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Deplora "tradicional" impunidad justicia dominicana
Hertell: RD debe tener entre sus prioridades combatir corrupción
Deplora "tradicional" impunidad justicia dominicana
Hertell: RD debe tener entre sus prioridades combatir corrupción
La República Dominicana debe tener entre sus prioridades combatir la corrupción tanto del sector público como privado, ya que la impunidad contribuye con la inestabilidad de los pueblos. La afirmación la hizo el embajador de los Estados Unidos en el país, Hans Hertell, durante su disertación en el almuerzo de Acción de Gracias de la Cámara Americana de Comercio, donde, además, anunció que a principio del próximo año cumple su misión como diplomático en el país.
Asimismo, el diplomático se refirió al supuesto caso de corrupción gubernamental, conocido como "caso PEME", señalando que para sorpresa las autoridades judiciales nunca han fallado en torno al caso.
En ese sentido, adujo "la gente se pregunta: o no había ningún fundamento para presentar las acusaciones o, por el contrario, esos individuos se beneficiaron de la tradicional impunidad dominicana.
El pueblo no sabe y, posiblemente, nunca lo sabrá". Indicó que para luchar contra la corrupción, las autoridades deben reconocer la misma existe y que se debe atacar y desenmascarar.
"Las autoridades deben procesar y castigar, especialmente a aquellos funcionarios y ejecutivos que se enriquecen mediante la corrupción, el soborno o el fraude, y sin importar afiliaciones políticas".
Hertel consideró que el país tiene el gran reto de "cambiar" la percepción de Transparencia Internacional, respecto a su sistema judicial.
Dijo que la falta de fortaleza institucional es un problema, especialmente, para la inversión. La clasificación recibida a República Dominicana es, entre otras cosas, una expresión de la falta de confianza en los niveles de transparencia y eficiencia del gobierno, en el sistema judicial y el Estado de Derecho.
Tras referirse a sonados casos de corrupción en el sector privado norteamericano, aspectos que afectaron el índice otorgado por Transparencia Internacional, el diplomático dijo, en embargo, que su país logró mejorar el índice cuando los tribunales fallaron con sentencias contundentes contra los ejecutivos corruptos.
Asimismo, el diplomático se refirió al supuesto caso de corrupción gubernamental, conocido como "caso PEME", señalando que para sorpresa las autoridades judiciales nunca han fallado en torno al caso.
En ese sentido, adujo "la gente se pregunta: o no había ningún fundamento para presentar las acusaciones o, por el contrario, esos individuos se beneficiaron de la tradicional impunidad dominicana.
El pueblo no sabe y, posiblemente, nunca lo sabrá". Indicó que para luchar contra la corrupción, las autoridades deben reconocer la misma existe y que se debe atacar y desenmascarar.
"Las autoridades deben procesar y castigar, especialmente a aquellos funcionarios y ejecutivos que se enriquecen mediante la corrupción, el soborno o el fraude, y sin importar afiliaciones políticas".
Hertel consideró que el país tiene el gran reto de "cambiar" la percepción de Transparencia Internacional, respecto a su sistema judicial.
Dijo que la falta de fortaleza institucional es un problema, especialmente, para la inversión. La clasificación recibida a República Dominicana es, entre otras cosas, una expresión de la falta de confianza en los niveles de transparencia y eficiencia del gobierno, en el sistema judicial y el Estado de Derecho.
Tras referirse a sonados casos de corrupción en el sector privado norteamericano, aspectos que afectaron el índice otorgado por Transparencia Internacional, el diplomático dijo, en embargo, que su país logró mejorar el índice cuando los tribunales fallaron con sentencias contundentes contra los ejecutivos corruptos.
Autor: FRANCIA VALDEZ, www.elnuevodiario.com.do
DISCURSO DEL SEÑOR HERTELL
MIRANDO HACIA ATRÁS Y HACIA EL FUTURO.
SE Embajador Hans H. Hertell
Cámara de Comercio Americana de Santo Domingo
22 de noviembre de 2006
Hace sólo cinco años, el 8 de noviembre de 2001, el entonces Secretario de Estado Colin Powell me juramentó como representante personal del Presidente de los Estados Unidos ante el gobierno y el pueblo de la República Dominicana.
Como ustedes saben, es costumbre que el Embajador de los Estados Unidos desempeñe sus funciones por un término de unos tres años, ya sea éste diplomático de carrera o un nombramiento político. Le agradezco mucho al Presidente Bush que me haya permitido representarle por un período de cinco años. Reconozco que han sido cinco años muy intensos pero, al mismo tiempo, muy gratificantes.
Al tratar mi tema de hoy, “Mirando Hacia Atrás y Hacia el Futuro”, he hecho un esfuerzo por analizar con más amplitud este tema. Cuando estaba organizando mis ideas para este tradicional almuerzo del Día de Acción de Gracias, revisamos los artículos que aparecieron en los periódicos de durante el mes de noviembre del año 2001. Fue precisamente en ese mes, y ese año, cuando asumí mis funciones como Embajador de los Estados Unidos en el país.
¡Grande fue mi sorpresa cuando me di cuenta de que ninguno de los principales periódicos dominicanos cubrió mi designación en el país!
Sin embargo, encontré muchas otras cosas que dominaban la prensa escrita dominicana en esos días.
* * *
Cuando asumí al cargo, el Congreso de los Estados Unidos estaba considerando un proyecto de ley bipartito que le daba autoridad al Presidente para promover tratados comerciales. Al mismo tiempo le permitía, por primera vez desde 1994, negociar acuerdos comerciales que serían presentados ante el Congreso sin la posibilidad de enmienda, o sea, lo que se conoce como “Fast Track Authority.” Ese proyecto de ley fue aprobado por la Cámara por un solo voto y luego con la aprobación del Senado en agosto de 2002, se convirtió en ley. Esta ley básicamente le daba la autoridad y la flexibilidad al Presidente de los Estados Unidos de negociar acuerdos comerciales y enviarlos al Congreso para ser aprobados o desaprobados, sin posibilidad de enmiendas del texto.
He dedicado una gran parte de mi tiempo y esfuerzos en el país poyando y promoviendo la inclusión de la República Dominicana en el Acuerdo de Libre Comercio con Centroamérica – inicialmente conocido como “CAFTA”. Ahora, afortunadamente, como todos sabemos, este acuerdo se conoce como el “RD-CAFTA.” Las autoridades dominicanas le están dando los toques finales para su entrada en vigencia.
Cuando en el 2005 se promulgó en los Estados Unidos la legislación para la entrada en vigencia del RD-CAFTA, el Congreso de los Estados Unidos autorizó al Presidente Bush a declarar vigente el Acuerdo con los países participantes, incluyendo la República Dominicana, una vez que el Presidente determinara y así lo certificara, que el país socio estaba listo para cumplir con los compromisos asumidos bajo el Tratado de Libre Comercio.
