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OPINIONES
Una de Cal y Otra de Arena
POR JUAN ARISTIDES TAVERAS GUZMAN
Dándole seguimiento al tedioso, costoso y riesgoso quehacer político del nuevo PRSC, en el pasado fin de semana seguimos con la alta Comisión de Organización Partidaria peinando provincias y llegamos hasta Pedernales.
De regreso comenzamos Barahona y algunos de sus municipios, juramentando nuevas comisiones de Comités de Recintos y Electorales, así como el cursillo con la nueva forma de organizarnos, para contar con un partido garantizable y evitar más de lo mismo.
Necesitamos un partido actualizado, modernizado con organismos recién creados de crecimiento y otros, así como con compromisos invariables de enterrar la división al precio que sea; la corrupción vergonzante que nos pudre el país, la falta de disciplina, con un singular programa inspirado en las hazañas de nuestro líder Balaguer; traer la tranquilidad que necesita la familia dominicana, combatiendo el desempleo las injusticias, la impunidad, tocó manejarlo docenas de años atrás, reabrir obras de todo tipo sin préstamos, sin impuestos prácticamente y sanear la grave situación económica que dejaran los últimos gobiernos confirmándose, con todo respeto al PRD y el PLD, que no conocen nuestra realidad, y que desde el Gobierno no han sabido meterle el agua al coco, ni han sabido ser eficientes, y buenos buenos administrador con los sagrados dineros del pueblo, ni de los recursos naturales, hasta extremos que ya no tenemos ni ríos.
Los queridos amigos blancos hipotecaron la soberanía económica y a los amigos que llevamos al poder en 1996, los peledeístas, se les ha ido de las manos la proyección del control de gastos del Gobierno con un presupuesto tan amplio, que han tenido que aguantar las exigencias envalentonadas del Fondo Monetario Internacional, un organismo de las Naciones Unidas, que interviene en casos de serios trastornos económicos que nos ganamos los países malapaga con desajuste económico.
A propósito de este organismo, hay hasta políticos que no saben las funciones de dicho organismo ni la entienden, parece, a juzgar por los últimos shows que hemos visto en la prensa, donde "revólver en manos" nos obligan a nuevas reformas, y ya sería la tercera en dos años, para lo mismo, para más impuestos, por lo que llama mucho la atención que un gran empresario, eficiente y respetado, don Pepin Corripio, cuestiona, con reconocido lenguaje y trato decente, que se gastaran tantos recursos. Parece decir que no vayan a improvisar un nuevo Metro o cualquier nueva ocurrencia, sin aviso al pueblo, sean realistas.
En fin, hasta el rico ya no aguanta sorpresas amargas. Por eso casi siempre le pido al Todopoderoso que ilumine a mi amigo el presidente de la Republica, porque si Dios no mete sus manos, para los que conocemos la realidad de nuestro país, no andamos bien casi en nada.
Los reformistas sí supieron manejar nuestras singulares realidades con éxito. No fuimos perfectos, no, no; pero mucho más positivos que negativos. Además, llegamos al poder después de lo peor, un golpe de Estado a Bosh, una Revolución en 1965 y una intervención extranjera, que motivó una división a muerte de la familia dominica, que dejó exhaustas sus reservas morales y económicas y más de diez mil muertos y manejándonos una fuerza intervencional que eclipsó nuestra soberanía.
En el pasado vivimos la primera, la segunda y la tercera república; con la intervención en 1965, comenzó la Cuarta República, confirmándose mi tesis de mi libro con igual título, habiéndose confirmado en los finales de la década del 90, con el apoyo congresional de todas las fuerzas políticas representados en el Congreso Nacional, dicha obra, "La Cuarta República; la de Balaguer". ¿Por qué? Porque mi tesis como se tituló dicho Libro, hoy es realidad confirmada. Claro, siempre respeté y respetaré a algunos que, consciente o inconscientemente, no han querido analizar imparcialmente nuestra mística reformista social cristiana balaguerista.
Respetamos a todos, pero la obra se ha impuesto como más positiva que negativa, y el pueblo necesita otra vez aquellas realizaciones, con oportunidades para todos en nuestro país, sin tomar en cuenta su sentir político. Los reformistas enderezaremos el barco, que zozobró, y el FMI interviene, para humillación del pueblo. Se reflejan en el rostro del Presidente los problemas. Las exigencias han devorado al superior gobierno, convertido, lamentablemente, en un verdadero desorden.
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