Lula, el "Pigmalión" de la primera mujer que gobernará Brasil

!DIOS LO PUEDE TOO¡ Domingo Gutiérrez Cruz, el Comunicador Social Interactivo al servicio de la comunidad y de todo el pueblo G-MAIL: comunicadorinteractivo@gmail.com
FUENTE: http://www.abc.es/agencias/noticia.asp?noticia=573179


Eduardo Davis Brasilia, 31 oct (EFE).- En 2002, el tornero Luiz Inácio Lula da Silva llevó a la clase obrera al paraíso del poder y hoy, tras la victoria de su candidata, Dilma Rousseff, puede decir que también "creó" a la mujer que gobernará a Brasil hasta 2014.


El tinte cinematográfico que barniza la vida del ex sindicalista, llevada al cine en la película "Lula, o filho do Brasil", propuesta como candidata al Óscar de 2011, recibió otra pincelada hoy con los 53 millones de votos que convirtieron a Rousseff en la primera mujer elegida para gobernar el país, por obra y gracia de su mentor.


Hasta hace dos años, nadie imaginaba que Rousseff, quien a sus 62 años jamás había sido candidata a nada, sería abanderada del Partido de los Trabajadores (PT) en sus primeras elecciones sin Lula, quien no pudo postular a un tercer mandato por imperativos legales.


Tampoco nadie habría apostado a que esta economista vinculada en su juventud a las guerrillas aunque nunca empuñó un arma, sería la primera mujer elegida para ocupar un cargo que, en toda la historia republicana de Brasil, estuvo reservado para hombres.


El único que apostó, porfío y finalmente también ganó en estas elecciones fue el persistente Lula, quien primero le impuso al PT la candidatura de Rousseff, resistida por muchos dirigentes, y luego se volcó en la campaña electoral como si fuera suya.


En noviembre de 2008, cuando dentro del PT comenzaba a pelearse a cuchillo la candidatura para estas elecciones, Lula rompió el férreo silencio que mantenía sobre el asunto y envió un claro mensaje al partido desde Roma, donde estaba en visita oficial.


"Quiero que Brasil, después de mí, sea gobernado por una mujer y ya existe la persona adecuada: es Dilma Rousseff", declaró Lula a la prensa italiana, que fue la primera que escuchó de boca del jefe de Estado el nombre de su candidata.


Algún dirigente del PT intentó oponerse a la decisión del líder, pero el "dedo" de Lula fue más fuerte y tanto la cúpula como las bases del partido acabaron inclinándose a su deseo, sobre todo por la dificultad de contrariar a un presidente que después de ocho años en el poder mantiene tasas de aprobación superiores al 80%.


Rousseff supo agradecer el gesto y desde que aceptó formalmente la candidatura del PT ofreció como único proyecto para el país la "continuidad", que resumió en la frase "mucho más de Lula, pero con alma y corazón de mujer".


Durante los últimos cuatro meses, Lula se las ingenió para combinar su tarea de gobernante con la de activista político y fue la voz, la imagen, el mensaje y el alma de la candidatura de Rousseff, a quien convirtió en su "alter ego".


Llegó a aparecer en mítines a todo lo largo y ancho de Brasil junto a su candidata hasta cinco veces por semana y casi siempre fue el encargado de clausurar los actos con sus discursos, más largos y vibrantes que los de la propia Rousseff, una mujer de talante burocrático y carente de carisma.


Lula, en su plan de "Pigmalión", hasta la presentó personalmente a los obreros de las fábricas del cinturón industrial de Sao Paulo, adonde la acompañó incluso de madrugada, cuando cambian los turnos de los trabajadores, para repartir panfletos y propaganda electoral.


Rousseff recibirá el cargo de manos de su mentor político el 1 de enero próximo, fecha después de la cual Lula ha dicho que aspira a recluirse en busca de "un poco de sosiego", tras ocho años en el poder.


Si su buena estrella se proyecta sobre Hollywood y la academia se decanta por "Lula, o filho do Brasil" como candidata, nada extraño sería que reaparezca en la escena mundial el 27 de febrero en la meca del cine, pero con la esperanza de sumar un Óscar a las decenas de premios internacionales que acumuló desde 2003. EFE