Contrario a algunas versiones mal informadas o malintencionadas, esta autoridad del Presidente continuará con el nuevo Congreso, sin necesidad de ninguna otra acción adicional por parte del Congreso.
Sin embargo, debo confesarles que siento algo de frustración, debido a que todavía en la República Dominicana no ha entrado en vigencia el RD-CAFTA. El 25 de octubre el Presidente Fernández y su gabinete se reunieron en la Casa Blanca con el Presidente Bush y con la Embajadora Susan Schwab, Representante Comercial de los Estados Unidos. Discutieron temas específicos que estaban pendientes y que eran indispensables para la implementación del Acuerdo.
El Gobierno de los Estados Unidos continuará trabajando con determinación para alcanzar esta meta. Tal y como he dicho en múltiples ocasiones, vuelvo y les repito mi mensaje: este Acuerdo beneficiará ampliamente a nuestros dos países.
* * *
Hace cinco años pudimos ver cómo la muerte puede sorprender a los inocentes. Hablo del vuelo 587 de American Airlines, el cual se estrelló en el condado de Queens, en la ciudad de Nueva York, con 170 dominicanos entre las 260 personas que fallecieron en esa catástrofe. Hace diez días que el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, dedicó un monumento – donde aparecen los nombres de las víctimas - en el lugar donde ocurrió el accidente.
Ese fue un período de gran inseguridad, ya que el accidente ocurrió apenas dos meses después de los ataques a las Torres Gemelas y al Pentágono. El 12 de noviembre de 2001 el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas declaró, “Los actos terroristas se cuentan entre los peligros más graves para la paz internacional y la seguridad en el Siglo XXI.” El Consejo expresó la intención de los países miembros “de formar un frente común contra el terrorismo y de profundizar la comprensión de sus causas.”
El 13 de noviembre de ese mismo mes, en Afganistán, la Alianza del Norte, apoyada por los Estados Unidos y la coalición internacional, ocupó la ciudad de Kabul y le puso fin al régimen Talibán, el cual había promovido el terrorismo global desde su territorio.
Hoy, cinco años después, el terrorismo sigue en pie. A pesar de nuestros logros, ningún país, ninguna ciudad, está libre de peligro. A ustedes, mis amigos dominicanos, les recuerdo que en ese entonces la isla de Bali - al igual que República Dominicana - era una zona de creciente atractivo turístico. El 12 de octubre de 2002, la detonación de bombas clandestinas colocadas en un centro turístico mataron a 202 personas, la mayoría jóvenes turistas. Más de 200 personas resultaron heridas. De nuevo, en el 2005, los terroristas volvieron a detonar bombas en Bali.
Hoy día no hay un solo país en el mundo que esté libre de un posible ataque terrorista. Ustedes y su país están cerca de los Estados Unidos y otros países occidentales, tanto geográficamente como en su orientación democrática y económica. Los terroristas no respetan la soberanía nacional. Todos debemos unirnos para derrotar la plaga del terrorismo y de otros crímenes transnacionales.
Todos hemos aprendido que es de vital importancia controlar y asegurar las fronteras, los puertos y los aeropuertos. Los contrabandistas de bienes y narcóticos también pueden contrabandear con armas o armamentos de destrucción masiva. Los que viven del contrabando de personas pueden movilizar a criminales y terroristas.
* * *
Hace cinco años, una semana antes de que fuera designado Embajador, falleció el Profesor Juan Bosch, un hombre cuya vida y esfuerzo simbolizaron la lucha por la democracia en la República Dominicana. En su pueblo natal, La Vega, el Juez de la Suprema Corte Hugo Álvarez Valencia comentó, “El país perdió al más honesto y bien intencionado de sus políticos.”
Esa misma semana, el Presidente Hipólito Mejía visitó al Dr. Joaquín Balaguer. Sin embargo, el “Doctor” falleció el 14 de julio de 2002, y la vida política dominicana quedó en manos de una nueva generación.
He tenido el privilegio de trabajar estrechamente con esa generación, no sólo con los presidentes Hipólito Mejía y Leonel Fernández, sino con muchas otras personas que han formado parte de sus respectivos gobiernos. También he trabajado con el Congreso Nacional. Los Estados Unidos le ha prestado apoyo a la Organización de Estados Americanos y ha apoyado a los observadores internacionales que han monitoreado las elecciones nacionales. Asimismo, siempre he mantenido un contacto directo con los candidatos más destacados. Admiro al ex presidente Hipólito Mejía por haber demostrado su respeto hacia el pueblo dominicano, al aceptar públicamente la derrota la misma noche misma de las elecciones. En el proceso la democracia dominicana salió fortalecida.
Hoy día, los partidos políticos siguen tan dinámicos como siempre. El ex Senador José Tomás Pérez, del Partido de la Liberación Dominicana, ya ha declarado que aspira a la candidatura presidencial. Y hay en su partido por lo menos dos posibles candidatos más. El PRD y el PRSC están evaluando posibles pre-candidatos y analizando las propuestas de los demás partidos.
Y hoy yo les digo a ustedes: bienvenidos a esta realidad política. Sinceramente deseamos que todos participen en un debate animado, tanto dentro de los partidos como durante el proceso electoral. . Humildemente le sugiero de nuevo a los candidatos a emular lo que en los Estados Unidos ha sido una tradición desde 1960 – realizar debates televisados entre los candidatos. Ojalá que los partidos puedan definir y publicar las “plataformas partidistas” para destacar las diferencias entre ellos. El pueblo podrá elegir correctamente a sus líderes, y así fortalecer la democracia, sólo si se le ofrece la información adecuada y precisa.
* * *
En realidad, bien parece que algunos temas nunca desaparecen. En los periódicos de noviembre de 2001, encontramos artículos que reflejaban las preocupaciones que hoy todavía están con nosotros:
· Un periódico relata que el Presidente del Senado, Andrés Bautista, “asegura que la reforma constitucional va este año. . . El país tendrá muy pronto una nueva carta sustantiva porque el Congreso la aprobará antes de finalizar este año.”
· Monseñor Agripino Núñez Collado era presidente de la comisión que había negociado un pacto entre los tres principales partidos.
· Los empresarios exigían la rebaja en las tarifas eléctricas.
· Un mes antes, en octubre, los representantes del sector habían firmado el “Acuerdo de Washington-Madrid-Santo Domingo”, a través del cual se eliminaba el subsidio gubernamental al sector eléctrico, valorado en 200 millones de pesos al mes. Hoy, el subsidio mensual se ha disparado por 8 veces más, o sea a 1.7 mil millones de pesos.
· Una comisión especial presentó al Senado una lista de 150 aspirantes para el puesto de Defensor del Pueblo, creado mediante la Ley 19-01 de febrero de 2001.
· Hubo cancelaciones masivas de empleados de Aduanas en el Aeropuerto Internacional de Las Américas, debido a posibles prácticas corruptas.
