El presidente Leonel Fernández creó ayer mediante decreto la Comisión Nacional contra la Trata de Personas, la cual elaborará un plan de acción para el combate de ese problema. Leer más
El presidente Leonel Fernández habla anoche en presencia de la señora Santa Ana Jiménez, la profesora Catalina Mejía, el niño Martín Suero, el padre Alfonso del Orbe y los esposos Rafael Marte y Mónica Quiroz en compañía de su niña Ashey, de cuatro años. Igualmente asistieron cientos de invitados.
POR VICTOR MARTINEZ
POR VICTOR MARTINEZ
El presidente Leonel Fernández rindió tributo anoche en el Palacio Nacional a varias familias que perdieron parientes a causa de la crecida de ríos provocada por la tormenta Noel, incluido un niño de 12 de La Cueva del Duey, en Villa Altagracia, cuyos padres y ocho hermanos murieron en la tragedia.
Ante un público compungido y en ocasiones lloroso, congregado en el Salón Las Cariátides, de la casa de gobierno, el mandatario inició su intervención de 26 minutos lamentando que la tormenta en algunos casos mató a casi todos los miembros de una misma familia.
Presentó el caso del menor Martín Suero, “un niño de 12 años que perdió padre, a su madre y a sus ocho hermanitos. Ese niño, imagínense ustedes la desgracia, se ha quedado solo en la vida, aunque por fortuna, que podríamos calificar como divina, su maestra de escuela, la profesora Catalina Mejía, en un acto de humanismo piadoso, decidió quedarse con él”.
“Al enterarnos de ese gesto de misericordia, impartimos rápidamente instrucciones para que se fijase una pensión, y de esa manera garantizarle al niño todo cuanto fuese necesario para su desarrollo físico, intelectual y emocional”, informó el jefe del Estado.
Fernández afirmó que el Gobierno ayudará en todos los sentidos a las familias afectadas por los embates del fenómeno natural.
Al presentar cada uno de los casos el mandatario pedía aplausos a los asistentes.
Cada vez que presentaba a las familias afectadas pedía que se pusieran de pies para que los invitados les conocieran y les aplaudían.
Mientras el Presidente exponía, se observó a la primera dama Margarita María Cedeño de Fernández enjugarse las lágrimas.
En el inicio del discurso Fernández se acercó a las familias a darles sus condolencias y pidió la compañía de su esposa Cedeño de Fernández.
También presentó a la señora Santa Ana Jiménez, esposa de Pedro Antonio María Hernández, “un destacado miembro de la congregación evangélica de Arenoso, en la provincia Duarte, que entregó la vida mientras intentaba rescatar a varios damnificados en su frágil embarcación”.
Fernández elogió al sacerdote Alfonso del Orbe, de la parroquia de El Abanico, de Villa Rivas, quien puso en peligro su propia vida para salvar a otros.
Otra familia presente durante el discurso del mandatario fueron los esposos Rafael Marte y Mónica Quiroz, a quienes el río mató dos de sus tres hijos. Sólo lograron salvar a la niña Ashley, de cuatro años.
Dijo que la familia Marte Quiroz cuenta con el apoyo del Gobierno y del pueblo.
Entre los invitados a escuchar el discurso del mandatario estaban el presidente de la Suprema Corte de Justicia, doctor Jorge Subero Isa; el presidente de la Junta Central Electoral, doctor Julio César Castaños Guzmán; el presidente del Senado, doctor Reynaldo Pared Pérez; monseñor Agripino Núñez Collado, rector de la Universidad Católica Madre y Maestra; el reverendo Elvis Medina en representación de las iglesias evangélicas, y monseñor Ramón Benito Angeles, secretario general de la Conferencia del Episcopado Dominicano.
Igualmente, el presidente de la Cámara de Diputados, Julio César Valentín, así como los miembros del gabinete del presidente Fernández, directores generales, síndicos, legisladores, empresarios y representantes de entidades de la sociedad civil.
Ante un público compungido y en ocasiones lloroso, congregado en el Salón Las Cariátides, de la casa de gobierno, el mandatario inició su intervención de 26 minutos lamentando que la tormenta en algunos casos mató a casi todos los miembros de una misma familia.
Presentó el caso del menor Martín Suero, “un niño de 12 años que perdió padre, a su madre y a sus ocho hermanitos. Ese niño, imagínense ustedes la desgracia, se ha quedado solo en la vida, aunque por fortuna, que podríamos calificar como divina, su maestra de escuela, la profesora Catalina Mejía, en un acto de humanismo piadoso, decidió quedarse con él”.
“Al enterarnos de ese gesto de misericordia, impartimos rápidamente instrucciones para que se fijase una pensión, y de esa manera garantizarle al niño todo cuanto fuese necesario para su desarrollo físico, intelectual y emocional”, informó el jefe del Estado.
Fernández afirmó que el Gobierno ayudará en todos los sentidos a las familias afectadas por los embates del fenómeno natural.
Al presentar cada uno de los casos el mandatario pedía aplausos a los asistentes.
Cada vez que presentaba a las familias afectadas pedía que se pusieran de pies para que los invitados les conocieran y les aplaudían.
Mientras el Presidente exponía, se observó a la primera dama Margarita María Cedeño de Fernández enjugarse las lágrimas.
En el inicio del discurso Fernández se acercó a las familias a darles sus condolencias y pidió la compañía de su esposa Cedeño de Fernández.
También presentó a la señora Santa Ana Jiménez, esposa de Pedro Antonio María Hernández, “un destacado miembro de la congregación evangélica de Arenoso, en la provincia Duarte, que entregó la vida mientras intentaba rescatar a varios damnificados en su frágil embarcación”.
Fernández elogió al sacerdote Alfonso del Orbe, de la parroquia de El Abanico, de Villa Rivas, quien puso en peligro su propia vida para salvar a otros.
Otra familia presente durante el discurso del mandatario fueron los esposos Rafael Marte y Mónica Quiroz, a quienes el río mató dos de sus tres hijos. Sólo lograron salvar a la niña Ashley, de cuatro años.
Dijo que la familia Marte Quiroz cuenta con el apoyo del Gobierno y del pueblo.
Entre los invitados a escuchar el discurso del mandatario estaban el presidente de la Suprema Corte de Justicia, doctor Jorge Subero Isa; el presidente de la Junta Central Electoral, doctor Julio César Castaños Guzmán; el presidente del Senado, doctor Reynaldo Pared Pérez; monseñor Agripino Núñez Collado, rector de la Universidad Católica Madre y Maestra; el reverendo Elvis Medina en representación de las iglesias evangélicas, y monseñor Ramón Benito Angeles, secretario general de la Conferencia del Episcopado Dominicano.
Igualmente, el presidente de la Cámara de Diputados, Julio César Valentín, así como los miembros del gabinete del presidente Fernández, directores generales, síndicos, legisladores, empresarios y representantes de entidades de la sociedad civil.
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