Por Domingo Gutiérrez.
La unidad del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), sólo se puede lograr en funcion del respeto a las normas democráticas y aplicando lo que podríamos llamar un Plan de Renovación Integral.
Este plan debe ser novedoso, creativo, original y en función de un perfil propio y con una firme voluntad de alcanzar nueva vez la cuota de poder que mantuvo durante muchos años nuestro PRSC.
Un gran segmento de la población no cree en la sinceridad de estos aprestos unitarios en virtud de que sólo se manifiesta en las cabezas conocidas de la cúpula reformista, pero la dirigencia media y las bases no son tomados en cuenta, ni para consulta y mucho menos para su participación en la toma de decisiones a la hora de los llamados "acuerdos de unidad", entre los sectores disidentes y los dirigentes actuales del reformismo.
Hay que tomar en cuenta que esta unidad debe estar sometida a la legalidad, tanto estatutaria, como en función del respeto a la Constitución de la República y las leyes en materia electoral, así como a las normas establecidas por la Junta Central Electoral.
La unidad debe estar basada en el respeto a los principios balagueristas y a la doctrina democrata cristiana, así como en la definición clara del PRSC, de si será un partido pro-gobierno o de oposición y otros detalles más que podríamos tratar en otras entregas que nos obligarán a realizar una radiografía amplia al partido que fundara nuestro fenecido líder histórico, el doctor Joaquín Balaguer.
El autor es periodista y comunicador social,
además dirigente de las bases del PRSC.
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