· El Congreso estudiaba un borrador de decreto de ley para crear la “Autoridad Nacional de Transporte Terrestre” la cual, según decía, “eliminaría el caos del tránsito en el país.”
Cinco años después, tal vez deberíamos concluir que se necesita algo más que simplemente hablar de los problemas. Si para lograr resultados debemos obtener un consenso total, el país y el sistema político corren el peligro de nunca hacer absolutamente nada.
Sin embargo, podemos contrastar con esos temas permanentes algunas soluciones muy alentadoras. Entre ellas, podemos destacar:
La exitosa colaboración con el Fondo Monetario Internacional en relación a la estabilización monetaria y la reforma, elementos indispensables para reestablecer la confianza.
La aprobación y puesta en práctica del Código de Procesal Penal, y la aprobación de las leyes que criminalizan la trata de personas y la migración ilegal.
Nuevos cursos y preparación para los jueces y los procuradores, y la introducción de un nuevo sistema de selección de procuradores de carrera, basado en los méritos de los candidatos.
La investigación de quiebras bancarias y fraude y el hecho de que la mayoría de estos casos siguen hoy en los tribunales.
- - y - -
El debate y eventual consenso en cuanto la inevitable y necesaria adaptación del Tratado de Libre Comercio para afrontar los retos de la globalización.
* * *
En relación al tema del comercio y la exportación, es importante destacar que en el 2001 las zonas francas empleaban directamente a más de 175,000 personas, principalmente en la confección de artículos de vestir para la exportación a los Estados Unidos. En el 2004, el número de empleos en las zonas francas ascendió a 190,000. Luego, debido al vencimiento de las cuotas de importación textil, China y otros países asiáticos con salarios bajos entraron directamente en competencia con la República Dominicana. En un solo año, el 2005, desaparecieron 35,000 puestos de trabajo y, en abril de 2006, el número de empleos continuó bajando, hasta alcanzar la cifra de 147,000.
Este es el impacto que provoca la globalización: la necesidad que tiene cada país de establecer su propia ventaja comparativa en el intercambio comercial, o tener que confrontar la pérdida de sus industrias. Se necesita de la inversión, especialmente de la inversión extranjera.
En el comercio internacional los beneficios lo reciben aquellos que descubren nuevos mercados y introducen con más rapidez sistemas innovadores. Los prolongados atrasos en la preparación para la entrada en vigor del RD-CAFTA les han ofrecido a los países centroamericanos la posibilidad de atraer con más facilidad a inversionistas extranjeros que buscan oportunidades dentro del RD-CAFTA. Por ahora, y hasta que el Acuerdo entre en vigencia, la República Dominicana queda fuera de la competencia para oportunidades y recursos extranjeros.
* * *
Durante los últimos cinco años la comunidad internacional ha sentido gran preocupación por el fortalecimiento de las instituciones, dentro del marco de “un Estado de Derecho”. Un ejemplo: el mismo día en que me juramenté, el Procurador General envió a la prisión de Najayo a tres ex funcionarios del primer gobierno del Presidente Fernández, acusados de malversación de fondos a través del programa PEME.
Las autoridades judiciales nunca han fallado en torno a este caso. La gente se pregunta: o no había ningún fundamento para presentar las acusaciones o, por el contrario, esos individuos se beneficiaron de la tradicional impunidad dominicana. El pueblo no sabe. Y posiblemente nunca lo sepa.
En el mismo año 2001, la organización Transparencia Internacional estableció su “Índice de Percepción de la Corrupción”. Este índice es un poderoso instrumento de evaluación y es utilizado por el gobierno de los Estados Unidos en las decisiones que se toman alrededor de la iniciativa del Presidente Bush conocida como la Cuenta de Desafío del Milenio.
Fíjense bien en la palabra “percepción”. El Índice mide la reputación de un país, especialmente entre las empresas internacionales más sólidas. Su clasificación numérica sugiere la evaluación subjetiva del estado de derecho de un país en particular.
Los países son clasificados en una escala de cero (absolutamente corrupto) a diez (absolutamente honesto). A la fecha, ningún país ha recibido esta última puntuación.
Según los últimos índices publicados por Transparencia Internacional, la República Dominicana tiene grandes retos por delante en varios renglones.
En realidad, este es un problema para ustedes, especialmente en el área de inversión. La clasificación recibida por la República Dominicana es, entre otras cosas, una expresión de la falta de confianza en los niveles de transparencia y eficiencia del gobierno, en el sistema judicial y en el Estado de Derecho.
En la actualidad, Estados Unidos no aparece tan bien parado en el Indice como me hubiera gustado. Para el período entre el 2001 y el 2005, nuestra clasificación osciló entre 7.5 y 7.7. Aunque seguimos entre los primeros 20 países evaluados, en el año 2006 la clasificación de los Estados Unidos de América cayó en picada de 7.6 a 7.3.
¿A qué se debió esto? Aquí hay una lección, una que puede alentarnos a todos. Los Estados Unidos, de hecho, puede felicitarse por esta caída. . Se debió, en gran parte, al exitoso sometimiento a la justicia de ricos y poderosos estadounidenses. Entre los casos sometidos son:
El Caso Enron: En el 2001, la ENRON era la séptima compañía más grande de los Estados Unidos, valorada en de 68 mil millones de dólares. Las investigaciones iniciadas en octubre de 2001 revelaron que su sistema de contabilidad era fraudulento. Su Presidente, Ken Lay, fue sometido a la justicia y declarado culpable. Pendiente de una sentencia de hasta 45 años en prisión, Ken Lay falleció este año de un ataque al corazón justo antes de ser sentenciado. El ejecutivo Jeff Skilling fue sentenciado a 24 años y 4 meses de prisión, y a una multa de 45 millones de dólares.
El Caso Worldcom: Durante la década de los noventa, la empresa WORLDCOM llegó a ser la segunda compañía de telecomunicaciones de los Estados Unidos. Cuando las condiciones del mercado se tornaron difíciles, su presidente, Bernie Ebbers, falsificó las cuentas para presentar informes alentadores. El 15 de marzo de 2005 Ebbers, de 63 años de edad, fue sentenciado a 25 años de prisión. En septiembre de 2006 un tribunal federal de apelación confirmó la sentencia. El tribunal determinó que debido al abuso de confianza, Ebbers probablemente pasaría el resto de su vida útil en prisión.
El caso de COMPUTER ASSOCIATES: Se trata de una de las más exitosas empresas de tecnología de la información. Una investigación realizada en el 2002 concluyó que hubo un fraude por un monto de 2.2 mil millones de dólares. El ejecutivo Sanjay Kumar admitió su culpabilidad en abril de 2006. A principios de este mes fue enviado a prisión a cumplir una sentencia de 12 años y al pago de una multa de 8 millones de dólares.
