PUERTO ESPAÑA.- La presencia de Barack Obama, la ausencia de Cuba y la crisis financiera –sin estar ésta última en el programa formal– serán los ejes de la V Cumbre de las Américas, que reunirá del viernes al domingo a los líderes de 33 países del continente en Puerto España, la capital de Trinidad y Tobago.
La reunión se realiza por primera vez en el Caribe desde su institución en Miami en 1994 y será el debut de Obama en una cita colectiva con América Latina.
Están invitados los jefes de Estado o de gobierno de los 34 países de América con "gobernantes elegidos democráticamente", según se estableció desde Miami, aunque la participación del presidente de Bolivia, Evo Morales, todavía está en duda.
El lema del encuentro es largo: "Asegurar el futuro de nuestros ciudadanos promoviendo la prosperidad humana, la seguridad energética y la sostenibilidad ambiental", pero nada de eso estará en el foco de atención.
"Cuando el temario de Puerto España fue acordado, no había aún crisis financiera", dijo el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), el chileno José Miguel Insulza.
Y tampoco había un Obama al frente de la nación más poderosa del mundo ni una expectativa tan grande en la región de un nuevo rumbo en las relaciones entre Estados Unidos y América Latina.
Lo que sí estaba entre bambalinas era la discusión por Cuba, única nación americana excluida, y la cada vez mayor presión latinoamericana a favor de que Estados Unidos levante el embargo económico que impuso a la isla en 1962.
Así que necesariamente el tema cubano saltará a la mesa, aunque el asesor especial de Obama para la V Cumbre, Jeffrey Davidow, haya dicho que "sería desafortunado si el tema principal de esta cumbre terminara siendo Cuba".
En realidad, nada compite en materia de urgencias con la crisis financiera y la necesidad de estimular las economías de la región.
Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, la economía regional se contraerá el 0,3 por ciento este año, lo que podría arrojar a la pobreza a unos 15 millones de personas más en un área del mundo de por sí marcada por la desigualdad y la exclusión.
Las discusiones tienen lugar dos semanas después de la Cumbre del G20 de Londres, que acordó dotar de más recursos e instrumentos al Fondo Monetario Internacional (FMI), en especial para las economías en desarrollo.
América Latina y el Caribe buscan apoyo financiero de instituciones como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para atacar una crisis que no generaron y que, sin embargo, interrumpió siete años de crecimiento sostenido.
El contenido del documento final, denominado "Declaración de Compromiso de Puerto España", todavía no se conoce. De manera oficial se sabe que tiene 97 párrafos, que es resultado de diez rondas de negociaciones y que a Fidel Castro no le gustó.
"Habrá por cierto gran número de conceptos inadmisibles. Será una prueba de fuego para los pueblos del Caribe y América Latina. ¨Es acaso un retrocesoé ¨Bloqueo y además exclusión después de 50 años de resistenciaé", dijo en referencia a la situación de Cuba, en un artículo publicado a principios de abril.
El borrador inicial de declaración que presentó Trinidad y Tobago incluía asuntos como buscar un enfoque común ante el terrorismo, el crimen organizado y la violencia, desarrollar energías limpias, atender el problema de la desigualdad, reforzar las instituciones democráticas y realizar las cumbres con regularidad, al menos cada tres años.
Obama irá al encuentro con el ánimo de "escuchar", aseguró Davidow. "No está yendo a Trinidad con un plan para el hemisferio".
Tomado de: www.almomento.net
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