SIGUE DEBATE SOBRE BALAGUER

Viernes 8 de Septiembre, 2006
Gómez Bergés rechaza juicios Vega sobre JB
HOY
POR JUAN MARIA RAMIREZ El abogado y escritor Víctor Gómez Bergés consideró como una grave distorsión de la historia de parte del historiador Bernardo Vega, comparar al extinto presidente Joaquín Balaguer con el también ex presidente Buenaventura Báez. Sostuvo que Báez fue el pionero y responsable de los más onerosos empréstitos extranjeros, hasta llegar al extremo de ofrecer anexar el país a Estados Unidos, mientras que Balaguer fue un rotundo adversario de esa política vejatoria y humillante.
Además, señaló que Balaguer fue un ardiente defensor del ahorro interno como mecanismo de defensa de la soberanía económica e instrumento transformador de la nación.
En una comunicación enviada a este diario, Gómez Bergés sostiene que otra diferencia entre los ex presidentes Balaguer y Báez radica en que el primero fue un estadista y el segundo un político sin formación ni visión de futuro. “El estadista sabe cómo guiar el Estado para proporcionar bienestar a sus conciudadanos, cómo conducir su pueblo por las rutas del progreso y el desarrollo económico, mira siempre al futuro, incluso, se adelanta a los tiempos, conoce la manera de llevar las relaciones con las demás naciones para provecho de sus conciudadanos”, explica Gómez Bergés. Precisa que un estadista como Balaguer conoce los intríngulis del poder, se dedica a alternar para percibir el sentir de su pueblo y no se amilana cuando las crisis estallan y tiene un concepto claro de la defensa de las mayorías.
Gómez Bergés señala que el político sin visión es inmediatista, romántico, teórico sobre los temas, pero que desconoce cómo enfrentarlos para beneficio colectivo y utiliza la tribuna para exacerbar entusiasmos, pero cuando éstos se desbordan, no sabe controlarlos. Considera que como buen gobernante, Balaguer manejó el Estado con mano firme cuando el caos amenazaba entronizarse en la sociedad, pero que demostró profunda vocación democrática, cuando la violencia cesó.
Recuerda que una vez disminuyeron las ominosas confrontaciones generadas por la guerra fría, que influía y amenazaba todos los pueblos, Balaguer demostró una profunda vocación democrática.
Precisa como único punto coincidente entre Balaguer y Báez, las reiteradas veces que gobernaron la nación. Advierte que Balaguer tampoco puede ser comparado con el extinto presidente Juan Bosch, ya que sus únicas coincidencias fueron la luminosidad de sus inteligencias y su prolífica obra literaria. Concluye en que Balaguer se enseñorea sólo, en el lugar que lo situó su obra encabezando el listado de gobernantes que más han hecho por su pueblo, mientras los demás quedan en la lista de la improductividad.