Mayoría
Leonel va a ultramar en busca del 60% votos
Según Penn & Shoen, Leonel tiene 56% para irse en primera vuelta, ahora va a ultramar para completar el 60% porque allí está el 3% del total de los electores y que en 2004, obtuvo el 81% de los votos de los ausentes
Por Angel Lockward / El Caribe
Con los niveles históricos de abstención, en un padrón que se construye en forma obligada, puesto que la inscripción se produce al cumplirse mayoría de edad y por ello contiene a muchos ciudadanos, electoralmente inactivos, los 5,609,598 inscritos se convierten en 4,038,910 de sufragantes, de los cuales, según Penn & Shoen, Leonel tiene 56%, sin los indecisos, por lo que si se suma la misma intención de voto del 2004 de los ausentes, alcanzaría el 57.7%; por eso va a Estados Unidos, en busca de aumentar al 60%.
Las firmas encuestadoras a nivel nacional incluyen un margen de error, pero todavía, ninguna trabaja el mercado del voto del exterior, que si bien nominalmente sólo representa un 2.7%, en términos efectivos, dada su alta disposición electoral y reciente incorporación a los comicios, es un porcentaje más alto de los votos emitidos.
En el PRD, tradicionalmente fuerte en el exterior, se han producido deserciones; pero en el PRSC, que también fue fuerte, se ha ido la totalidad, sobre todo de los que en la campaña interna trabajaron con Amable Aristy, como es el caso de Julio Martínez y su grupo y los seguidores de Eduardo Estrella que no le acompañaron a la Cuarta Vía.
Con esos dirigentes, Leonel puede completar el 4% para llegar, temprano, al 60% de las simpatías. Por eso, el periplo de Miami, Boston y New York, es importante. Además, descansa la plaza local, que está sobrecalentada de política.
La figura de Leonel, que es popular localmente por su trato sencillo, buen ejercicio económico y visión de país, lo es más en el exterior, porque allí se añade el concepto de modernidad y de orgullo.
Los dominicanos que viven en el exterior en sociedades avanzadas aspiran a que en su país el desarrollo produzca lo mismo, por un lado y, por el otro, se sienten orgullosos del espacio internacional y de la dimensión alcanzada por Fernández, que a fin de cuentas, si bien es el Presidente de todos, para los que viven fuera, es más Presidente cuanto más orgullosos se sientan de él, y es indudable que él es fuente de orgullo para todos, sobre todo en el extranjero. Pero debe ofrecerles algo; la queja de ellos siempre ha sido que los políticos sólo van a buscar fondos, pero después los olvidan.
En la próxima reforma a la Constitución debe quedar consagrada la senaduría de ultramar y, cuando menos, tres diputados, uno para Europa y dos para el territorio continental de Estados Unidos.
Esto debía consignarse en la próxima reforma para no acelerar mucho la cuestión, porque para crear una provincia de ultramar, sin territorio, basta una ley ordinaria del Congreso Nacional, que tiene facultad para crear las demarcaciones políticas, y ello no implica que sean necesariamente territoriales.
Esa provincia, con más de 1,5 millones de habitantes, ya con un 3% de la población electoral registrada, sería una de las más grandes del país y, la más productiva en términos de recursos. No tiene interés en los síndicos, pero sí en el Congreso Nacional y en la Presidencia.
Votantes en varias ciudades
Los dominicanos votantes en el exterior se encuentran diseminados en comunidades de distintas partes del mundo. En el 2004, se registraron 35 mil votantes en el extranjero, pero ahora ascienden a 154,789.
Son electores recién empadronados, en forma voluntaria, lo que les da una alta propensión electoral, que por ejemplo en Boston, en la pasada contienda, alcanzó el 84.15% de todos los inscritos y Leonel sacó el 78% de los votos emitidos.
En Nueva York, votó el 68.22% y Fernández logró el 74% de esos votos. Si el bloque logra el 80% con una abstención del 20%, tiene asegurados cien mil votos y con ellos alcanzaría fácilmente el 60% en la primera vuelta electoral.
Por eso Leonel va a Boston y NY; le faltaría España, que tiene más de un tercio.
