios. Lo que menos les importa es el interés general del partido, ganar las elecciones. Buscan acabar con el que discrepa y mantenerse ellos.
-Pero la dirección regional se mantiene porque le ganó a usted el último congreso. No esperaría que el equipo de Ovidio Sánchez integrase sin más a los partidarios de su rival.
-Los grandes perjudicados de esta actitud no son los partidarios de mi candidatura en el congreso, sino los militantes, simpatizantes y votantes del PP, porque es la forma de no volver a ganar unas elecciones en Asturias. Es evidente que para lograrlo el PP necesita mayoría absoluta y no puede permitirse el lujo de marginar a nadie. Ellos lo saben, pero no sólo no marginan, sino que lo que hacen es intensificar la persecución. Por lo tanto, se ve que no les interesa ganar, sino mantenerse en sus poltronas. Y es de una gran cortedad de miras y un auténtico suicidio político perseguir al que discrepa. Ellos saben que los que discrepan son más del 40% que obtuvimos en el congreso, porque los acuerdos con los que logró la victoria la actual dirección están sujetos con alfileres, fueron acuerdos de última hora y de mero interés.
-Después del congreso regional usted manifestó que no se retiraría de la actividad política. Tal y como se está planteando el proceso de los cónclaves locales, ¿le están impidiendo seguir?
-Tengo muy claro que voy a seguir en política. Ninguno de ellos tiene la categoría personal y política para impedírmelo, voy a seguir les guste o no.
-¿Pero cómo piensa hacerlo, si está fuera de la dirección regional y de las instituciones y se les apea del poder en las juntas locales?
-La democracia, además de la ilusión y las ganas, permiten cauces de participación que no van a coartar los intereses espurios de unos pocos.
-Cuando se refería a los acuerdos de última hora en los que se sustentó la victoria de Sánchez en el congreso parece claro que alude al apoyo de Gijón. ¿La posición de Pilar Fernández Pardo ha sido para usted la mayor decepción del proceso?
-Una junta como la de Gijón se merece que sus responsables mantengan la coherencia. Yo escuché a sus responsables auténticas barbaridades y críticas contra la dirección del PP y luego se alían con ella. Que cada uno valore si eso es o no coherente. A partir de ahí, yo respeto la postura de cada cual, incluidas las incoherencias. No soy yo quien las debe juzgar, son los ciudadanos. No obstante, en este caso me gustaría lanzar un aviso a navegantes: cuando veas que quienes dirigen el partido no aceptan las discrepancias, verás que tarde o temprano irán contra todos los que mantengan o hayan mantenido discrepancias.
-¿El sector que usted encabezó en el congreso regional va a presentar candidaturas en los locales?
-No me gusta aventurar cosas, de lo que estoy seguro es de que lo que hemos representado en ese congreso un amplio grupo de personas va a seguir teniendo presencia visible en la política asturiana. Por una razón: porque nadie puede atacar ni hacer callar al sentido común. Y lo que espero es que haya alguien en el PP con suficiente altura de miras, que quiera ganar elecciones, que no esté sólo para mantener sus privilegios y que corrija el rumbo de este sinsentido. Si hay alguien así, me encontrará siempre en ese camino.
-Al margen de teorías, le preguntaba algo más concreto y que tienen que decidir de manera inminente: ¿Va a haber listas de su sector o no?
-Es que antes de hablar de listas hay que hablar del proceso, de que sea limpio y transparente, porque no merece la pena participar si es un paripé. Si el proceso está viciado y se controlan todos los congresos desde la dirección regional, da igual que presentes listas o las dejes de presentar. Y la verdad es que esto empieza muy mal.
-Pero si, tras ganar el regional, el equipo de Sánchez gana los locales, le deja a usted sin argumento: será la militancia la que hable y elija.
-Los que deben hablar son los militantes de base, los ciudadanos, los que no están sujetos a condicionantes o intereses más allá de la política. Y a ésos yo les voy a responder con un mensaje claro: el único camino que tiene el PP para ganar en Asturias es la integración real. Si no se lleva a cabo, el partido sufrirá consecuencias electorales negativas, como las que padecimos con unas divisiones internas que hay quien parece tener interés en reeditar. Alguien debería cortar esto de raíz.
-¿Quién? Porque con la que está cayendo en el partido a nivel nacional parece difícil que Asturias esté en el centro de su atención.
-En todo caso pienso que desde Madrid se debería intervenir en este proceso. Y con ellos los propios militantes de base, que estoy seguro de que reprueban totalmente este espectáculo de represalias y persecución.

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