Para luchar contra la corrupción, las autoridades deben reconocer que la corrupción existe y que se debe atacar y desenmascarar. Las autoridades deben procesar y castigar, especialmente a aquellos funcionarios y ejecutivos que se enriquecen mediante la corrupción, el soborno o el fraude, sin importar afiliaciones políticas. Al fin y al cabo, el resultado es que hay un costo al pueblo. Piénsenlo cuando paguen sus contribuciones.
Los recientes casos de corrupción que han salido a la luz pública en el país podrían ser - en parte -, una de las razones por la caída en la clasificación de República Dominicana. Tanto los dominicanos como la comunidad internacional albergan la esperanza de que el sistema judicial se fortalezca, demostrando que es el custodio de la integridad del Estado de Derecho.
A mediano plazo, la clasificación del país en el índice de Transparencia Internacional mejorará si las autoridades tienen éxito en su lucha contra la corrupción. Lo que es aún más importante es que les enviará un claro mensaje a los posibles inversionistas de que en el país el trato es justo, que existe la igualdad en los tribunales, y hay respeto a los contratos. Les aseguro que a mediano y largo plazo, el país crecerá con más dinamismo como resultado de ello.
* * *
Ahora, quisiera mirar hacia el futuro, tal y como prometí en el título de esta conversación.
Me siento optimista en cuanto a las perspectivas de la República Dominicana. Ustedes los dominicanos son tenaces. El pueblo dominicano ha soportado la pobreza y superado circunstancias muy difíciles, aplicando su ingenio cuando estaban en franca desventaja. En determinados momentos la evolución del país no ha sido fácil, pero se ha producido un progreso dramático en las últimas décadas, específicamente después del ajusticiamiento del dictador.
Si lo dudan, recuerden que a mediados del siglo XX, este país y Cuba se parecían mucho. Ahora, después de cincuenta años de Fidel, el pueblo cubano subsiste en su pobreza y control estatal, mientras que el pueblo dominicano se regocija por la diversidad de su democracia y trabaja para hacer realidad las nuevas oportunidades de desarrollo que le brindará el futuro.
Su país y el mío comparten el concepto expresado en nuestra Declaración de Independencia de 1776: el derecho del individuo a la “búsqueda de la felicidad”, dentro de un estado de derecho, beneficia a la sociedad en su conjunto. También creemos en el desarrollo – en la idea del progreso, una de las “ideas maestras del Occidente.”[1] Tal y como ha escrito Dinesh D’Souza, y cito:
La idea del progreso, como la idea de la razón, es una doctrina que no se puede probar pero que debe ser aceptada en la fe… el Occidente moderno es la única civilización que acepta que haya un patrón significativo en la historia, que este patrón va hacía delante y hacia arriba, que el conocimiento es acumulado y que su aplicación a la mejora humana es continuo e interminable, que es inevitable que el futuro será mejor que el pasado… la creencia en el progreso se mantiene, porque se apoya en la experiencia contemporánea de los pueblos del Occidente. [2]
Con este mensaje presente, echemos una mirada al futuro. Aunque no tengo habilidades especiales para predecir el futuro y tampoco puedo viajar a través del tiempo, sí tengo algunas expectativas y puedo hacer proyecciones educadas.
En primer lugar, los últimos cinco años me han ofrecido la oportunidad de descubrir la realidad del pueblo dominicano, reforzando lazos de amistad y creando otros nuevos. Si Dios quiere, seguiré estando muy cerca de la República Dominicana y de su pueblo, el cual admiro mucho. Hago esa promesa sobre la base de mi confianza en la amistad, mi confianza en la libre empresa, y mi confianza en la economía de este país.
En esta época del año, pero en el año 2011, ustedes verán cómo los principales partidos políticos se preparan para las elecciones presidenciales del 2012. El posible que el presidente de la República se haya enfrentado a sus rivales dentro de su propio partido; la oposición ya estará haciendo campaña. La democracia seguirá viva y será real. Y cada candidato va a tratar de ganarse su voto convenciéndole de que tiene una mejor solución para los problemas que afectan al país.
En el año 2011, la prensa continuará siendo enérgica y sus páginas estarán llenas de los debates de la época, aún si cuando a veces algunas de sus interpretaciones resulten erradas. El Embajador o Embajadora de los Estados Unidos, quienquiera que sea, siempre le ofrecerá declaraciones a los periodistas. En Estados Unidos se sabe que la prensa libre es un canal de comunicación importante y un pilar fundamental de una democracia.
Confío que la economía dominicana seguirá creciendo y creando puestos de trabajo. El gobierno tendrá un sistema estable, justo y transparente en el cobro de impuestos, así como un sistema más eficaz para sancionar la evasión fiscal. Los resultados provenientes del crecimiento y de una correcta administración tributaria aumentarán la inversión en servicios sociales, particularmente en la educación primaria y la salud pública.
En el 2011 la exportación dominicana ya no dependerá de un sistema de zonas francas. Las industrias dirigidas a la exportación habrán crecido considerablemente, beneficiándose de insumos libres de impuestos provenientes de los Estados Unidos y Centroamérica. Gracias al RD-CAFTA, las exportaciones industriales se habrán transformado. Se habrán reducido las tareas simples como el ensamblaje de artículos de vestir, y la orientación será hacia la manufactura de productos especializados que usan tecnología de punta.
También, gracias al RD-CAFTA, los dominicanos tendrán acceso a los productos fabricados en los Estados Unidos, con precios aproximadamente un 20 por ciento inferior a los que pagan hoy. Esto significa rebajas no sólo en equipos industriales, sino también en automóviles, y productos sencillos de uso diario, tales como computadoras, productos ferreteros, y repuestos para automóviles. Los Estados Unidos habrán empezado a exportar productos agrícolas sensibles, como son los cuartos de pollo, el cerdo y el arroz. Sin embargo, debido al plazo de 15 a 20 años de ajuste, dichas industrias agropecuarias seguirán supliendo la mayor parte del mercado nacional. Al mismo tiempo, los empresarios agropecuarios estarán trabajando para canalizar sus recursos y mano de obra hacia sectores más eficientes y productivos. .
La industria turística de la República Dominicana seguirá creciendo. De 3.7 millones de visitantes en el año 2005 y con un ingreso de aproximadamente 3,000 millones de dólares, es posible que para esa fecha el turismo haya duplicado sus ingresos y beneficios. Pero eso dependerá de la seguridad que proviene de una eficaz protección del territorio nacional y del medio ambiente y del control de sus puertos, aeropuertos y fronteras.
Es posible que los Gobiernos dominicanos, con los esfuerzos realizados en la aplicación de las leyes, habrán mejorado considerablemente su puntuación en el “Indice de Percepciones de Corrupción”, así como en otros instrumentos de evaluación internacional. Es posible que en los próximos cinco años el país pueda recibir decenas de millones de dólares en ayuda estadounidense a través de la Cuenta de Desafío del Milenio.
Tengo la esperanza de que las relaciones con el Gobierno de Haití continuarán fortaleciéndose, y que siempre estarán basadas en el respeto mutuo de la soberanía. Espero que las autoridades y el pueblo dominicano se vuelvan más conscientes de la contribución que aporta a este país la mano de obra haitiana.
