POR JUAN ARISTIDES TAVERAS GUZMAN
En mi condición de reformista sin vacaciones y actualmente vicepresidente nacional de la Comisión Consultiva y Política, prometí el pasado jueves ampliar, después que hubiera un fallo definitivo, sobre nuestras primarias.
Comienzo reiterando que, si nos proponemos de verdad, podríamos los reformistas dar la pelea al máximo nivel en el año 2008, pero tenemos que pagar el precio y proponernos.
Por ello, insistiré en forma transparente para que mi querido amigo y compatriota don Eduardo Estrella y su valioso equipo de trabajo y seguidores, recordarles que la política es realidad y la casa propia no se puede abandonar por inconformidades manejables, menos en estos momentos, cuando algunos intereses quieren acabar de desmantelarnos como partido.
Además, don Eduardo, usted ha realizado una carrera limpia, confraterna, con decencia, por lo que no debemos inobservar que la Dirección Electoral del PRSC recontó los votos y dio un boletín definitivo de que don Amable ganó con el 55.21%, usted sacó 41.51% y don Luis Toral 3.28%.
Por otro lado, se firmo un compromiso histórico de unidad en Jarabacoa donde ustedes, los precandidatos, firmaron con representaciones de todo el partido.
La propia Junta Central Electoral, hoy dirigida por el prominente civilista Julio César Castaños y con jueces relevantes, no ha cuestionado dichas primarias. Inclusive la prestigiosa institución Participación Ciudadana la defendió, dirigida por un gran luchador llamado Don Porfirio Rodríguez, comprometido con el proceso democrático con sangre y grandes recursos familiares al ser nieto de Juancito Rodríguez, quienes se la jugaron, perdieron la vida y sus bienes luchando contra la dictadura de Trujillo. Esas familias no han facturado aquella inversión a favor de las libertades. Ser justo honra.
En definitiva, nuestras leyes no son las mejores Don Eduardo, pero es lo que tenemos hasta la fecha.
Usted es buen hijo, conozco muy bien su árbol genealógico, pero no debe dañar, excúseme, con los pies, lo que ha hecho en muchos años con las manos.
El país nos necesita, pero unidos. No debemos darles más pechuga a quienes nos persiguen. El gesto más reciente, por las mismas razones, lo hizo Danilo Medina en el PLD y manejó su ego y su juicio político, y se quedó en su casa, el PLD.
El país está deseoso de que vuelva la seguridad con oportunidades para todos, sin cuestionar su sentir político, donde haya comida barata, una economía saneada, un medio ambiente protegido, y muchos recuerdan que sin préstamos, sin impuestos y sin presupuestos, los reformistas desarrabalizamos el país y lo sembramos por todas partes de obras de todo tipo, incluyendo las autopistas, carreteras, zonas francas, base del turismo, aeropuertos, escuelas, acueductos, casi todo lo que hay. Ahí están las pruebas.
La obra no fue perfecta, no, no, pero nunca obras humana lo han sido. Comparemos de verdad y, sin pasión, fue mucho más positivo que negativo.
Don Eduardo, el suscrito votó por usted y le fui a su acto de lanzamiento, pero también al de don Amable, y no fui al de Luis Toral, porque si lo hizo no me invitó, es decir, tres amigos que le sobran méritos, y quiero, pero hay decisiones que hay que tomarlas aunque haya que tragarse la propia sangre.
Como nunca, usted debe permanecer en su casa reformista. Además, es muy joven todavía y le falta inclusive la madurez de la experiencia para mayor confiabilidad. No se desespere, hermano Eduardo, que nosotros le llevamos algunos años y hemos sufrido peores ocurrencias. Decía J. La Fontaine "Que ningún camino de flores, conduce a la gloria".
Vamos a dar el pleito en nuestra casa. Además, don Amable Aristy es un dirigente decente, humilde y trabajador.
Hablo con más propiedad, no sólo porque conozco al cojo sentado, sino que mi secretaria política de 20 años, licenciada Martha Dominici, en los últimos tiempos trabaja con Amable en la Liga Municipal y me cuenta que son miles las obras de bien social que de alguna forma realiza.
Amable todos los días, da cajas de muertos; recetas en los pueblos; triciclos; sillas de ruedas; soluciones de casa hipotecadas; medicinas; operativos médicos, en fin, trabaja mañana, tarde y noche sin pelear con nadie, llamando a la unidad.
Eso es lo que ayuda en política, y en la vida hay derechos pero también obligaciones.
Compatriotas, por Dios, nuestro país nos necesita como nunca. Se lo pide un dirigente también más que comprometido con el proceso, con el bienestar, y con más edad que usted, don Eduardo, y hasta decliné la
Presidencia del país en 1986 por la unidad de la familia reformista, y otros.
Siga con nosotros, que no hemos terminado los herederos del líder Balaguer.
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