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Después del conflictivo año 2009, con una inseguridad ciudadana que hiere la condición humana, con el agravante de ineficiencia y dejadez comprobada de ciertas autoridades, que desgració la buena imagen del propio Jefe del Estado, incuestionable trabajador, inteligente y visionario; pero lamentablemente esa percepción dejó el año 2009 en mayorías, especialmente por fallos cuestionables en la Justicia y otras instancias con expedientes de corrupción denunciada, y con robos que han comprometido la imagen del país cuando la prensa nos enteraba, y ni hablar del narcotráfico, en un país tan bello y rico, que, cuando pienso en lo que nos ha costado a muchos la defensa del mismo tantos años trabajando limpiamente en casi todas las áreas, me desespera; pero no pierdo la esperanza, porque nuestro amigo y presidente don Leonel Fernández se amarró la correa e instruyó cero tolerancia con esta epidemia criminal, y ya comenzamos a ver los efectos con las detenciones de criminales. Debemos aprovechar, todo aquel que ame su país, para empujar la declaratoria del año para levantar la economía y podemos en el año 2010, si actuamos como buenos hijos.
Tendremos el estreno de una nueva Constitución, nuevos funcionarios electos, y debemos seleccionar a los mejores.
Exhorto a todos los que han encaminado esfuerzos limpios y leales a la causa que han inspirado don Juan Bosch, junto al doctor Balaguer, con el doctor Leonel Fernández, que mantiene, es justo reconocerlo, una imagen positiva y alta, a pesar de tener que transitar y enfrentar tan delicados pantanos; pero, duélale a quien sea, en plena crisis global, en su meteórica carrera política, me honro con haber podido ser célula integra de la misma y seguiré en ella.
Este año 2010 tendrá que iniciar nuevas tareas. Debemos amarrar lo principal para el anhelado proyecto de Nación, profundizar en el problema energético y esa luz tan cara que ha quebrado tantos negocios; profundizar en educación y salud; el bendito problema de los médicos, previas condiciones, y felicitar al nuevo dirigente, que ha iniciado con buen pie; que cerremos gobierno y aliados una política de trabajo a todos los niveles; revisar áreas que abren puertas a la producción y las exportaciones, agua potable en todos los municipios y parajes, lograr la indispensable Ley de Inmigración y cuidarnos más, con mafiosos internacionales y nacionales que se meten de alguna forma en todos los gobiernos del mundo; y felicitaciones en el nuevo año a todos. Ya conocemos los problemas y sus riesgos, por lo que tenemos que acentuar el amor a Dios, que produce milagros al que lo busca con amor y fe, para comenzar a lograr la paz en el espíritu, y aquello florecerá en el hijo, para que sean ciudadanos para un mejor pueblo con tantas contaminaciones de todo tipo que arrastra al mundo.
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