Primarias PRSC
POR JUAN ARISTIDES TAVERAS GUZMAN
POR JUAN ARISTIDES TAVERAS GUZMAN
Estos trabajos los escribo siempre los lunes para entregarlo cada martes. Esa circunstancia nos limitará a comentar el esfuerzo que acabamos de hacer los reformistas, para celebrar nuestras primarias, y elegir nuestro futuro candidato para competir el próximo año buscando la dirección política del Estado que nos corresponde.
Al momento de escribir, nuestro compatriota Amable Aristy Castro lleva la delantera, y no queremos violentar el compromiso de seguir aportando condiciones para que arribemos a un final unidos, a pesar de lo difícil que es siempre la política, en un pueblo caliente como el nuestro. Hasta la fecha, todo va bien, ligeras fallas como siempre. Nosotros mismos lo vimos, pero no estamos en Suiza ni en el otro mundo. Todavía seguimos en nuestro amado país.
Cuando haya una decisión definitiva, abundaremos pero mientras tanto quiero felicitar a todos por los logros hasta este momento, y especialmente reiterar lo que rogué el jueves pasado a los tres precandidatos, licenciado Aristy Castro, licenciado Luis Toral e ingeniero Eduardo Estrella; que no se dejen provocar, que mantengan la decencia y el respeto recíproco, y el que pierda ayude al que resulte ganador democrática y civilizadamente, porque a la mayoría hay que respetarla.
Quiero insistir que nuestro partido puede ocupar un lugar interesantísimo para el 2008, si queremos. La política democrática lo faculta y para lograr ese cambio que con urgencia necesita nuestro país, el propio PLD lo podría patrocinar también, pero ellos no están en eso, con el agravante de que hay deterioro acentuado en casi todos los sectores, y olvidos oficiales de soluciones, en las provincias.
Voy a tocar algo que vi publicado el domingo último en el periódico Hoy, y aclararé algunos datos para la historia, porque están desnaturalizados pero hay dolientes para bien o para mal. Las informaciones tergiversadas deben aclararse con la verdad.
Hay algo que es necesario recordar que va en mi contra en esta aclaración, porque en la historia política del país, casi todos los candidatos que han perdido en elecciones de primarias o nacionales alegan fraude o por lo menos trampa, inclusive lo vimos hasta en compañeros del mismo partido, en las recientes elecciones del PLD.
La aclaración que voy a hacer enseña y se relaciona con nuestras primarias reformistas del 1994, donde participé siendo el único precandidato que no tenía empleo. Nunca he tenido fortuna ni jamás he querido pedir para hacer política y mucho menos aprovecharme como funcionario del Estado. El doctor Balaguer se dejó sorprender de una intriga en mi contra siendo yo Canciller del país y por ello pasé tres meses fuera del tren administrativo. Afortunadamente, cuando el presidente Balaguer lo investigó, se dio cuenta de que era una injusticia y volvió a designarme Secretario de Estado de Trabajo.
En las primarias del 1994 intervinieron además Jacinto Peynado, quien era Vice-Presidente; Carlos Morales, secretario de Relaciones Exteriores; Gómez Bergés, jefe de Fomento, y Lockward, jefe de Lomé.
Arranqué la campaña y cuando llegué a las provincias, ya todo lo habían cubierto mis compatriotas mencionados, que salieron meses antes, con el agravante de que me rechazaron el acreditamiento de mis delegados en la mayoría de las Provincias, supuestamente porque mi área electoral envió el listado tarde de mis delegados.
Eso trajo profunda inconformidad hasta extremo que don Jacinto Peynado, que era mi aliado fue a mi casa con su esposa; Arístides Fernández, el ex-diputado Valdez Vidaurre y otros, y me informaron lo que me habían hecho. Les dije que no se atormentaran, que lo que yo buscaba era probar y aprender más. Jacinto dijo: "Necesitamos cubrir tu mesa, a mí me sobran más de mil hombres". Le dije que no había problemas, le firmé las credenciales, y lo que no supe nunca fue donde fueron a parar esos votos, de esas provincias que me habían rechazado el acreditamiento. Recuerdo que oficialmente me notificaron unos ocho mil votos nulos y 4 mil votos limpios.