Según algunos, los dominicanos ausentes han contribuido con el crecimiento del país, pues sus remesas producen una mayor estabilidad. Por otro lado, entre ellos el Metro es un símbolo de progreso y eventos como la recién pasada Cumbre de Río, los hacen sentir orgullosos en las comunidades en donde realizan sus actividades.
Leonel Fernández les ha elevado la estimación que disfrutan y eso tiene un enorme peso político.
Angel Lockward
Secretario de Estado
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Con los niveles históricos de abstención, en un padrón que se construye en forma obligada, puesto que la inscripción se produce al cumplirse mayoría de edad y por ello contiene a muchos ciudadanos, electoralmente inactivos, los 5,609,598 inscritos se convierten en 4,038,910 de sufragantes, de los cuales, según Penn & Shoen, Leonel tiene 56%, sin los indecisos, por lo que si se suma la misma intención de voto del 2004 de los ausentes, alcanzaría el 57.7%; por eso va a Estados Unidos, en busca de aumentar al 60%.
Las firmas encuestadoras a nivel nacional incluyen un margen de error, pero todavía, ninguna trabaja el mercado del voto del exterior, que si bien nominalmente sólo representa un 2.7%, en términos efectivos, dada su alta disposición electoral y reciente incorporación a los comicios, es un porcentaje más alto de los votos emitidos.
En el PRD, tradicionalmente fuerte en el exterior, se han producido deserciones; pero en el PRSC, que también fue fuerte, se ha ido la totalidad, sobre todo de los que en la campaña interna trabajaron con Amable Aristy, como es el caso de Julio Martínez y su grupo y los seguidores de Eduardo Estrella que no le acompañaron a la Cuarta Vía.
Con esos dirigentes, Leonel puede completar el 4% para llegar, temprano, al 60% de las simpatías. Por eso, el periplo de Miami, Boston y New York, es importante. Además, descansa la plaza local, que está sobrecalentada de política.
La figura de Leonel, que es popular localmente por su trato sencillo, buen ejercicio económico y visión de país, lo es más en el exterior, porque allí se añade el concepto de modernidad y de orgullo.
Los dominicanos que viven en el exterior en sociedades avanzadas aspiran a que en su país el desarrollo produzca lo mismo, por un lado y, por el otro, se sienten orgullosos del espacio internacional y de la dimensión alcanzada por Fernández, que a fin de cuentas, si bien es el Presidente de todos, para los que viven fuera, es más Presidente cuanto más orgullosos se sientan de él, y es indudable que él es fuente de orgullo para todos, sobre todo en el extranjero. Pero debe ofrecerles algo; la queja de ellos siempre ha sido que los políticos sólo van a buscar fondos, pero después los olvidan.
En la próxima reforma a la Constitución debe quedar consagrada la senaduría de ultramar y, cuando menos, tres diputados, uno para Europa y dos para el territorio continental de Estados Unidos.
Esto debía consignarse en la próxima reforma para no acelerar mucho la cuestión, porque para crear una provincia de ultramar, sin territorio, basta una ley ordinaria del Congreso Nacional, que tiene facultad para crear las demarcaciones políticas, y ello no implica que sean necesariamente territoriales.
Esa provincia, con más de 1,5 millones de habitantes, ya con un 3% de la población electoral registrada, sería una de las más grandes del país y, la más productiva en términos de recursos. No tiene interés en los síndicos, pero sí en el Congreso Nacional y en la Presidencia.
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En Nueva York, votó el 68.22% y Fernández logró el 74% de esos votos. Si el bloque logra el 80% con una abstención del 20%, tiene asegurados cien mil votos y con ellos alcanzaría fácilmente el 60% en la primera vuelta electoral.
Por eso Leonel va a Boston y NY; le faltaría España, que tiene más de un tercio.
Según algunos, los dominicanos ausentes han contribuido con el crecimiento del país, pues sus remesas producen una mayor estabilidad. Por otro lado, entre ellos el Metro es un símbolo de progreso y eventos como la recién pasada Cumbre de Río, los hacen sentir orgullosos en las comunidades en donde realizan sus actividades.
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