El presidente de Paraguay, Fernando Lugo, hablando con los periodistas el domingo 8 de agosto en Asunción, en su reaparición pública tras serle diagnosticado un cáncer.
El presidente de Paraguay, Fernando Lugo, hablando con los periodistas el domingo 8 de agosto en Asunción, en su reaparición pública tras serle diagnosticado un cáncer.
Lugo reapareció brevemente en público el domingo para inaugurar una maratón de 42 km de homenaje al bicentenario de la independencia paraguaya, dos días después de serle diagnosticado cáncer linfático, reportó la televisión local.
Su reaparición coincide con la divulgación el domingo de nuevos reportes que confirmaron la detección de otro ganglio linfático afectado, en la zona del tórax. El diagnóstico se divulgó el viernes en base a la biopsia de los ganglios que le extirparon el miércoles.
Lugo, ex obispo católico de 59 años, partidario de la teología de la liberación, viajará el martes a Sao Paulo en el avión oficial del presidente brasileño Luiz Inácio Lula Da Silva, para ser internado en el hospital Sirio-Libanés.
Se trata de una clínica especializada, donde le realizarán rigurosos análisis para investigar la etapa en que está la enfermedad, su tratamiento y los medicamentos que debe ingerir, informó su médico de cabecera Néstor Martínez.
Su reaparición hoy se produjo en medio del revuelo que causa la noticia en medios políticos, donde ya se plantea la eventualidad de la sucesión presidencial por su vicepresidente, Federico Franco, perteneciente al partido Liberal (derecha).
El gobernante se había operado de la próstata en enero pasado y cuenta con antecedentes de cáncer en su familia.
El linfoma puede invadir otros órganos del cuerpo y su único tratamiento sería la quimioterapia, a un ritmo de una o dos sesiones por mes, con internaciones de como mínimo 12 horas cada vez, por espacio de seis meses. Este tipo de cáncer es curable en un 60% de los casos, según los médicos oficiales.
"Este cáncer es potencialmente curable", dijo la ministra de Salud, Esperanza Martínez.