Por favor, me uno con sinceridad, respeto y simpatía a la conmemoración de hoy de la hazaña histórica que iniciaron en el país un 14 el junio, donde un ejército de jóvenes dieron su sangre y su vida a favor de la dignidad y libertad de nuestro pueblo, durante la camisa de fuerza de la dictadura de Trujillo, que enterró el desarrollo democrático y libertario de nuestro pueblo.
Al momento de escribir, nuestro compatriota Amable Aristy Castro lleva la delantera, y no queremos violentar el compromiso de seguir aportando condiciones para que arribemos a un final unidos, a pesar de lo difícil que es siempre la política, en un pueblo caliente como el nuestro. Hasta la fecha, todo va bien, ligeras fallas como siempre. Nosotros mismos lo vimos, pero no estamos en Suiza ni en el otro mundo. Todavía seguimos en nuestro amado país.
Cuando haya una decisión definitiva, abundaremos pero mientras tanto quiero felicitar a todos por los logros hasta este momento, y especialmente reiterar lo que rogué el jueves pasado a los tres precandidatos, licenciado Aristy Castro, licenciado Luis Toral e ingeniero Eduardo Estrella; que no se dejen provocar, que mantengan la decencia y el respeto recíproco, y el que pierda ayude al que resulte ganador democrática y civilizadamente, porque a la mayoría hay que respetarla.
Quiero insistir que nuestro partido puede ocupar un lugar interesantísimo para el 2008, si queremos. La política democrática lo faculta y para lograr ese cambio que con urgencia necesita nuestro país, el propio PLD lo podría patrocinar también, pero ellos no están en eso, con el agravante de que hay deterioro acentuado en casi todos los sectores, y olvidos oficiales de soluciones, en las provincias.
Voy a tocar algo que vi publicado el domingo último en el periódico Hoy, y aclararé algunos datos para la historia, porque están desnaturalizados pero hay dolientes para bien o para mal. Las informaciones tergiversadas deben aclararse con la verdad.
Hay algo que es necesario recordar que va en mi contra en esta aclaración, porque en la historia política del país, casi todos los candidatos que han perdido en elecciones de primarias o nacionales alegan fraude o por lo menos trampa, inclusive lo vimos hasta en compañeros del mismo partido, en las recientes elecciones del PLD.
La aclaración que voy a hacer enseña y se relaciona con nuestras primarias reformistas del 1994, donde participé siendo el único precandidato que no tenía empleo. Nunca he tenido fortuna ni jamás he querido pedir para hacer política y mucho menos aprovecharme como funcionario del Estado. El doctor Balaguer se dejó sorprender de una intriga en mi contra siendo yo Canciller del país y por ello pasé tres meses fuera del tren administrativo. Afortunadamente, cuando el presidente Balaguer lo investigó, se dio cuenta de que era una injusticia y volvió a designarme Secretario de Estado de Trabajo.
En las primarias del 1994 intervinieron además Jacinto Peynado, quien era Vice-Presidente; Carlos Morales, secretario de Relaciones Exteriores; Gómez Bergés, jefe de Fomento, y Lockward, jefe de Lomé.
Arranqué la campaña y cuando llegué a las provincias, ya todo lo habían cubierto mis compatriotas mencionados, que salieron meses antes, con el agravante de que me rechazaron el acreditamiento de mis delegados en la mayoría de las Provincias, supuestamente porque mi área electoral envió el listado tarde de mis delegados.
Eso trajo profunda inconformidad hasta extremo que don Jacinto Peynado, que era mi aliado fue a mi casa con su esposa; Arístides Fernández, el ex-diputado Valdez Vidaurre y otros, y me informaron lo que me habían hecho. Les dije que no se atormentaran, que lo que yo buscaba era probar y aprender más. Jacinto dijo: "Necesitamos cubrir tu mesa, a mí me sobran más de mil hombres". Le dije que no había problemas, le firmé las credenciales, y lo que no supe nunca fue donde fueron a parar esos votos, de esas provincias que me habían rechazado el acreditamiento. Recuerdo que oficialmente me notificaron unos ocho mil votos nulos y 4 mil votos limpios.
Por favor, me uno con sinceridad, respeto y simpatía a la conmemoración de hoy de la hazaña histórica que iniciaron en el país un 14 el junio, donde un ejército de jóvenes dieron su sangre y su vida a favor de la dignidad y libertad de nuestro pueblo, durante la camisa de fuerza de la dictadura de Trujillo, que enterró el desarrollo democrático y libertario de nuestro pueblo.
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