Espero que el país ya cuente con un cuerpo especializado para monitorear la región fronteriza, y que las fuerzas de seguridad sean entrenadas para asegurar que los extranjeros que residen en este país disfruten de las garantías definidas en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, endosada por la Organización de las Naciones Unidas en 1948.
Específicamente, pienso en:
el derecho, en todas partes, al reconocimiento de su personalidad jurídica (del Artículo 6), y
el derecho del individuo, en condiciones de plena igualdad, a ser oído públicamente y con justicia por un tribunal independiente e imparcial, para la determinación de sus derechos y obligaciones (del Artículo 10).
Dado el hecho de que en la actualidad casi el 20 por ciento de los dominicanos no tienen documentos de ciudadanía, espero y confío que en el 2011 las autoridades hayan mejorado el servicio del registro civil, suministrando los recursos apropiados y asegurándose que los empleados del registro actúen como servidores públicos.
Además, sería muy deseable que para el 2011 las autoridades dominicanas hayan establecido una solución a los problemas administrativos de emisión de los certificados de nacimiento de hijos de extranjeros nacidos en territorio dominicano.
* * *
Para concluir, quisiera expresar mi más sincero agradecimiento a los oficiales, funcionarios y miembros de la Cámara Americana de Comercio Americana. Ustedes se ofrecen como puente entre nuestros dos países, y han desempeñado un papel dinámico en la apertura de un camino hacia el futuro de este país. Han sido generosos conmigo, ofreciéndome a una vez al año su tiempo y atención, permitiéndome compartir con ustedes mis pensamientos sobre las relaciones bilaterales y las realidades contemporáneas. Agradezco muy especialmente el apoyo de esta organización al libre comercio, bajo el liderazgo de Jorge Iván Ramírez, Kevin Manning y de Bill Malamud.
Aprovecho esta oportunidad para decirles que el próximo año partiré de la República Dominicana, en una fecha aún no determinada, para regresar al sector privado. La Casa Blanca trabaja en la actualidad en la selección mi sucesor. Cuando llegue el momento, me dará mucho placer reunirme con esa persona para ofrecerle uno que otro consejo. Pienso que le diré algo así:
“Esta será una de las experiencias más intensas que jamás te puedas imaginar. Confrontarás los mayores retos de tu vida. Como representante del Presidente de los Estados Unidos de América en la República Dominicana, tendrás grandes responsabilidades pero gozarás también de grandes satisfacciones. Entre éstas está la certidumbre de que al preservar un diálogo abierto y honesto con nuestros amigos dominicanos, y si lo haces con mucho respeto y humildad, estarás contribuyendo a promover los intereses vitales y al bienestar de nuestros dos grandes pueblos.”
Por tanto, nuestro encuentro de hoy no constituye una despedida. Celebramos, con un día de anticipación, el tradicional Día de Acción de Gracias, tan importante para nuestras familias y para compartir con amigos. Aprovecho esta ocasión para agradecerles a ustedes, a mi talentoso personal de la Embajada, y a todos los dominicanos y dominicanas - - por estos últimos cinco años, los cuales nunca olvidaré.
Les deseo un Feliz Día de Acción de Gracias a todos. Dios bendiga al pueblo dominicano y Dios bendiga al pueblo de los Estados Unidos de América.
(F I N )
[1] Robert Nisbet, sociólogo, citado por Dinesh D’Souza en What’s Great About America? (Washington DC: Regnery Publishing, 2002), p. 62.
[2] D’Souza, op.cit.
SE Embajador Hans H. Hertell
Cámara de Comercio Americana de Santo Domingo
22 de noviembre de 2006
Hace sólo cinco años, el 8 de noviembre de 2001, el entonces Secretario de Estado Colin Powell me juramentó como representante personal del Presidente de los Estados Unidos ante el gobierno y el pueblo de la República Dominicana.
Como ustedes saben, es costumbre que el Embajador de los Estados Unidos desempeñe sus funciones por un término de unos tres años, ya sea éste diplomático de carrera o un nombramiento político. Le agradezco mucho al Presidente Bush que me haya permitido representarle por un período de cinco años. Reconozco que han sido cinco años muy intensos pero, al mismo tiempo, muy gratificantes.
Al tratar mi tema de hoy, “Mirando Hacia Atrás y Hacia el Futuro”, he hecho un esfuerzo por analizar con más amplitud este tema. Cuando estaba organizando mis ideas para este tradicional almuerzo del Día de Acción de Gracias, revisamos los artículos que aparecieron en los periódicos de durante el mes de noviembre del año 2001. Fue precisamente en ese mes, y ese año, cuando asumí mis funciones como Embajador de los Estados Unidos en el país.
¡Grande fue mi sorpresa cuando me di cuenta de que ninguno de los principales periódicos dominicanos cubrió mi designación en el país!
Sin embargo, encontré muchas otras cosas que dominaban la prensa escrita dominicana en esos días.
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Cuando asumí al cargo, el Congreso de los Estados Unidos estaba considerando un proyecto de ley bipartito que le daba autoridad al Presidente para promover tratados comerciales. Al mismo tiempo le permitía, por primera vez desde 1994, negociar acuerdos comerciales que serían presentados ante el Congreso sin la posibilidad de enmienda, o sea, lo que se conoce como “Fast Track Authority.” Ese proyecto de ley fue aprobado por la Cámara por un solo voto y luego con la aprobación del Senado en agosto de 2002, se convirtió en ley. Esta ley básicamente le daba la autoridad y la flexibilidad al Presidente de los Estados Unidos de negociar acuerdos comerciales y enviarlos al Congreso para ser aprobados o desaprobados, sin posibilidad de enmiendas del texto.
He dedicado una gran parte de mi tiempo y esfuerzos en el país poyando y promoviendo la inclusión de la República Dominicana en el Acuerdo de Libre Comercio con Centroamérica – inicialmente conocido como “CAFTA”. Ahora, afortunadamente, como todos sabemos, este acuerdo se conoce como el “RD-CAFTA.” Las autoridades dominicanas le están dando los toques finales para su entrada en vigencia.
Cuando en el 2005 se promulgó en los Estados Unidos la legislación para la entrada en vigencia del RD-CAFTA, el Congreso de los Estados Unidos autorizó al Presidente Bush a declarar vigente el Acuerdo con los países participantes, incluyendo la República Dominicana, una vez que el Presidente determinara y así lo certificara, que el país socio estaba listo para cumplir con los compromisos asumidos bajo el Tratado de Libre Comercio.
Contrario a algunas versiones mal informadas o malintencionadas, esta autoridad del Presidente continuará con el nuevo Congreso, sin necesidad de ninguna otra acción adicional por parte del Congreso.
