Presidente anuncia Plan para enfrentar destrozos tormentaSANTO DOMINGO.- El presidente Leonel Fernández anunció este jueves en la noche un Plan Nacional de Recuperación, con una inversión de ocho mil millones de pesos, para enfrentar los destrozos causados por la tormenta tropical Noel.
El texto del discurso presidencial es el siguiente:
Pueblo Dominicano:
Me dirijo a Uds. en esta ocasión para hacer hreferenciaa la gran tragedia que ha representado para el paísel paso de la tormenta Noel.
Aunque no afectó todo el territorio nacional, tal veznunca antes habíamos sentido de manera tan intensa losestragos de un fenómeno de la naturaleza, como haocurrido en esta oportunidad.
Diversas familias quedaron directamente perjudicadas.El nivel de angustia, ansiedad y desconsuelo por elque han tenido que atravesar, resulta indescriptible.Su grado de aflicción, desgarrador.
En algunos casos, perdieron la vida ancianos; enotros, el padre, jefe de familia, dejando a la viuda yvarios niños a la intemperie, en la orfandad y sinrecursos para sostenerse. En otros episodios, fueronmujeres, de distintas edades, las que perecieron,arrastradas por los ríos.
En casos aún más pavorosos, fueron niños, de hasta dosy tres años, quienes fueron desprendidos de los brazosde sus padres para sucumbir bajo las aguas.
En Villa Altagracia, en la Cueva del Duey, MartínSuero, un niño de 12 años, perdió a su padre, a sumadre y a sus ocho hermanitos.
Ese niño, imagínense Uds. la desgracia, se ha quedadosolo en la vida, aunque, por fortuna, que podríamoscalificar como divina, su maestra de escuela, laprofesora Catalina Mejía, en un acto de humanismopiadoso, decidió quedarse con él.
Al enterarnos de ese gesto de misericordia, impartimosrápidamente instrucciones para que se le fijase unapensión, y de esa manera garantizarle al niño todocuanto fuese necesario para su desarrollo físico,intelectual y emocional.
Ese niño, Martín Suero, y su maestra, la profesoraCatalina Mejía, se encuentran con nosotros aquí, estanoche, y quisiera que pudiésemos reconocer supresencia.
El paso de la tormenta Noel dejó una estela dedesgracias personales imborrables y de tragediasfamiliares inenarrables. Pero, al mismo tiempo, eseinfortunio provocado por la naturaleza permitió alpueblo dominicano actuar unido y poner de relieve susmás nobles sentimientos de compasión, solidaridad yfraternidad.
Aunque fueron diversas las circunstancias en que esashermosas cualidades quedaron puestas de manifiesto,hay momentos que nunca podrán desaparecer de nuestramemoria.
Uno de esos momentos fue aquel en que Pedro AntonioMaría Hernández, un destacado miembro de lacongregación evangélica de Arenoso, en la provinciaDuarte, entregó su vida, mientras intentaba rescatar avarios damnificados en su frágil embarcación.
Está aquí con nosotros su viuda, la señora Santa AnaJiménez, a quien le expresamos nuestra más profundacondolencia, al tiempo que le indicamos que todo elpueblo dominicano se siente profundamente orgulloso desu esposo, por su valentía, por su arrojo y por suamor al prójimo.
Se encuentra también con nosotros el padre Alfonso delOrbe, de la parroquia del Abanico de Villa Rivas, aquienes todos reconocen en el Bajo Yuna que tambiénpuso en peligro hasta su propia vida con tal deservir a los demás, en momentos de desconcierto ydesesperanza.
En Bonao, en el barrio Quinto Centenario de PiedraBlanca, el infortunio penetró el hogar de RafaelMarte y su esposa Mónica Quiroz, quienes sepercataron, como a la una de la madrugada, que el aguahabía penetrado su humilde vivienda.
En voz desgarradora, Alberto relató lo acontecido alperiodista del Listín Diario, Yoni Cruz, quien lorecogió en los siguientes términos:
“Lo primero que atiné fue tomar mis hijos parasacarlos de la casa. El agua ya me daba en la rodilla.Salí de la casa, pero cuando salí ya no había paradonde coger; el agua me daba en el cuello.
Subí a mistres hijos y mi esposa al techo de la casa. Pero elagua también subió allí, y empezó a pasar basura ytroncos de árboles.
“Apartábamos la basura para que no nos arrastrara.Pero un tronco de jabilla con espinas nos dio y nosarrastró. Yo me hundí con las dos niñas, y mi esposaagarró al niño. No pude sostener a las dos niñas.Solté una y saqué a la otra.
Volví para sacar a laotra y la puse a salvo. Pero a mi esposa se le soltóel niño y se desmayó. En eso no sé cómo, pero la niñamás grande también desapareció. Logramos subir en unárbol, y allí amanecimos, casi desnudos, mi esposa, mihija de cuatro años y yo.”
