Hallan el fósil completo de un plesiosaurio
EFE
BUENOS AIRES
El hallazgo fue fruto de una expedición que realizaron investigadores argentinos y estadounidenses al Cabo Lamb, ubicado al sudoeste de la isla Vega (norte de la Península Antártica) y a unos 60 km de la base argentina Marambio.
EFE
BUENOS AIRES
El hallazgo fue fruto de una expedición que realizaron investigadores argentinos y estadounidenses al Cabo Lamb, ubicado al sudoeste de la isla Vega (norte de la Península Antártica) y a unos 60 km de la base argentina Marambio.
El hallazgo fue fruto de una expedición que realizaron investigadores argentinos y estadounidenses al Cabo Lamb, ubicado al sudoeste de la isla Vega (norte de la Península Antártica) y a unos 60 km de la base argentina Marambio.
Un grupo de científicos argentinos anunció ayer el hallazgo en la Antártida de un esqueleto fosilizado completo de un ejemplar joven de plesiosaurio, un reptil marino que habitó en ese lugar hace 70 millones de años.
''Los restos fósiles representan uno de los esqueletos de plesiosaurio más completos jamás hallados y sin dudas es el mejor articulado --es decir, con sus huesos unidos-- de todos los hallados en la Antártida'', destacaron los científicos.
El hallazgo fue fruto de una expedición que realizaron investigadores argentinos y estadounidenses al Cabo Lamb, ubicado al sudoeste de la isla Vega (norte de la Península Antártica) y a unos 60 km de la base argentina Marambio, en medio de vientos huracanados y bajas temperaturas extremas, dijo en rueda de prensa el director argentino del Antártico, Mariano Memolli.
El grupo de investigadores estuvo integrado por los estadounidenses James Martin, de la Escuela de Minas y Museo Tecnológico de Geología de Dakota del Sur, y Judo Case, de la Universidad de Washington Oriental, y los argentinos Marcelo Reguero, del Museo de La Plata, y Sergio Marenssi y Sergio Santillana, del Instituto Antártico Argentino.
Según Memolli, este grupo viene trabajando desde 1998 en la isla Vega, donde encontraron otros fósiles, y fue en el 2005 cuando extrajeron los restos del plesiosaurio descubiertos a unos 200 m sobre el nivel del mar, que luego fueron trasladados al Museo de Dakota del Sur para su preparación, réplica y estudio.
El plesiosaurio cuyos restos se encontraron habitó, al parecer, las aguas antárticas durante un período en el cual los continentes y los océanos eran mucho más cálidos que en la actualidad.
La reconstrucción de la criatura de cuello largo recuerda al mítico ''Nessie'', el monstruo de Lago Ness, en Escocia, pero la evidencia científica demuestra que estos saurios se extinguieron hace más de 65 millones de años junto con los grandes dinosaurios.
La réplica presentada permite ver que el plesiosaurio tenía dos aletas que usaba como remos y que le permitían ''volar en el agua'', en un movimiento parecido al de los pingüinos.
El ejemplar encontrado, un elasmosaurio --variedad de plesiosaurio--, tenía 1.5 metros de largo, lo que denota que se trataba de un espécimen joven, pues un adulto de esta especie llegaba a medir unos 10 m.
En la zona del estómago, que según los investigadores ''está espectacularmente bien preservada'', se encontraron numerosas piedras pequeñas y redondeadas, llamadas ''gastrolitos'', que eran ingeridas para facilitar la flotación a diferentes profundidades y ayudar en la digestión.
Los investigadores especulan que una erupción podría haber causado la muerte del animal, pues durante las excavaciones se descubrieron varias capas de cenizas volcánicas con restos vegetales carbonizados intercalados en las capas de areniscas marinas que encerraban al ejemplar descubierto.
Esto podría sugerir una caída simultánea de gran cantidad de árboles y plantas, por lo que tanto la explosión como la lluvia de cenizas pudieron haber matado al joven reptil marino.
La expedición fue financiada por la Fundación Nacional de Ciencias de Estados Unidos y el Instituto Antártico Argentino a través de la Dirección Nacional del Antártico del país sudamericano.
Un grupo de científicos argentinos anunció ayer el hallazgo en la Antártida de un esqueleto fosilizado completo de un ejemplar joven de plesiosaurio, un reptil marino que habitó en ese lugar hace 70 millones de años.
''Los restos fósiles representan uno de los esqueletos de plesiosaurio más completos jamás hallados y sin dudas es el mejor articulado --es decir, con sus huesos unidos-- de todos los hallados en la Antártida'', destacaron los científicos.
El hallazgo fue fruto de una expedición que realizaron investigadores argentinos y estadounidenses al Cabo Lamb, ubicado al sudoeste de la isla Vega (norte de la Península Antártica) y a unos 60 km de la base argentina Marambio, en medio de vientos huracanados y bajas temperaturas extremas, dijo en rueda de prensa el director argentino del Antártico, Mariano Memolli.
El grupo de investigadores estuvo integrado por los estadounidenses James Martin, de la Escuela de Minas y Museo Tecnológico de Geología de Dakota del Sur, y Judo Case, de la Universidad de Washington Oriental, y los argentinos Marcelo Reguero, del Museo de La Plata, y Sergio Marenssi y Sergio Santillana, del Instituto Antártico Argentino.
Según Memolli, este grupo viene trabajando desde 1998 en la isla Vega, donde encontraron otros fósiles, y fue en el 2005 cuando extrajeron los restos del plesiosaurio descubiertos a unos 200 m sobre el nivel del mar, que luego fueron trasladados al Museo de Dakota del Sur para su preparación, réplica y estudio.
El plesiosaurio cuyos restos se encontraron habitó, al parecer, las aguas antárticas durante un período en el cual los continentes y los océanos eran mucho más cálidos que en la actualidad.
La reconstrucción de la criatura de cuello largo recuerda al mítico ''Nessie'', el monstruo de Lago Ness, en Escocia, pero la evidencia científica demuestra que estos saurios se extinguieron hace más de 65 millones de años junto con los grandes dinosaurios.
La réplica presentada permite ver que el plesiosaurio tenía dos aletas que usaba como remos y que le permitían ''volar en el agua'', en un movimiento parecido al de los pingüinos.
El ejemplar encontrado, un elasmosaurio --variedad de plesiosaurio--, tenía 1.5 metros de largo, lo que denota que se trataba de un espécimen joven, pues un adulto de esta especie llegaba a medir unos 10 m.
En la zona del estómago, que según los investigadores ''está espectacularmente bien preservada'', se encontraron numerosas piedras pequeñas y redondeadas, llamadas ''gastrolitos'', que eran ingeridas para facilitar la flotación a diferentes profundidades y ayudar en la digestión.
Los investigadores especulan que una erupción podría haber causado la muerte del animal, pues durante las excavaciones se descubrieron varias capas de cenizas volcánicas con restos vegetales carbonizados intercalados en las capas de areniscas marinas que encerraban al ejemplar descubierto.
Esto podría sugerir una caída simultánea de gran cantidad de árboles y plantas, por lo que tanto la explosión como la lluvia de cenizas pudieron haber matado al joven reptil marino.
La expedición fue financiada por la Fundación Nacional de Ciencias de Estados Unidos y el Instituto Antártico Argentino a través de la Dirección Nacional del Antártico del país sudamericano.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario