Escrito por: JOSE MIGUEL MONTERO
El Nacional.
Tomado de: www.elnacional.com.do
Siguen desaparecidos una madre y su hijo, un estudiante de la Universidad del Caribe, cuyo paradero se ignora desde el 7 de marzo, cuando supuestamente vendieron la mercancía de una tienda que tenían en una plaza comercial de Bávaro, Higüey.
El comerciante Julio César Chalas dijo que ya tiene poca esperanza de hallar con vida a su hijo Emmanuel de Jesús Chalas Gil, de 20 años, y a su ex mujer Valentina Gil Mercedes, de 52 años.
Pidió a la Policía redoblar los esfuerzos para localizar a sus parientes y que agilice las investigaciones para esclarecer el caso, y descartó que estén secuestrados o que hayan abandonado el país.
Dijo que cualquier información sobre el paradero de sus parientes se la pueden suministrar a los números (809) 729-6308 y (809) 696-2057.
Chalas dijo que la señora Gil Mercedes y su hijo tenían una tienda de mercancías para turistas en un local alquilado de Plaza Bávaro, y habían decidido vender la mercancía para retornar a la Capital, a su apartamento de Invivienda Santo Domingo.
David García se presentó interesado en comprar la mercancía por RD$450,000 que pedían, pero Chalas cree que se trata de un testaferro, porque no parece tener solvencia.
Agregó que se enteraron de la desaparición de Valentina y Emmanuel porque ella acostumbraba llamar todos los días a su madre a El Seibo.
Al notar que el 7 de marzo no lo hizo, la llamaron a su teléfono celular y no contestó. Al día siguiente una hermana se trasladó a Bávaro, pero no los halló.
Cuando llegó al negocio estaba allí el señor García, quien dijo que hacía seis meses que se lo compró a Valentina.
Más tarde el señor Chalas se viajó también a Bávaro y cuando llegó al negocio García, quien está preso, le dio una versión diferente acerca de la compra del negocio y dijo que lo había adquirido hacía apenas tres días.
Ante esa situación Chalas buscó la Policía y un fiscal y se dirigieron al apartamento donde vívían Valentina y su hijo en Bávaro.
Hallaron la puerta entreabierta y sin indicio de robo, debido a que encontraron en un gavetero 900 dólares estadounidenses, 150 euros, 40 dólares canadienses y 2,000 pesos dominicanos, además de una libreta con casi 10 mil dólares.
Detuvieron a García y comenzaron a indagar lo de la alegada transacción.
Chalas dijo que el alegado comprador mostró un contrato de venta de la mercancía, con una copia de la cédula de Emmanuel anexa, pero la firma que aparece en la escritura notarial no es la de su hijo.
Expresó que un abogado de apellido Cedeño, jefe de la oficina donde fue preparado el contrato, admitió que el sello es el suyo, pero dijo no saber de eso porque habría sido un ayudante quien lo elaboró. Sin embargo, cuado al ayudante del abogado, que no fue identificado, le mostraron la foto de Emmanuel admitió que no fue esa la persona que firmó el acto notarial, por lo que no se explica cómo tenía la copia de la cédula del muchacho.
Chalas dijo creer que al ver que su hijo y su ex mujer vivían solos, alguien se aprovechó de su interés en vender el negocio, y los ha desaparecido para quedarse con todo.
El comerciante Julio César Chalas dijo que ya tiene poca esperanza de hallar con vida a su hijo Emmanuel de Jesús Chalas Gil, de 20 años, y a su ex mujer Valentina Gil Mercedes, de 52 años.
Pidió a la Policía redoblar los esfuerzos para localizar a sus parientes y que agilice las investigaciones para esclarecer el caso, y descartó que estén secuestrados o que hayan abandonado el país.
Dijo que cualquier información sobre el paradero de sus parientes se la pueden suministrar a los números (809) 729-6308 y (809) 696-2057.
Chalas dijo que la señora Gil Mercedes y su hijo tenían una tienda de mercancías para turistas en un local alquilado de Plaza Bávaro, y habían decidido vender la mercancía para retornar a la Capital, a su apartamento de Invivienda Santo Domingo.
David García se presentó interesado en comprar la mercancía por RD$450,000 que pedían, pero Chalas cree que se trata de un testaferro, porque no parece tener solvencia.
Agregó que se enteraron de la desaparición de Valentina y Emmanuel porque ella acostumbraba llamar todos los días a su madre a El Seibo.
Al notar que el 7 de marzo no lo hizo, la llamaron a su teléfono celular y no contestó. Al día siguiente una hermana se trasladó a Bávaro, pero no los halló.
Cuando llegó al negocio estaba allí el señor García, quien dijo que hacía seis meses que se lo compró a Valentina.
Más tarde el señor Chalas se viajó también a Bávaro y cuando llegó al negocio García, quien está preso, le dio una versión diferente acerca de la compra del negocio y dijo que lo había adquirido hacía apenas tres días.
Ante esa situación Chalas buscó la Policía y un fiscal y se dirigieron al apartamento donde vívían Valentina y su hijo en Bávaro.
Hallaron la puerta entreabierta y sin indicio de robo, debido a que encontraron en un gavetero 900 dólares estadounidenses, 150 euros, 40 dólares canadienses y 2,000 pesos dominicanos, además de una libreta con casi 10 mil dólares.
Detuvieron a García y comenzaron a indagar lo de la alegada transacción.
Chalas dijo que el alegado comprador mostró un contrato de venta de la mercancía, con una copia de la cédula de Emmanuel anexa, pero la firma que aparece en la escritura notarial no es la de su hijo.
Expresó que un abogado de apellido Cedeño, jefe de la oficina donde fue preparado el contrato, admitió que el sello es el suyo, pero dijo no saber de eso porque habría sido un ayudante quien lo elaboró. Sin embargo, cuado al ayudante del abogado, que no fue identificado, le mostraron la foto de Emmanuel admitió que no fue esa la persona que firmó el acto notarial, por lo que no se explica cómo tenía la copia de la cédula del muchacho.
Chalas dijo creer que al ver que su hijo y su ex mujer vivían solos, alguien se aprovechó de su interés en vender el negocio, y los ha desaparecido para quedarse con todo.
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