En América Latina continúa la fiebre reeleccionista
Gabriel Profiti
El reciente anuncio del oficialista Movimiento al Socialismo (MAS) boliviano de impulsar una reforma constitucional que permita la reelección del presidente Evo Morales hasta 2018 avivó una fiebre reeleccionista en América Latina.Junto con esa aspiración del MAS, Hugo Chávez planea su permanencia indefinida en Venezuela y allegados a Tabaré Vázquez impulsan una reforma constitucional para que el líder frenteamplista pueda quedarse otro período al frente de Uruguay.En Paraguay, uno de los pocos países que impide la sumatoria de mandatos en la región, Nicanor Duarte Frutos debió desistir a fines de 2006 de su vocación de permanencia en el cargo ante la falta de respaldo parlamentario.Por su parte, Néstor Kirchner —sin necesidad de reformas—parece pergeñar un plan para que su apellido se mantenga varios años en el poder, aunque el “efecto Misiones” logró contener el afán reeleccionista en varias provincias.En verdad, la tendencia tiene varios capítulos y distintas modalidades. Un minucioso trabajo publicado por Daniel Zovatto, director regional para América Latina de International IDEA, dio cuenta del fenómeno luego de que la Corte de Constitucionalidad colombiana abrió el camino para la reelección del presidente Alvaro Uribe, consumada en 2006.Uribe no fue el único presidente reelecto consecutivamente en ese año en la región: también lo lograron Luiz Inácio Lula Da Silva de Brasil, gracias a una reforma impulsada por su antecesor Fernando Henrique Cardoso, y Chávez.También volvieron al gobierno en forma alternada: Oscar Arias en Costa Rica, Alan García en Perú y Daniel Ortega en Nicaragua.“En todos los países de América Latina, desde el siglo XIX la tradición constitucional republicana había prohibido las reelecciones, para contrapesar las históricas tendencias personalistas de nuestra política”, sostuvo el consultor y politólogo Julio Burdman. El director de la carrera de Relaciones Internacionales de la Universidad de Belgrano (UB) precisó que “desde los 90, una nueva oleada de personalismos ocupa el centro de la escena política. Y las reformas reeleccionistas se diseminan por todos los países latinoamericanos”.Indicó que “a partir de 1993, en casi la mitad de los países latinoamericanos, se reincorpora la reelección consecutiva: Perú, Brasil, Argentina, Venezuela, Colombia, República Dominicana, Costa Rica y próximamente en Bolivia”.Y sostuvo que América Latina es la región del mundo “más sensible al fenómeno del contagio político”.Zovatto puntualizó que Perú es el único país que en la última década marchó en sentido inverso, ya que luego de estar permitida la reelección consecutiva (durante el régimen fujimorista), en 2000 se la restringió a la modalidad alternada.LOS NUEVOS CASOS. Bolivia y Uruguay posiblemente modifiquen sus Constituciones para posibilitar que los presidentes tengan un segundo mandato consecutivo.En los últimos 30 años, como parte de la tercera ola democrática en la región, Argentina, Brasil y Perú (lo revirtió en 2000), y Venezuela y República Dominicana pasaron de la reelección alternada a la inmediata.Sólo cuatro naciones latinoamericanas, Guatemala, Honduras, México y Paraguay —pese al intento de Duarte Frutos— prohíben totalmente la reelección.Según reseñó Zovatto, la tendencia durante las últimas tres décadas es claramente favorable a la reelección. En siete de los 14 países que permiten la reelección inmediata o alternada la medida se ha ejercido.Ahora bien ¿es perjudicial la reelección? “Esta fiebre reeleccionista, en mi opinión, es una mala noticia para una región como la nuestra caracterizada por la debilidad institucional”, sostuvo el representante de International IDEA.Para Burdman “en sí misma no es un problema para la calidad democrática, salvo en los casos en que no están dadas las condiciones para la competencia política”.“En aquellos países o estados provinciales en los que ser oficialismo representa una ventaja tan grande —por factores económicos, políticos o culturales— para ganar elecciones, es prudente que las instituciones limiten o prohíban la reelección”, evaluó.Los casos más radicales de la saga reeleccionista latinoamericana pueden ser los de Venezuela y Bolivia, si prosperan las intenciones de Chávez y Morales.Al ser reelecto a fines de 2006, Chávez dijo que los venezolanos tendrán otros 14 años de su gobierno porque en 2010 convocaría a un referéndum para reformar la Constitución nuevamente y establecer la reelección indefinida.En Bolivia, la reelección de Morales es uno de los objetivos políticos del oficialista Movimiento al Socialismo (MAS) y el presidente impulsa un adelantamiento de las elecciones generales para 2008, pese a que tiene mandato para 2010.Eso significa que la próxima elección será la primera para Morales y de aprobarse la reelección podría quedarse en el poder hasta 2018 (cinco años por gestión), siempre que el voto le favorezca como en 2005.En Uruguay, el tema de la reelección presidencial ocupa espacios políticos desde su primer año de gestión cuando el hermano del Presidente, Jorge Vázquez, lanzó la idea.Constitucionalmente está vedado a un presidente presentarse a una reelección tras cumplir sus cinco años de gobierno y debe esperar que transcurra otro período para volver a postularse. El período de Vázquez finaliza en 2010.Analistas uruguayos coinciden en que en realidad Vázquez quiere volver a postularse pero tiene un compromiso con el ministro de Economía Danilo Astori, quien a su vez no es muy querido por todo el abanico del gobernante Frente Amplio.El tema de la reelección podría ser impulsado en una eventual reforma del Estado que el oficialismo está por lanzar.
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