Sin embargo, debo confesarles que siento algo de frustración, debido a que todavía en la República Dominicana no ha entrado en vigencia el RD-CAFTA. El 25 de octubre el Presidente Fernández y su gabinete se reunieron en la Casa Blanca con el Presidente Bush y con la Embajadora Susan Schwab, Representante Comercial de los Estados Unidos. Discutieron temas específicos que estaban pendientes y que eran indispensables para la implementación del Acuerdo.
El Gobierno de los Estados Unidos continuará trabajando con determinación para alcanzar esta meta. Tal y como he dicho en múltiples ocasiones, vuelvo y les repito mi mensaje: este Acuerdo beneficiará ampliamente a nuestros dos países.
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Hace cinco años pudimos ver cómo la muerte puede sorprender a los inocentes. Hablo del vuelo 587 de American Airlines, el cual se estrelló en el condado de Queens, en la ciudad de Nueva York, con 170 dominicanos entre las 260 personas que fallecieron en esa catástrofe. Hace diez días que el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, dedicó un monumento – donde aparecen los nombres de las víctimas - en el lugar donde ocurrió el accidente.
Ese fue un período de gran inseguridad, ya que el accidente ocurrió apenas dos meses después de los ataques a las Torres Gemelas y al Pentágono. El 12 de noviembre de 2001 el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas declaró, “Los actos terroristas se cuentan entre los peligros más graves para la paz internacional y la seguridad en el Siglo XXI.” El Consejo expresó la intención de los países miembros “de formar un frente común contra el terrorismo y de profundizar la comprensión de sus causas.”
El 13 de noviembre de ese mismo mes, en Afganistán, la Alianza del Norte, apoyada por los Estados Unidos y la coalición internacional, ocupó la ciudad de Kabul y le puso fin al régimen Talibán, el cual había promovido el terrorismo global desde su territorio.
Hoy, cinco años después, el terrorismo sigue en pie. A pesar de nuestros logros, ningún país, ninguna ciudad, está libre de peligro. A ustedes, mis amigos dominicanos, les recuerdo que en ese entonces la isla de Bali - al igual que República Dominicana - era una zona de creciente atractivo turístico. El 12 de octubre de 2002, la detonación de bombas clandestinas colocadas en un centro turístico mataron a 202 personas, la mayoría jóvenes turistas. Más de 200 personas resultaron heridas. De nuevo, en el 2005, los terroristas volvieron a detonar bombas en Bali.
Hoy día no hay un solo país en el mundo que esté libre de un posible ataque terrorista. Ustedes y su país están cerca de los Estados Unidos y otros países occidentales, tanto geográficamente como en su orientación democrática y económica. Los terroristas no respetan la soberanía nacional. Todos debemos unirnos para derrotar la plaga del terrorismo y de otros crímenes transnacionales.
Todos hemos aprendido que es de vital importancia controlar y asegurar las fronteras, los puertos y los aeropuertos. Los contrabandistas de bienes y narcóticos también pueden contrabandear con armas o armamentos de destrucción masiva. Los que viven del contrabando de personas pueden movilizar a criminales y terroristas.
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Hace cinco años, una semana antes de que fuera designado Embajador, falleció el Profesor Juan Bosch, un hombre cuya vida y esfuerzo simbolizaron la lucha por la democracia en la República Dominicana. En su pueblo natal, La Vega, el Juez de la Suprema Corte Hugo Álvarez Valencia comentó, “El país perdió al más honesto y bien intencionado de sus políticos.”
Esa misma semana, el Presidente Hipólito Mejía visitó al Dr. Joaquín Balaguer. Sin embargo, el “Doctor” falleció el 14 de julio de 2002, y la vida política dominicana quedó en manos de una nueva generación.
He tenido el privilegio de trabajar estrechamente con esa generación, no sólo con los presidentes Hipólito Mejía y Leonel Fernández, sino con muchas otras personas que han formado parte de sus respectivos gobiernos. También he trabajado con el Congreso Nacional. Los Estados Unidos le ha prestado apoyo a la Organización de Estados Americanos y ha apoyado a los observadores internacionales que han monitoreado las elecciones nacionales. Asimismo, siempre he mantenido un contacto directo con los candidatos más destacados. Admiro al ex presidente Hipólito Mejía por haber demostrado su respeto hacia el pueblo dominicano, al aceptar públicamente la derrota la misma noche misma de las elecciones. En el proceso la democracia dominicana salió fortalecida.
Hoy día, los partidos políticos siguen tan dinámicos como siempre. El ex Senador José Tomás Pérez, del Partido de la Liberación Dominicana, ya ha declarado que aspira a la candidatura presidencial. Y hay en su partido por lo menos dos posibles candidatos más. El PRD y el PRSC están evaluando posibles pre-candidatos y analizando las propuestas de los demás partidos.
Y hoy yo les digo a ustedes: bienvenidos a esta realidad política. Sinceramente deseamos que todos participen en un debate animado, tanto dentro de los partidos como durante el proceso electoral. . Humildemente le sugiero de nuevo a los candidatos a emular lo que en los Estados Unidos ha sido una tradición desde 1960 – realizar debates televisados entre los candidatos. Ojalá que los partidos puedan definir y publicar las “plataformas partidistas” para destacar las diferencias entre ellos. El pueblo podrá elegir correctamente a sus líderes, y así fortalecer la democracia, sólo si se le ofrece la información adecuada y precisa.
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En realidad, bien parece que algunos temas nunca desaparecen. En los periódicos de noviembre de 2001, encontramos artículos que reflejaban las preocupaciones que hoy todavía están con nosotros:
· Un periódico relata que el Presidente del Senado, Andrés Bautista, “asegura que la reforma constitucional va este año. . . El país tendrá muy pronto una nueva carta sustantiva porque el Congreso la aprobará antes de finalizar este año.”
· Monseñor Agripino Núñez Collado era presidente de la comisión que había negociado un pacto entre los tres principales partidos.
· Los empresarios exigían la rebaja en las tarifas eléctricas.
· Un mes antes, en octubre, los representantes del sector habían firmado el “Acuerdo de Washington-Madrid-Santo Domingo”, a través del cual se eliminaba el subsidio gubernamental al sector eléctrico, valorado en 200 millones de pesos al mes. Hoy, el subsidio mensual se ha disparado por 8 veces más, o sea a 1.7 mil millones de pesos.
· Una comisión especial presentó al Senado una lista de 150 aspirantes para el puesto de Defensor del Pueblo, creado mediante la Ley 19-01 de febrero de 2001.
· Hubo cancelaciones masivas de empleados de Aduanas en el Aeropuerto Internacional de Las Américas, debido a posibles prácticas corruptas.
· El Congreso estudiaba un borrador de decreto de ley para crear la “Autoridad Nacional de Transporte Terrestre” la cual, según decía, “eliminaría el caos del tránsito en el país.”
Cinco años después, tal vez deberíamos concluir que se necesita algo más que simplemente hablar de los problemas. Si para lograr resultados debemos obtener un consenso total, el país y el sistema político corren el peligro de nunca hacer absolutamente nada.