No puede haber escena de mayor angustia y pesar. Peroqueremos decirle a la familia Marte, a Alberto, aMónica y a su niña, Ashley, que ellos no están solos,que no lo estarán jamás.
Que ellos pueden contar conel apoyo moral y material, con la solidaridad,siempre, del Gobierno y del pueblo dominicano.
Como consecuencia de la tormenta Noel, nuestro pueblose ha sumido en el dolor, el llanto y la tristeza.Pero es en medio de ese abatimiento y de esa amargurade donde tenemos que sacar la fuerza, la templanza yla energía para superar todo el malestar de que hemossido objeto y continuar avanzando con firmeza en laconstrucción de un futuro más venturoso.
Como resultado del fenómeno atmosférico, las áreas másafectadas fueron las provincias y comunidades de SanCristóbal, la Cueva del Duey, en Villa Altagracia, SanJosé de Ocoa, Baní, Azua, Barahona, Bahoruco, Neyba,San Juan de la Maguana, Bonao, en Monseñor Nouel,Cotuí, en Sánchez Ramírez, La Vega, la zona del BajoYuna, en la provincia Duarte, Salcedo, Nagua, MontePlata y el área del Bajo Yaque del Norte, en Mao.
En el Distrito Nacional y en la provincia de SantoDomingo, fueron igualmente perjudicados los sectoresde Gualey, Guachupita, La Zurza, Las Cañitas, LaCiénaga, Los Minas, La Barquita, Sabana Perdida,Herrera, Manoguayabo, Los Guaricanos, La Victoria, ElTamarindo, El Bonito, Cancino y Cancino Adentro.
De conformidad con los datos que me han sidoproporcionados por la Comisión Nacional de Emergencia,como consecuencia directa de la tormenta Noel,fallecieron 85 personas y se registran 48desaparecidos.
Setenta y seis mil personas fueron colocadas encalidad de hrefugiados y desplazados y actualmente seencuentran en albergues, 14 mil 340 personas, luego deque se calculasen 27 mil en el momento de mayor auge.
El número de viviendas afectadas es de 19 mil 688, delas cuales 16 mil 503 son reparables, pero hay 3 mil185 que fueron completamente destruidas.
Por otra parte, 290 centros educativos fueronimpactados por la tormenta tropical, lo que representa2 mil 237 aulas. De esos centros, 54 aún permanecenocupados por damnificados.
En adición, 235 centros educativos requieren lasustitución o reparación del mobiliario escolar,limpieza y fumigación; y cerca de 50 mil estudiantesperdieron sus libros de texto, uniformes, calzado,mochilas y útiles escolares.
De igual forma, 155 acueductos quedaron fuera deservicio, unos por problemas de energía eléctrica,otros por haber sido dañados en su obra de toma, yotros todavía, por haber sido afectados en la línea deconducción.
Daños inmensos fueron ocasionados a la infraestructurade riego, presas y cauces de los ríos del país, através de los canales, sistemas de drenaje, diques,reservorios, obras de toma, sistemas de bombeo, bermasy caminos de acceso.
Las centrales hidroeléctricas de Jiguey, Aguacate,Valdesia y Río Blanco, quedaron inicialmenteincomunicadas, al ser afectados los caminos deacceso.
Gracias a los esfuerzos del personal de la Corporacióndel Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo(CAASD), y de la Corporación Dominicana de EmpresasEléctricas Estatales (CDEEE), el abastecimiento deagua a la población de la provincia de Santo Domingo ydel Distrito Nacional hoy se encuentra recuperado enun 95 por ciento.
En estos momentos, la Capital cuenta con 362 millonesde galones de agua al día, a través de todas lasfuentes de suministro que administra la CAASD, conexcepción de los sistemas de Isa-Mana, Buey-Guananitosy Galería-Las Caobas.
Por su lado, la agricultura y la pecuaria fuerondiezmadas en la mayor parte del territorio nacional.
En Barahona y Bahoruco, los cultivos de plátano yguineo sufrieron daños de hasta un 95 por ciento. EnAzua, además de plátanos y guineos, también quedóafectada la cebolla, en un 85 por ciento, y el tomateindustrial, en un 95 por ciento.
En San Juan de la Maguana, las áreas de arrozpendientes de cosecha, así como las de habichuelas,sufrieron daños de gran consideración; y de igualmanera aconteció en las áreas de la Dirección RegionalCentral y Norcentral, donde así como fue afectadatambién la producción de plátanos y arroz, resultóseveramente castigada la siembra de yuca y vegetalesorientales.
En la pecuaria, entre ocho mil y nueve mil cabezas deganado de carne perecieron, arrastradas por las aguasgeneradas por las inundaciones.
En materia de infraestructuras, 43 puentes fuerondañados y 31 carreteras impactadas, dejando aisladascerca de 150 comunidades.
