jueves, 24 de agosto de 2006

TAVERAS GUZMAN ESCRIBE POEMA A SU MAESTRO JOAQUIN BALAGUER EX PRESIDENTE DE LA REPUBLICA DOMINICANA


Opiniones
Al maestro Balaguer


Este poema al profesor Joaquín Balaguer, lo escribí el año pasado, cuando los reformistas comenzamos a enfocar lo que haríamos con motivo del primer centenario de su nacimiento y aproveché para incluirlo en un libro de versos que dediqué a mi querido pueblo de Moca, que me trajo al mundo, y lo titule "Moca en el Recuerdo" que acaba de publicarse. A propósito de poemas, perdí la primera producción de versos que había escrito en los años juveniles, emociones poéticas que llegan casi a todo los seres humanos en sus virginales sentimientos primaverales. No sé en qué tribunal del país dejé aquel legado de versos, no sólo con la valiosa importancia de ser los primeros, sino que casi nunca recuerda quien escribe inspirado, con el paso de los años.

Otra razón que nos motivó para dedicarle este verso al maestro Balaguer, fue que comparando los últimos gobiernos que hemos tenido del doctor Leonel Fernández, del PLD y el de don Hipólito Mejía del PRD y otros del exterior, tanto democráticos como, dictatoriales, socialistas, comunistas..., observamos en todos la misma empujadera para desplazar supuestamente y avanzar en política; las mismas acciones corruptivas; combinaciones descaradas con los recursos del Estado; simulaciones y doble moral con quienes lo llevan al poder; y ni hablar con lo que acaban de hacer echándose la pava en el Congreso Nacional y otras instancias donde aprobaron hasta lo que se había rechazado, y cambiaron lo que se había aprobado sin ningún escrúpulo, como ahora mismo se ha comprobado.

Afortunadamente, el presidente ordenó su rechazo definitivo. Con razón, decía un gran poeta: "Oh América infeliz, que sólo recuerdas a tus grandes hombres cuando ya son tus grandes muertos". Si somos justos, Balaguer, el humanista, el maestro, fecundo escritor, poeta, estadista y político de pies a cabeza, comparando sus gobiernos en apego estricto a los resultados, y tomando en cuenta el momento tan oscuro de su llegada después de una férrea dictadura, una guerra civil y una intervención extranjera, hemos querido presentar en versos como destacamos más adelante.

Aunque como político, el maestro Balaguer no fuera perfecto, nadie humano lo ha sido, pero sólo su obra material colosal, hecha sin impuestos sin préstamos y casi sin presupuestos, con el ahorro interno, nadie la ha podido superar. Ahí están las obras, todo cuanto existe de lo cual vivimos. Con este introito, también quiero resaltar mis felicitaciones al presidente Leonel Fernández por rechazar categóricamente los proyectos cuestionados, así como por las últimas medidas en procura del orden publico y la paz. También felicitar a todos los elegidos de los partidos, especialmente a los que se han comprometido con la transparencias, la decencia y la confraternidad. Si lo hacen, el pueblo sabrá apreciarlo, mucho más cuando estamos asqueados de sectores políticos y privados corruptos, con el agravante de que las excepciones probadas, capaces e incorruptibles, no se reconocen ni se jubilan, que es de ley.

Poema:

I
Ese viento blanco vigila tu vendimia

Trae a tus pies lo que duplica la forma.

En la pureza de los siglos

Las alturas terminan dibujando tus destellos.

Maestro, amigo predestinado que amasa el barro

Y meditas en el apuro, en el dolor amargo

Sigues siendo el alfarero, el instrumento del destino.

Un cortijo de adioses abrióse a tu sed de conocimiento

Y los pistillos son efluvios

El lenguaje que honra lo colosal.

Maestro, fuiste todo un Cesar en la insólita dimensión del compromiso

Referencia obligada del mapa, de la piel de las palmeras.

Eres partida y regreso, tarima y perspectiva

Donde braman las epopeyas.

II

Plateadas estrellas surcan tus presentimientos

Y espolones enroscan el revuelo.

En el júbilo convidas la insistencia

Y en la corteza de la memoria

Resplandecen los intentos.

A medida que descubrimos tu cosmos

Más se agiganta tu repertorio.

En ti no hay pasado ni presente, sino futuro

Y un corazón bien grande.

III

Ya se escucha en los confines tu fantasía repentina

Combatiendo vienes con la aurora

En un memorial de blancas rosas.

En medio del aparente riesgo

La agonía no conoce limites

Te empina en la imaginación,

En la percepciones de los sueños

Como una paradoja que se mete en el sueño,

En la necesidad del instante, grande y hondo

En el aquí y allá

Para iluminar la noche, los caminos.

IV

Donde fuere que hables, el delirio nos duele

Porque eres la conciencia, la proclama,

El faro donde el ámbito se hace continuo

Y amplificar la vegetación.

El color de la noche ilumina lo que reclama el compromiso

Y breve se hace el tiempo

Porque nunca tuviste estatura para la muerte.

- JUAN ARISTIDES TAVERAS GUZMAN

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