Castillo.- Son profesionales y comerciantes de aquí quienes encabezan ¨bandas¨ que toman por ¨asaltos¨ los velatorios con el fin de dar rienda suelta a la ingesta etílica, así como para engullir los platos que se sirven en los mortuorios.Los líderes de estas ¨hordas¨ hambrientas llegan a los velorios, se instalan siempre al lado de la cocina y así inician el inagotable caudal de anécdotas, todo siempre alrededor del mediodía, en la antesala de servirse el ¨moro¨.
Profesores, ingenieros y comerciantes al igual que personas con estabilidad social y económica son los que encabezan las ¨bandas¨, los cuales sin importar la distancia y lo malo del trayecto, se desplazan en sus vehículos llevando partes de los miembros, máxime si tienen la confirmación que la ¨compaña¨ del plato será con ¨pelo¨, en referencia a la carne de vaca.
Los miembros de las ¨bandas¨, todos conocidos en Castillo e inscritos en las ¨huestes¨, conformadas por pi trincheros, motoconchistas, haitianos, obreros y alcahuetes, entre otros vivos, cuyo único propósito es servir de ¨alicientes¨ a los deudos y acompañarles con las comidas.
Los patrones entre las ¨bandas¨ no varían , llegan en ¨turbas¨ a los velatorios, ubican la cocina, luego de dar el pésame ¨ya que eran muy amigos del fallecido¨, aunque nunca le conocieron.
Pese a que muchos de los pueblos de la zona rural se mantiene la costumbre de guardar nueve días en las casas de los fallecidos, muchos comunidades han optado por las funerarias municipales, las cuales salen más baratas y alejan las ya famosas ¨bandas¨ en la zona.
Autor: Reynaldo Hernández Rosa
Profesores, ingenieros y comerciantes al igual que personas con estabilidad social y económica son los que encabezan las ¨bandas¨, los cuales sin importar la distancia y lo malo del trayecto, se desplazan en sus vehículos llevando partes de los miembros, máxime si tienen la confirmación que la ¨compaña¨ del plato será con ¨pelo¨, en referencia a la carne de vaca.
Los miembros de las ¨bandas¨, todos conocidos en Castillo e inscritos en las ¨huestes¨, conformadas por pi trincheros, motoconchistas, haitianos, obreros y alcahuetes, entre otros vivos, cuyo único propósito es servir de ¨alicientes¨ a los deudos y acompañarles con las comidas.
Los patrones entre las ¨bandas¨ no varían , llegan en ¨turbas¨ a los velatorios, ubican la cocina, luego de dar el pésame ¨ya que eran muy amigos del fallecido¨, aunque nunca le conocieron.
Pese a que muchos de los pueblos de la zona rural se mantiene la costumbre de guardar nueve días en las casas de los fallecidos, muchos comunidades han optado por las funerarias municipales, las cuales salen más baratas y alejan las ya famosas ¨bandas¨ en la zona.
Autor: Reynaldo Hernández Rosa
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