Escrito por: LUIS GUZMAN
El NacionalEl presidente Leonel Fernández estimó que la especulación constituye uno de los factores de mayor incidencia en el actual sistema financiero internacional, y que ha incidido entre un 30 y un 40 por ciento en el precio del petróleo y los productos alimenticios.
En un artículo que se publica en la edición 26 de la revista Global, el mandatario considera que lo más preocupante es que las condiciones especulativas que hicieron posible el aumento del petróleo y de los alimentos no han desaparecido, y “por tanto estamos a expensas de que en un futuro no muy lejano vuelva a repetirse”.
Subrayó que pese a que la especulación ha desempeñado un papel crucial en el crecimiento de los precios de los alimentos y del petróleo, ha sido ignorada o se le ha prestado poca atención por parte de los analistas y los medios de comunicación.
“La especulación no figura tampoco entre los elementos tomados en consideración por la sabiduría convencional para explicar las razones de dicha alza de precios”, dice.
Indicó que el daño que la especulación financiera suscita en el desempeño de la economía global, así como el impacto que produce en las economías de las naciones, sean ricas o pobres, “es inmenso, incalculable”.
“Para apreciar en toda su magnitud el impacto del alza de los precios de los alimentos es preciso señalar que de 2006 al 2008 el precio del arroz se incrementó en un 127%, el trigo en un 136%, el maíz en un 125%, la soja en un 107% y la leche en más de un 80%”, explica.
Fernández precisa que como resultado de las operaciones especulativas que se realizaron en las materias primas a través de los contratos a futuros, las economías de las naciones se ven afectadas con déficits fiscales, presiones inflacionarias, pérdidas de empleos, déficit de cuenta corriente y de balanza de pagos, alza de tasas de interés y devaluación de sus monedas.
Afirmó que todo eso se traduce en sufrimiento para los ciudadanos, que ven evaporarse sus ingresos y debilitarse su poder de compra, mientras que los gobiernos resultan víctimas de la impotencia, del desaliento y de la falta de recursos y de poder para enfrentar con eficacia los retos que genera esta nueva situación, la que, según advierte, podría provocar serias amenazas a la estabilidad económica y a la gobernabilidad democrática.
Fernández añade que lo preocupante es que las condiciones que hicieron posible el aumento del precio del petróleo y de los alimentos no han desaparecido y se está a expensas de que en un futuro no muy lejano vuelva a repetirse.
Indica además que los factores que dieron lugar al surgimiento de una especulación financiera en los mercados de futuro de materias primas son los mismos que han motivado la crisis inmobiliaria e hipotecaria de los Estados Unidos, “que a su vez ha sido la causa determinante de la actual crisis crediticia, financiera y económica que afecta al mundo”.
Sugiere, empero, que para evitar la repetición de futuras alzas de precios en los productos básicos comercializados en los mercados internacionales es preciso elaborar una nueva legislación que prohíba la utilización de activos financieros en la contratación de compra y venta de productos a futuro, o que establezca un margen mayor a las primas que se pagan por la suscripción de esos contratos.
Igualmente plantea que en lo que se refiere al sistema financiero es evidente la necesidad de diseñar y poner en ejecución un nuevo orden financiero mundial más justo, más equitativo, más incluyente y más solidario.
El NacionalEl presidente Leonel Fernández estimó que la especulación constituye uno de los factores de mayor incidencia en el actual sistema financiero internacional, y que ha incidido entre un 30 y un 40 por ciento en el precio del petróleo y los productos alimenticios.
En un artículo que se publica en la edición 26 de la revista Global, el mandatario considera que lo más preocupante es que las condiciones especulativas que hicieron posible el aumento del petróleo y de los alimentos no han desaparecido, y “por tanto estamos a expensas de que en un futuro no muy lejano vuelva a repetirse”.
Subrayó que pese a que la especulación ha desempeñado un papel crucial en el crecimiento de los precios de los alimentos y del petróleo, ha sido ignorada o se le ha prestado poca atención por parte de los analistas y los medios de comunicación.
“La especulación no figura tampoco entre los elementos tomados en consideración por la sabiduría convencional para explicar las razones de dicha alza de precios”, dice.
Indicó que el daño que la especulación financiera suscita en el desempeño de la economía global, así como el impacto que produce en las economías de las naciones, sean ricas o pobres, “es inmenso, incalculable”.
“Para apreciar en toda su magnitud el impacto del alza de los precios de los alimentos es preciso señalar que de 2006 al 2008 el precio del arroz se incrementó en un 127%, el trigo en un 136%, el maíz en un 125%, la soja en un 107% y la leche en más de un 80%”, explica.
Fernández precisa que como resultado de las operaciones especulativas que se realizaron en las materias primas a través de los contratos a futuros, las economías de las naciones se ven afectadas con déficits fiscales, presiones inflacionarias, pérdidas de empleos, déficit de cuenta corriente y de balanza de pagos, alza de tasas de interés y devaluación de sus monedas.
Afirmó que todo eso se traduce en sufrimiento para los ciudadanos, que ven evaporarse sus ingresos y debilitarse su poder de compra, mientras que los gobiernos resultan víctimas de la impotencia, del desaliento y de la falta de recursos y de poder para enfrentar con eficacia los retos que genera esta nueva situación, la que, según advierte, podría provocar serias amenazas a la estabilidad económica y a la gobernabilidad democrática.
Fernández añade que lo preocupante es que las condiciones que hicieron posible el aumento del precio del petróleo y de los alimentos no han desaparecido y se está a expensas de que en un futuro no muy lejano vuelva a repetirse.
Indica además que los factores que dieron lugar al surgimiento de una especulación financiera en los mercados de futuro de materias primas son los mismos que han motivado la crisis inmobiliaria e hipotecaria de los Estados Unidos, “que a su vez ha sido la causa determinante de la actual crisis crediticia, financiera y económica que afecta al mundo”.
Sugiere, empero, que para evitar la repetición de futuras alzas de precios en los productos básicos comercializados en los mercados internacionales es preciso elaborar una nueva legislación que prohíba la utilización de activos financieros en la contratación de compra y venta de productos a futuro, o que establezca un margen mayor a las primas que se pagan por la suscripción de esos contratos.
Igualmente plantea que en lo que se refiere al sistema financiero es evidente la necesidad de diseñar y poner en ejecución un nuevo orden financiero mundial más justo, más equitativo, más incluyente y más solidario.
Tomado de: www.almomento.net
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