SANTIAGO DE CUBA.- El presidente Leonel Fernández destacó anoche el valor que tiene para los pueblos de América Latina la necesidad de integrar y articular un discurso común y una postura unificada frente a la crisis mundial. Fernández dijo que es una obligación y un deber de los países latinoamericanos trabajar en esa dirección.
Recordó que en el último encuentro del Grupo de Río que se realizó en San Salvador de Bahía, Brasil, y donde se escogió a Cuba para ser miembro de ese organismo, se dio un gran paso de avance para alcanzar esa unidad e integración de los pueblos de América Latina.
El mandatario dijo que es una necesidad no tan solo para que podamos tener una posición común frente a esos problemas económicos, reflejados en la crisis global, sino también frente a cualquier problema de carácter internacional que pueda afectar la estabilidad y el bienestar de nuestros pueblos.
Cuestionado por periodistas cubanos y de la prensa internacional luego de visitar las instalaciones del histórico Cuartel Moncada, hoy convertido en un museo, el mandatario dominicano valoró los pasos de integración dados por los países latinoamericanos y sus gobiernos.
En ese sentido, citó el caso de la labor desarrollada por el ALBA (Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América) y también la iniciativa de PETROCARIBE, creada por el presidente venzolando Hugo Chávez Frías, la cual dijo no solo ha contribuido a la integración de muchos países latinoamericanos sino también a enfrentar los problemas surgidos con el alza del petróleo en el mercado mundial.
El presidente Fernández refirió que específicamente la República Dominicana ha tenido un gran apoyo con el programa de PETROCARIBE, lo cual le ha permitido enfrentar las dificultades en el suministro y estabilidad del sector energético.
El gobernante reconoció que la iniciativa del presidente Chávez ha evitado que las economías de los países de la región hayan sucumbido.
El jefe de Estado dominicano dijo que actualmente hay dos visiones de ver al mundo, y citó que uno de ellos es el de la codicia, la avaricia y el egoísmo; y la otra es la de la solidaridad, la comprensión y la generosidad.
Citó que esas dos visiones predominan el mundo actual como valores humanos y Latinoamérica no escapa a esa realidad.
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