Sin embargo, podemos contrastar con esos temas permanentes algunas soluciones muy alentadoras. Entre ellas, podemos destacar:
La exitosa colaboración con el Fondo Monetario Internacional en relación a la estabilización monetaria y la reforma, elementos indispensables para reestablecer la confianza.
La aprobación y puesta en práctica del Código de Procesal Penal, y la aprobación de las leyes que criminalizan la trata de personas y la migración ilegal.
Nuevos cursos y preparación para los jueces y los procuradores, y la introducción de un nuevo sistema de selección de procuradores de carrera, basado en los méritos de los candidatos.
La investigación de quiebras bancarias y fraude y el hecho de que la mayoría de estos casos siguen hoy en los tribunales.
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El debate y eventual consenso en cuanto la inevitable y necesaria adaptación del Tratado de Libre Comercio para afrontar los retos de la globalización.
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En relación al tema del comercio y la exportación, es importante destacar que en el 2001 las zonas francas empleaban directamente a más de 175,000 personas, principalmente en la confección de artículos de vestir para la exportación a los Estados Unidos. En el 2004, el número de empleos en las zonas francas ascendió a 190,000. Luego, debido al vencimiento de las cuotas de importación textil, China y otros países asiáticos con salarios bajos entraron directamente en competencia con la República Dominicana. En un solo año, el 2005, desaparecieron 35,000 puestos de trabajo y, en abril de 2006, el número de empleos continuó bajando, hasta alcanzar la cifra de 147,000.
Este es el impacto que provoca la globalización: la necesidad que tiene cada país de establecer su propia ventaja comparativa en el intercambio comercial, o tener que confrontar la pérdida de sus industrias. Se necesita de la inversión, especialmente de la inversión extranjera.
En el comercio internacional los beneficios lo reciben aquellos que descubren nuevos mercados y introducen con más rapidez sistemas innovadores. Los prolongados atrasos en la preparación para la entrada en vigor del RD-CAFTA les han ofrecido a los países centroamericanos la posibilidad de atraer con más facilidad a inversionistas extranjeros que buscan oportunidades dentro del RD-CAFTA. Por ahora, y hasta que el Acuerdo entre en vigencia, la República Dominicana queda fuera de la competencia para oportunidades y recursos extranjeros.
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Durante los últimos cinco años la comunidad internacional ha sentido gran preocupación por el fortalecimiento de las instituciones, dentro del marco de “un Estado de Derecho”. Un ejemplo: el mismo día en que me juramenté, el Procurador General envió a la prisión de Najayo a tres ex funcionarios del primer gobierno del Presidente Fernández, acusados de malversación de fondos a través del programa PEME.
Las autoridades judiciales nunca han fallado en torno a este caso. La gente se pregunta: o no había ningún fundamento para presentar las acusaciones o, por el contrario, esos individuos se beneficiaron de la tradicional impunidad dominicana. El pueblo no sabe. Y posiblemente nunca lo sepa.
En el mismo año 2001, la organización Transparencia Internacional estableció su “Índice de Percepción de la Corrupción”. Este índice es un poderoso instrumento de evaluación y es utilizado por el gobierno de los Estados Unidos en las decisiones que se toman alrededor de la iniciativa del Presidente Bush conocida como la Cuenta de Desafío del Milenio.
Fíjense bien en la palabra “percepción”. El Índice mide la reputación de un país, especialmente entre las empresas internacionales más sólidas. Su clasificación numérica sugiere la evaluación subjetiva del estado de derecho de un país en particular.
Los países son clasificados en una escala de cero (absolutamente corrupto) a diez (absolutamente honesto). A la fecha, ningún país ha recibido esta última puntuación.
Según los últimos índices publicados por Transparencia Internacional, la República Dominicana tiene grandes retos por delante en varios renglones.
En realidad, este es un problema para ustedes, especialmente en el área de inversión. La clasificación recibida por la República Dominicana es, entre otras cosas, una expresión de la falta de confianza en los niveles de transparencia y eficiencia del gobierno, en el sistema judicial y en el Estado de Derecho.
En la actualidad, Estados Unidos no aparece tan bien parado en el Indice como me hubiera gustado. Para el período entre el 2001 y el 2005, nuestra clasificación osciló entre 7.5 y 7.7. Aunque seguimos entre los primeros 20 países evaluados, en el año 2006 la clasificación de los Estados Unidos de América cayó en picada de 7.6 a 7.3.
¿A qué se debió esto? Aquí hay una lección, una que puede alentarnos a todos. Los Estados Unidos, de hecho, puede felicitarse por esta caída. . Se debió, en gran parte, al exitoso sometimiento a la justicia de ricos y poderosos estadounidenses. Entre los casos sometidos son:
El Caso Enron: En el 2001, la ENRON era la séptima compañía más grande de los Estados Unidos, valorada en de 68 mil millones de dólares. Las investigaciones iniciadas en octubre de 2001 revelaron que su sistema de contabilidad era fraudulento. Su Presidente, Ken Lay, fue sometido a la justicia y declarado culpable. Pendiente de una sentencia de hasta 45 años en prisión, Ken Lay falleció este año de un ataque al corazón justo antes de ser sentenciado. El ejecutivo Jeff Skilling fue sentenciado a 24 años y 4 meses de prisión, y a una multa de 45 millones de dólares.
El Caso Worldcom: Durante la década de los noventa, la empresa WORLDCOM llegó a ser la segunda compañía de telecomunicaciones de los Estados Unidos. Cuando las condiciones del mercado se tornaron difíciles, su presidente, Bernie Ebbers, falsificó las cuentas para presentar informes alentadores. El 15 de marzo de 2005 Ebbers, de 63 años de edad, fue sentenciado a 25 años de prisión. En septiembre de 2006 un tribunal federal de apelación confirmó la sentencia. El tribunal determinó que debido al abuso de confianza, Ebbers probablemente pasaría el resto de su vida útil en prisión.
El caso de COMPUTER ASSOCIATES: Se trata de una de las más exitosas empresas de tecnología de la información. Una investigación realizada en el 2002 concluyó que hubo un fraude por un monto de 2.2 mil millones de dólares. El ejecutivo Sanjay Kumar admitió su culpabilidad en abril de 2006. A principios de este mes fue enviado a prisión a cumplir una sentencia de 12 años y al pago de una multa de 8 millones de dólares.
Para luchar contra la corrupción, las autoridades deben reconocer que la corrupción existe y que se debe atacar y desenmascarar. Las autoridades deben procesar y castigar, especialmente a aquellos funcionarios y ejecutivos que se enriquecen mediante la corrupción, el soborno o el fraude, sin importar afiliaciones políticas. Al fin y al cabo, el resultado es que hay un costo al pueblo. Piénsenlo cuando paguen sus contribuciones.
