Bush, con el TLC y con Uribe
Uribe se juega sus programas de comercio y política exterior.El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, defendió el Tratado de Libre Comercio (TLC) con Colombia, después de reunirse con su homólogo colombiano, Álvaro Uribe.
Uribe inició oficialmente este miércoles una visita de tres días a Washington, cuyo principal objetivo es revivir el compromiso de EE.UU. con el TLC y garantizar la financiación de la segunda fase del Plan Colombia.
Al concluir la reunión, Bush dijo que el TLC con Colombia, que todavía no ha sido ratificado por el Congreso estadounidense, "tiene implicaciones estratégicas" para Estados Unidos.
"Los acuerdos comerciales con Colombia, Perú y Panamá son mucho más que pactos comerciales", señaló Bush.
Según él, estos acuerdos "muestran que Estados Unidos es solidario con los países latinoamericanos en su esfuerzo por construir democracias sanas y estables".
Los acuerdos comerciales con Colombia, Perú y Panamá son mucho más que pactos comerciales
George W. Bush, presidente de Estados UnidosEl presidente colombiano también tratará de despejar las dudas que rondan en torno a su gobierno por el escándalo de la para-política.
Asimismo, pretende recuperarse del desaire provocado por el ex vicepresidente estadounidense Al Gore, quien no quiso asistir a una convención donde se encontraba Uribe en Miami hace casi dos semanas, debido al escándalo por los vínculos de grupos paramilitares con la clase política colombiana.
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Sindicalistas amenazados
La agenda de Uribe también contempla encuentros con la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y con dirigentes sindicales estadounidenses.
El senador Leahy tiene dudas sobre los vínculos del ejército con paramilitares.Ésta es la primera visita de Álvaro Uribe a Washington desde que los demócratas asumieron el control del Congreso.
Con estos legisladores, Uribe encontrará el camino un tanto más pedregoso.
Muchos se oponen al TLC, no solamente por la posible amenaza de desempleo que significaría para los trabajadores estadounidenses, sino por el pobre desempeño del gobierno colombiano en la defensa de sindicalistas en ese país.
Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), durante el mandato de Uribe han ocurrido 400 asesinatos de sindicalistas, y la mayoría han quedado en la impunidad.
Para abordar la situación de la defensa de los derechos del trabajador, Uribe tiene planeado dialogar con los líderes de la poderosa asociación sindical de Estados Unidos, AFL-CIO.
Nueva estrategia
El presidente colombiano también encontrará dificultades con la aprobación de fondos para la segunda fase del Plan Colombia, la estrategia para erradicar cultivos ilícitos y enfrentar a los grupos armados ilegales.
Lea: Plan Colombia: ¿en qué se gasta el dinero?
El mes pasado, el senador demócrata Patrick Leahy congeló US$55 millones en asistencia militar debido a preocupaciones por la violación de los derechos humanos y los supuestos vínculos del ejército con grupos paramilitares.
Para allanar el camino, el gobierno colombiano envió a EE.UU. al fiscal general Mario Iguarán, que ya se reunió con líderes del Congreso y funcionarios de la administración del presidente Bush.
Iguarán defendió el combate contra el paramilitarismo, pero aparentemente no pudo despejar las dudas sobre la amenaza a los sindicatos y a los grupos no gubernamentales.
El gobierno colombiano estará utilizando una nueva estrategia.
Según la agencia de noticias AP, los consejeros de Uribe han reclutado a una destacada agencia de relaciones públicas para hacer cabildeo a favor de los intereses del país.
El grupo Glover Park es una importante empresa vinculada con el gobierno del ex presidente Bill Clinton y que también ofreció servicios de asesoría al ex vicepresidente Al Gore.
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