En resumen, como pueden Uds. apreciar, el paso de latormenta Noel por nuestro territorio, ha representadouna verdadera catástrofe nacional, en pérdidas devidas, daños a la producción, a la propiedad y a lasinfraestructuras.
Ahora, de lo que se trata es de levantarnos de estasituación de tragedia, de sobreponernos a nuestraaflicción, y de volver a enfrentar los retos de lavida con ilusión y determinación.
Ese debe ser el compromiso de todos, de todos comopaís, de los que están aquí y de aquellos que nossiguen a través de los medios de comunicación, puesestamos en la obligación moral de devolverles laesperanza a las familias desamparadas.
Para ello, se impone el lanzamiento de un PlanNacional de Recuperación, para lo cual el Gobiernoestá identificando fuentes de recursos, tanto en elplano interno como externo, que le permitan disponer,en lo inmediato, de 8 mil millones de pesos, parahacer frente, con eficacia, a los destrozos causadospor la tormenta tropical.
Con esos recursos el Gobierno se propone, como medidaprioritaria, iniciar un proceso masivo de reparacióny construcción de viviendas dignas en beneficio delos damnificados.
De igual manera, a través de las secretarías deEducación y Obras Públicas, como por medio de INAPA,el INDHRI y la CAASD, el Gobierno se propone acelerarla construcción y reparación de escuelas, puentes,carreteras, caminos vecinales, canales de riego,acueductos y sistemas eléctricos, dañados por el pasodel fenómeno atmosférico.
Con esos recursos, en fin, el Gobierno tiene como finalidad ir en auxilio del sector agropecuario, paralo cual empezaríamos por solicitar a las autoridadesdel Banco Agrícola declarar una moratoria de seismeses en el pago de los intereses de los medianos ypequeños productores cuyas cosechas fueron dañadas porla tormenta tropical Noel.
Iniciaremos un plan de capitalización del BancoAgrícola por un monto ascendente a 1 mil 200 millonesde pesos, el cual será usado para el hrefinanciamientode los agricultores que fueron afectados, así comopara el inicio de nuevas cosechas, las cuales nospermitirán garantizar la seguridad alimenticia delpueblo dominicano.
En ese mismo tenor, estamos impartiendo instruccionesal Secretario de Estado de Hacienda, para que soliciteal Director General de Impuestos Internos, dentro delas facultades que otorga el Código Tributario, emitir una disposición que exima o libere del pago de losanticipos del Impuesto Sobre la Renta pendientes depago, a los contribuyentes cuyas instalacionesproductivas estén ubicadas en las zonas afectadas porla Tormenta Noel, con el objeto de facilitar la rápidarecuperación de esos negocios.
En lo que atañe a la ayuda o cooperación nacional ointernacional recibida, en especie, le he solicitadoal Secretario Administrativo de la Presidencia, de quea través de la Secretaría de Estado de las FuerzasArmadas, integre, si así lo desean, en la distribuciónde esas ayudas, a la Iglesia Católica, a las demásiglesias cristianas y a las distintas institucionesrepresentantes de la sociedad civil.
Finalmente, estamos solicitando a la Secretaría deEstado de Medio Ambiente y Recursos Naturales, asícomo al Consejo Nacional de Asuntos Urbanos (CONAU),diseñar el plan de acción que permita poner enejecución el artículo 109 de la Ley 64-00, que prohíbela formación de asentamientos humanos en los lechos,cauces de ríos, zonas expuestas a variaciones marinas,terrenos inundables, pantanosos o de relleno, cerca dezonas industriales, basureros, vertederos municipales,depósitos o instalaciones de sustancias peligrosos,bases militares, lugares donde existan probabilidadesciertas de la ocurrencia de desbordamiento de aguadas,deslizamiento de tierra y cualquier condición queconstituya peligro para la vida y la propiedad de laspersonas.
El cumplimiento de esa disposición será fundamentalpara mitigar en el futuro los efectos que losfenómenos atmosféricos podrían tener sobre nuestropaís y el resto del planeta, pues debido alcalentamiento global y al cambio climático, yacomprobado por la ciencia, esos fenómenos serán cadavez más frecuentes y más intensos.
En los días que acaban de transcurrir, las lluviastorrenciales, las inundaciones, los derrumbes, lafuria de los vientos y la fuerza de la naturaleza,desatados por la tormenta Noel, pusieron a prueba, unavez más, la capacidad de supervivencia, de sacrificioy de abnegación de la sociedad dominicana.
Con la bondad infinita de Dios, el Todopoderoso, hemos ido superando los momentos más aciagos. Con su bendición y protección, volveremos a ser un pueblo emprendedor, alegre y optimista.
¡Que Dios bendiga al pueblo dominicano!
Muchas Gracias Buenas Noches