DECLARACION DEL INGENIERO EDUARDO ESTRELLA
Pedimos a los magistrados de la Junta Central Electoral que apliquen lo que establece la Ley 3 0-06 en lo relativo al requerimiento formulado por el Partido Reformista Social Cristiano a fin de evitar que otras fuerzas políticas utilicen los símbolos de nuestra organización.
No puede haber democracia en una sociedad donde el primer mandatario de la Nación es el promotor a la violación de las leyes estimulando el debilitamiento de las instituciones llamadas a ser soportes del sistema democrático.
La Junta Central Electoral está en la obligación de encausar acciones contra los violadores de la referida ley, en perjuicio de nuestro partido en un acto celebrado el pasado domingo en el club Mauricio Báez, de la Capital, el cual fue encabezado por el presidente Fernández.
El presidente Fernández con su actitud antidemocrática e ilegal no solamente desafia a las autoridades del máximo tribunal electoral sino que con su actuación confirma la existencia, como han denunciado diferentes sectores de la sociedad dominicana y hasta embajadores acreditados en el país, de un clima de inseguridad jurídica en Republica Dominicana.
Nuestra Constitución establece como juramento para los funcionarios de elección popular el cumplir y hacer cumplir las leyes y el Estado de derecho no es más que el predominio de la ley aplicado por igual a todos los ciudadanos, incluyendo el propio Presidente de la Republica.
Ante la situación que vivimos en el país de crisis en los diversos sectores de la vida nacional se impone el predicamento de Don Benito Juárez de que el respeto al derecho ajeno es la paz.
La actitud del presidente Fernández no es más que una provocación, un abuso de poder y un desafio a la autoridad electoral y a la Justicia.
Un gobernante que irrespeta a los adversarios en la forma indignante como lo hace el presidente de la Republica, bajo ninguna circunstancia debe esperar que recibirá un trato respetuoso y considerado de la oposición.
Con este comportamiento el presidente Fernández estimula la formación de un clima de incertidumbre, conflictos e ingobernabilidad que afecte a la sociedad dominicana.
Miércoles 25 de Abril de 2007
Pedimos a los magistrados de la Junta Central Electoral que apliquen lo que establece la Ley 3 0-06 en lo relativo al requerimiento formulado por el Partido Reformista Social Cristiano a fin de evitar que otras fuerzas políticas utilicen los símbolos de nuestra organización.
No puede haber democracia en una sociedad donde el primer mandatario de la Nación es el promotor a la violación de las leyes estimulando el debilitamiento de las instituciones llamadas a ser soportes del sistema democrático.
La Junta Central Electoral está en la obligación de encausar acciones contra los violadores de la referida ley, en perjuicio de nuestro partido en un acto celebrado el pasado domingo en el club Mauricio Báez, de la Capital, el cual fue encabezado por el presidente Fernández.
El presidente Fernández con su actitud antidemocrática e ilegal no solamente desafia a las autoridades del máximo tribunal electoral sino que con su actuación confirma la existencia, como han denunciado diferentes sectores de la sociedad dominicana y hasta embajadores acreditados en el país, de un clima de inseguridad jurídica en Republica Dominicana.
Nuestra Constitución establece como juramento para los funcionarios de elección popular el cumplir y hacer cumplir las leyes y el Estado de derecho no es más que el predominio de la ley aplicado por igual a todos los ciudadanos, incluyendo el propio Presidente de la Republica.
Ante la situación que vivimos en el país de crisis en los diversos sectores de la vida nacional se impone el predicamento de Don Benito Juárez de que el respeto al derecho ajeno es la paz.
La actitud del presidente Fernández no es más que una provocación, un abuso de poder y un desafio a la autoridad electoral y a la Justicia.
Un gobernante que irrespeta a los adversarios en la forma indignante como lo hace el presidente de la Republica, bajo ninguna circunstancia debe esperar que recibirá un trato respetuoso y considerado de la oposición.
Con este comportamiento el presidente Fernández estimula la formación de un clima de incertidumbre, conflictos e ingobernabilidad que afecte a la sociedad dominicana.
Miércoles 25 de Abril de 2007
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