domingo, 29 de marzo de 2009

BENEDICTO XVI Y POLÍTICAS DE ESTADO


Benedicto XVI rebasó los límites diplomáticos y violentó derechos humanos universales en sus declaraciones sobre el condón de la semana pasada, en la capital de Camerún.
El actúa contra el derecho a la información y a la libertad de conciencia al afirmar que “El VIH no se puede resolver con eslóganes publicitarios ni con la distribución de preservativos, y que éstos, al contrario, sólo aumentan el SIDA”.
Como todo ser humano, Ratzinger tiene derecho a expresar sus opiniones y, como cabeza de una Iglesia a la que se adscribe una sexta parte de la población del mundo, puede difundir la idea de que el uso del condón es un pecado, venial, grave o sacrílego, si así lo decide.
Pero lo que no le está permitido es la mentira y la calumnia, el no puede abusar de su posición de autoridad moral para difundir una información contraria a los estudios científicos, sobretodo cuando esa información puede tener efectos devastadores en la salud y en la esperanza de vida de pueblos enteros. Leer más.

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