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Apuntó que las autoridades se deben convertir en los mejores guardianes de la economía nacional, y pasar revista de que una parte importante de esos préstamos vaya directamente a beneficiar a los pobres.
Añadió que si solo se piensa en las grandes construcciones, en las supraestructuras, entonces estaremos cavando la fosa de los más necesitados.
Aseguró que muchos de los préstamos internacionales se toman con la idea de que se va a tratar de lograr el desarrollo del país con ellos, por lo que es necesario que también pensemos en los de abajo.
Uno de los graves problemas en América Latina es que se ha acentuado la deuda externa y todos sus protagonistas levantan la bandera de que se han tomado los préstamos para lograr el desarrollo.
Pero ese desarrollo no puede ser solo de las megaestructuras y de los resultados en la macro economía, olvidando que hay cientos de miles de seres humanos que necesitan comer, atención médica, trabajo y estudiar.
Apuntó que la mejor inversión para el desarrollo nacional es que se vaya a en auxilio de los sin tierra, de los desarrapados, de los abandonados a su suerte, de esos que pasan el día trabajando, y se acuestan sin cenar.
Pidió una amplia reflexión y supervisión de los fondos de préstamos internacionales, para que se evite que se pueda cometer alguna injusticia en la aplicación de los mismos.
Resaltó que si los préstamos son para el desarrollo nacional, y a la larga lo va a pagar el pueblo dominicano, es de orden que el mejoramiento de su hambre sea lo prioritario.
Noticia tomada de:
http://www.elnuevodiario.com.do/app/article.aspx?id=177139
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