El nacional, jueves 3 de agosto 2006
Medidas contra la delincuencia
Con razón hemos tenido que recordar tanto a Maquiavelo, el autor de El Príncipe, con el desorden que vivimos en los últimos tiempos, porque este historiador decía que "nada apareja mayor caos y anarquía, que la pasividad y la indisciplina". Ya no caben en nuestros pueblos los autos y motocicletas sin placa, para que no se pueda detectar cuándo han matado personas por cualquier tontería, casi siempre sin seguro, sin licencia, sin el casco protector y hasta tres personas en la moto. Lo hemos visto ciento de veces en las provincias, incluso vestidos de militares y cruzando en rojo. Pero de este desorden habló hasta el jefe del Estado.
Por otro lado, la impunidad y el irrespeto a la ley, y personas que se escuchan en radio y televisión confirman lo que decía Octavio Paz, el mexicano, que "lo primero que se gangrena en una sociedad podrida es la lengua". ¿Qué pensar en estos momentos con la denuncia hasta del cardenal López Rodríguez y otros académicos que han repetido que bachilleres representan un sexto curso en preparación actual. Hay buenas excepciones, pero esto es grave. No hablemos de los problemas políticos como la pobreza, la energía eléctrica, la pésima educación y salubridad, la corrupción, las drogas, la falta de empleo, el déficit cuasifiscal, el cáncer del siglo.
En un cuadro así, ¡quién pudiera hablar como Plauto!, que decía que si podía preservar su nombre como lo había logrado, se sentía millonario. Pero con esta situación inaguantable, el superior gobierno tenía que funcionar, y los partidos también.
Aunque el proyecto de nación que se ensayó se diluyó, porque no se hizo lo que debíamos haber hecho, los tres partidos más grandes, por lo menos, porque, reitero, hasta que eso no se logre, seguiremos, el gobierno que sea, con el desorden; los contrarios oponiéndose a todo, porque ya no hay mística, ni conductas heroicas, ni ideología, sino un deseo extremo de buscar dinero, y las excepciones no abundan ni se aprecian.
Hablé el jueves pasado como vicepresidente del PRSC, comentando el último seminario que realizamos los reformistas. Dijimos que si nos fajamos como sabemos los balagueristas y reclutamos nuevos grupos como podemos, con planes de trabajo novedosos, seríamos la opción en el 2008 mas garantizable. ¿Por qué? Porque el PRD lamentablemente necesita tiempo para airar los graves inconvenientes que han tenido, y el PLD, sólo Dios podría cumplir con las urgencias prometidas desde que llegaron al poder la primera vez. Habíamos dicho que si la oposición no lo ayuda, el Todopoderoso tendrá que intervenir.
Pero quiero comentar las medidas adoptadas por el gobierno contra la delincuencia. El pueblo a través de sus iglesias, juntas de vecinos, finjus, Participación Ciudadana, los artistas, nuestro partido y otros, veníamos demandando seguridad, orden y garantía. Nuestro partido fue el primero que apoyó dichas medidas, pero habrá que revisar algunas, como lo que tiene que ver con el turismo, hoteles, restaurantes que pagan impuestos para vender bebidas y otros, en un país en que vivimos del turismo. Además, aunque tenemos obligación de disciplinarnos y organizarnos, estas razones atendibles con el turismo, pueden replantearse y reconsiderarse.
El colmo que no esperábamos fue la fiesta de aprobaciones de nuestro Congreso, de todo lo que había pendiente, no sólo lo deseado, sino hasta lo que no se quería "supuestamente". Aquella fiesta de aprobaciones que eran muertos que les correspondían a los legisladores que vienen, les limpiaron el camino, y el país que piensa, razona. ¿Qué significa esto? ¿Cómo se sentirán los hijos de estos colegas legisladores echándose la pava? Con razón dicen de los políticos, y lo grave es que nos meten el mismo paquete y eso no puede ser.
Ojalá el pueblo coopere con estos esfuerzos preventivos. Un país sin orden, sin ley y sin disciplina, significa lo peor. Somos partidarios de la democracia, pero aplicando la ley, a todos sin excepción. Los colmadones hay que organizarlos.
Felicitaciones del alma a todos los padres en su reciente celebración, rogándoles que cumplan más con el sagrado deber de ser padres dignos, responsables y humanos; la única forma de superar la tragedia que nos arropa, con jóvenes víctimas de la mala educación y los vicios, que les dañan su mente, cuando más necesitamos estos jóvenes sanos y útiles.
- JUAN ARISTIDES TAVERAS GUZMAN
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