El nuevo desafío
POR JUAN ARÍSTIDES TAVERAS GUZMÁN
En estas elecciones históricas, como dominicano y como político más que comprometido con el proceso democrático, asumimos un paso político de enorme responsabilidad y profundidad, a manos peladas, en busca de seguridad en mis ideales que se me atrofiaban en el PRSC, razón de ser de mi vida pública y privada. Recuerdo que decía Unamuno, que había que “procurar ser padre de nuestro porvenir, más que hijos de nuestro pasado”. Con mas razón viniendo nosotros de la Escuela del gran maestro Balaguer, donde algunos hasta traicionaron y defraudaron aquella hermosa escuela para aprender; pero otros aplicamos la importancia de la vergüenza, la conducta transparente, la confraternidad y la decencia, para no destruir amistades, instituciones, partidos y gobiernos.
Le había pedido al maestro Todopoderoso que atiende cuando se le pide con fe y sinceridad que nos iluminara el camino más garantizable relacionado con las últimas elecciones, y me dispuse estudiar a todos los candidatos.
Como he dicho siempre, todos tenían condiciones, pero en estos momentos de dificultades internas y externas de enorme importancia como la carestía de un petróleo que no producimos y la relacionada con la escasez de productos alimenticios del extranjero, nos desafía de frente, por lo que nos decidimos apoyar al candidato más probado en el poder, inteligente, carismático, de gran olfato político, y otras condiciones que, cuando se tienen y se quiere hacer, producen milagros.
En conclusión, lo tildé como el candidato del momento y, más aún, el político más destacado del siglo XXI. Respeto los criterios adversos que a veces traspasan el límite de la democracia, cayendo en epítetos impropios contra un presidente y candidato repostulado, consciente de que dicha tolerancia lo engrandece, y mucho más cuando aquí dicen muchas cosas, pero la mayorías sin sustentación o de naturaleza politiquera.
Con razón don Juan Bosch y Balaguer descubrieron este joven político que acaba de ganar otra vez en elecciones fuertemente competidas, en todos los aspectos inclusive en la publicidad. Confiamos en el candidato morado y no me extrañó su triunfo, porque el ingeniero Francisco Aquino García, su familia y la mía, y nuestros equipos le prometimos cuando nos juramentó en mi casa a través del Consejo Presidencial Reformista que dirige Carlos Morales, que lo ayudaríamos a ganar. Cumplimos con larguezas.
Es más, llegamos tan lejos, que el jueves 15 en esta misma columna dijimos donde los blancos arropaban en el Cibao, que Leonel se iba en primera vuelta, con mucho más del 50% y otras cosas que dieron las elecciones. Teníamos base que da la experiencia. Me excusan, por favor, y estudios desapasionados, y la política es realidad.
No olvidaré que en el cementerio de Moca después de decir el panegírico del pariente Damián Taveras, me arroparon dirigentes blancos diciéndome que cómo un dirigente como yo, de tanta experiencia, podía soñar apoyando a Leonel. Terminé prometiéndoles que si los blancos ganaban bajaría a Moca a participar en su celebración, porque me serviría de experiencia valiosa, pues tenía datos y estudios de como saldrían las cosas. Ganamos y consideramos que todos los sectores se beneficiaron, incluso los blancos, cuando Miguel Vargas reconoció el triunfo de Fernández, proyectándose como político que madura, lo que da esperanza al proceso democrático.
La Junta Central jugó un papel estelar aunque siempre dije que lo harían, pues conozco ese personal. Quiero felicitar a la primera dama doña Margarita, que jugó un papel inteligente, consecuente y fino. La clase política se empantalonó y se recogió, de forma que todos debemos celebrar la revitalización del proceso, aunque ciertamente se gastó más de la cuenta, pero todos los participantes lo hicieron y esa experiencia nos obliga a superar esa realidad para el próximo torneo. Finalmente, Presidente, entrémosle con todo el brazo por todos los medios al trabajo digno para producir al máximo y que seamos de verdad el granero del Caribe en el próximo gobierno, transparente, creativo, honrado y justo, como lo merece usted, que concitó tantos sectores aliados como el nuevo presidente de los dominicanos.
Le había pedido al maestro Todopoderoso que atiende cuando se le pide con fe y sinceridad que nos iluminara el camino más garantizable relacionado con las últimas elecciones, y me dispuse estudiar a todos los candidatos.
Como he dicho siempre, todos tenían condiciones, pero en estos momentos de dificultades internas y externas de enorme importancia como la carestía de un petróleo que no producimos y la relacionada con la escasez de productos alimenticios del extranjero, nos desafía de frente, por lo que nos decidimos apoyar al candidato más probado en el poder, inteligente, carismático, de gran olfato político, y otras condiciones que, cuando se tienen y se quiere hacer, producen milagros.
En conclusión, lo tildé como el candidato del momento y, más aún, el político más destacado del siglo XXI. Respeto los criterios adversos que a veces traspasan el límite de la democracia, cayendo en epítetos impropios contra un presidente y candidato repostulado, consciente de que dicha tolerancia lo engrandece, y mucho más cuando aquí dicen muchas cosas, pero la mayorías sin sustentación o de naturaleza politiquera.
Con razón don Juan Bosch y Balaguer descubrieron este joven político que acaba de ganar otra vez en elecciones fuertemente competidas, en todos los aspectos inclusive en la publicidad. Confiamos en el candidato morado y no me extrañó su triunfo, porque el ingeniero Francisco Aquino García, su familia y la mía, y nuestros equipos le prometimos cuando nos juramentó en mi casa a través del Consejo Presidencial Reformista que dirige Carlos Morales, que lo ayudaríamos a ganar. Cumplimos con larguezas.
Es más, llegamos tan lejos, que el jueves 15 en esta misma columna dijimos donde los blancos arropaban en el Cibao, que Leonel se iba en primera vuelta, con mucho más del 50% y otras cosas que dieron las elecciones. Teníamos base que da la experiencia. Me excusan, por favor, y estudios desapasionados, y la política es realidad.
No olvidaré que en el cementerio de Moca después de decir el panegírico del pariente Damián Taveras, me arroparon dirigentes blancos diciéndome que cómo un dirigente como yo, de tanta experiencia, podía soñar apoyando a Leonel. Terminé prometiéndoles que si los blancos ganaban bajaría a Moca a participar en su celebración, porque me serviría de experiencia valiosa, pues tenía datos y estudios de como saldrían las cosas. Ganamos y consideramos que todos los sectores se beneficiaron, incluso los blancos, cuando Miguel Vargas reconoció el triunfo de Fernández, proyectándose como político que madura, lo que da esperanza al proceso democrático.
La Junta Central jugó un papel estelar aunque siempre dije que lo harían, pues conozco ese personal. Quiero felicitar a la primera dama doña Margarita, que jugó un papel inteligente, consecuente y fino. La clase política se empantalonó y se recogió, de forma que todos debemos celebrar la revitalización del proceso, aunque ciertamente se gastó más de la cuenta, pero todos los participantes lo hicieron y esa experiencia nos obliga a superar esa realidad para el próximo torneo. Finalmente, Presidente, entrémosle con todo el brazo por todos los medios al trabajo digno para producir al máximo y que seamos de verdad el granero del Caribe en el próximo gobierno, transparente, creativo, honrado y justo, como lo merece usted, que concitó tantos sectores aliados como el nuevo presidente de los dominicanos.
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