ARTCULISTA INVITADO

Pregunto a Dios qué pasa
POR JUAN ARÍSTIDES TAVERAS GUZMÁN

Padre Santo Todopoderoso, ¿por qué tantos humanos, con todo y etapa de las comunicaciones, de las luces, seguimos viendo tanta maldad, afanes incontenidos por la riqueza, no importando la procedencia, ni las condiciones, ni la corrupción ni los malos vicios que inclusive envenenan los cerebros de nuestros jóvenes relevos nuestros, con frecuencia contaminando la ciencia mas pura de que habló Duarte, la política, la que busca el poder para servir a su pueblo y se sigue viendo tantos robos hasta de reliquias de iglesias en nuestro país, así como inundado nuestro país de malos ejemplos?
¿Cómo se explica, de ser cierta la inversión a mucho niveles que se ha hecho en educación, que no avancemos más y no sigamos viendo escándalos de los que traumatizan amigos, familias, instituciones, partidos y gobiernos?
Incluyo parte de nuestra Justicia, protegiendo al reincidente violador de nuestras leyes; la impunidad y las propias injusticias, que son los rasgos que mas pudren sociedades y países mucho más cuando bachilleres resultan como se ha denunciado, muy mal preparados, y maestros con abundancia se denuncia que no cumplen con sus funciones parecidas a Dios de combatir bien el cáncer de la ignorancia. Ello determina el crecimiento de los atrasos y muchas rebeldías de hijos que se han descarriado.
Padre creador de todo, tu que enviaste a la humanidad tu sangre con tu hijo Jesús teniendo que morir en la peor forma crucificado entre dos ladrones, para ejemplarizar perdonando a los pecadores; los que seguimos tu memoria y liderazgo en la Tierra, ilumina al mundo ahora para que tenga un tránsito más seguro.
Aunque ser justo honra, quiero decir que afortunadamente aparecen buenas excepciones acabo de ver algo útil, bueno, valioso, un aporte intelectual del inquieto joven don Víctor Orlando Bisonó Haza en su nuevo hijo, su libro “Las Bases de la Nación”. Lo felicito, don Ito, pues los puntos que destaca son fundamentales para la formación individual y relaciones humanas.
Padre Santo, saliéndonos de nuestro patio un poco, arrecia al propio mundo la subida escandalosa del petróleo y los precios de la propia comida, vale decir del hambre, mucho más en los países que no lo producen, que son mayoría. Afortunadamente, los dominicanos tenemos un presidente visionario que ha denunciado al mundo dicha problemática y parece que el propio Dios, a quien estoy llamando, lo viene iluminando según hemos venido viendo en casi todos los países los cerebros gritan y se reúnen buscando llamar la atención con dicho problema, que hay que resolver con urgencia, antes de que se explote la economía mundial, porque se nos hace irresistible el problema a los débiles, a los países pobres.
Ha sido visionario el doctor Fernandez, cuando aprovechó en nuestro pais del encuentro con los países de Rio; el Conclave de Sica en San Salvador, asi como la gran conferencia de la Fao en Roma, donde con claridad meridiana, llamó al mundo y a los relacionados para ayudar a controlar de algunas forma estos problemas y los efectos se están viendo y mucho más cuando apoderó a nuestras Naciones Unidas y autorizó a nuestro Canciller para recabar apoyo para esa petición en la ONU, esperando que en dicha reunión extraordinaria en la ONU pueda lograrse franquear con éxito la situación mundial que nos arropa. Ojalá nuestro Canciller, previo consulta al Jefe de la política Exterior, busque solicitar dicho apoyo, con los países relacionados y con los demás.
Un recuerdo reverdecedor me trae la ONU, donde trabajé como jefe de la Misión dominicana. Creo útil la gestión de Fernández de plantear allí la reafirmación de la paz, los derechos del hombre; ayudar a preservar la seguridad de los pueblos; fomentar la amistad y superar conflictos.
Señor Presidente, con todo respeto nos permitimos insistir aunque lo están haciendo su equipos de trabajo, pero es urgente avanzar planes, de forma que no nos agarren asando batata o no pisando las bases, como dicen, mucho más lo que se refiere producción, especialmente agrícola, con tantas tierras y la posibilidad de nutrientes indispensables para producir cada vez más y competir, que es el secreto para el éxito del momento.