Los recientes casos de corrupción que han salido a la luz pública en el país podrían ser - en parte -, una de las razones por la caída en la clasificación de República Dominicana. Tanto los dominicanos como la comunidad internacional albergan la esperanza de que el sistema judicial se fortalezca, demostrando que es el custodio de la integridad del Estado de Derecho.
A mediano plazo, la clasificación del país en el índice de Transparencia Internacional mejorará si las autoridades tienen éxito en su lucha contra la corrupción. Lo que es aún más importante es que les enviará un claro mensaje a los posibles inversionistas de que en el país el trato es justo, que existe la igualdad en los tribunales, y hay respeto a los contratos. Les aseguro que a mediano y largo plazo, el país crecerá con más dinamismo como resultado de ello.
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Ahora, quisiera mirar hacia el futuro, tal y como prometí en el título de esta conversación.
Me siento optimista en cuanto a las perspectivas de la República Dominicana. Ustedes los dominicanos son tenaces. El pueblo dominicano ha soportado la pobreza y superado circunstancias muy difíciles, aplicando su ingenio cuando estaban en franca desventaja. En determinados momentos la evolución del país no ha sido fácil, pero se ha producido un progreso dramático en las últimas décadas, específicamente después del ajusticiamiento del dictador.
Si lo dudan, recuerden que a mediados del siglo XX, este país y Cuba se parecían mucho. Ahora, después de cincuenta años de Fidel, el pueblo cubano subsiste en su pobreza y control estatal, mientras que el pueblo dominicano se regocija por la diversidad de su democracia y trabaja para hacer realidad las nuevas oportunidades de desarrollo que le brindará el futuro.
Su país y el mío comparten el concepto expresado en nuestra Declaración de Independencia de 1776: el derecho del individuo a la “búsqueda de la felicidad”, dentro de un estado de derecho, beneficia a la sociedad en su conjunto. También creemos en el desarrollo – en la idea del progreso, una de las “ideas maestras del Occidente.”[1] Tal y como ha escrito Dinesh D’Souza, y cito:
La idea del progreso, como la idea de la razón, es una doctrina que no se puede probar pero que debe ser aceptada en la fe… el Occidente moderno es la única civilización que acepta que haya un patrón significativo en la historia, que este patrón va hacía delante y hacia arriba, que el conocimiento es acumulado y que su aplicación a la mejora humana es continuo e interminable, que es inevitable que el futuro será mejor que el pasado… la creencia en el progreso se mantiene, porque se apoya en la experiencia contemporánea de los pueblos del Occidente. [2]
Con este mensaje presente, echemos una mirada al futuro. Aunque no tengo habilidades especiales para predecir el futuro y tampoco puedo viajar a través del tiempo, sí tengo algunas expectativas y puedo hacer proyecciones educadas.
En primer lugar, los últimos cinco años me han ofrecido la oportunidad de descubrir la realidad del pueblo dominicano, reforzando lazos de amistad y creando otros nuevos. Si Dios quiere, seguiré estando muy cerca de la República Dominicana y de su pueblo, el cual admiro mucho. Hago esa promesa sobre la base de mi confianza en la amistad, mi confianza en la libre empresa, y mi confianza en la economía de este país.
En esta época del año, pero en el año 2011, ustedes verán cómo los principales partidos políticos se preparan para las elecciones presidenciales del 2012. El posible que el presidente de la República se haya enfrentado a sus rivales dentro de su propio partido; la oposición ya estará haciendo campaña. La democracia seguirá viva y será real. Y cada candidato va a tratar de ganarse su voto convenciéndole de que tiene una mejor solución para los problemas que afectan al país.
En el año 2011, la prensa continuará siendo enérgica y sus páginas estarán llenas de los debates de la época, aún si cuando a veces algunas de sus interpretaciones resulten erradas. El Embajador o Embajadora de los Estados Unidos, quienquiera que sea, siempre le ofrecerá declaraciones a los periodistas. En Estados Unidos se sabe que la prensa libre es un canal de comunicación importante y un pilar fundamental de una democracia.
Confío que la economía dominicana seguirá creciendo y creando puestos de trabajo. El gobierno tendrá un sistema estable, justo y transparente en el cobro de impuestos, así como un sistema más eficaz para sancionar la evasión fiscal. Los resultados provenientes del crecimiento y de una correcta administración tributaria aumentarán la inversión en servicios sociales, particularmente en la educación primaria y la salud pública.
En el 2011 la exportación dominicana ya no dependerá de un sistema de zonas francas. Las industrias dirigidas a la exportación habrán crecido considerablemente, beneficiándose de insumos libres de impuestos provenientes de los Estados Unidos y Centroamérica. Gracias al RD-CAFTA, las exportaciones industriales se habrán transformado. Se habrán reducido las tareas simples como el ensamblaje de artículos de vestir, y la orientación será hacia la manufactura de productos especializados que usan tecnología de punta.
También, gracias al RD-CAFTA, los dominicanos tendrán acceso a los productos fabricados en los Estados Unidos, con precios aproximadamente un 20 por ciento inferior a los que pagan hoy. Esto significa rebajas no sólo en equipos industriales, sino también en automóviles, y productos sencillos de uso diario, tales como computadoras, productos ferreteros, y repuestos para automóviles. Los Estados Unidos habrán empezado a exportar productos agrícolas sensibles, como son los cuartos de pollo, el cerdo y el arroz. Sin embargo, debido al plazo de 15 a 20 años de ajuste, dichas industrias agropecuarias seguirán supliendo la mayor parte del mercado nacional. Al mismo tiempo, los empresarios agropecuarios estarán trabajando para canalizar sus recursos y mano de obra hacia sectores más eficientes y productivos. .
La industria turística de la República Dominicana seguirá creciendo. De 3.7 millones de visitantes en el año 2005 y con un ingreso de aproximadamente 3,000 millones de dólares, es posible que para esa fecha el turismo haya duplicado sus ingresos y beneficios. Pero eso dependerá de la seguridad que proviene de una eficaz protección del territorio nacional y del medio ambiente y del control de sus puertos, aeropuertos y fronteras.
Es posible que los Gobiernos dominicanos, con los esfuerzos realizados en la aplicación de las leyes, habrán mejorado considerablemente su puntuación en el “Indice de Percepciones de Corrupción”, así como en otros instrumentos de evaluación internacional. Es posible que en los próximos cinco años el país pueda recibir decenas de millones de dólares en ayuda estadounidense a través de la Cuenta de Desafío del Milenio.
Tengo la esperanza de que las relaciones con el Gobierno de Haití continuarán fortaleciéndose, y que siempre estarán basadas en el respeto mutuo de la soberanía. Espero que las autoridades y el pueblo dominicano se vuelvan más conscientes de la contribución que aporta a este país la mano de obra haitiana.
Espero que el país ya cuente con un cuerpo especializado para monitorear la región fronteriza, y que las fuerzas de seguridad sean entrenadas para asegurar que los extranjeros que residen en este país disfruten de las garantías definidas en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, endosada por la Organización de las Naciones Unidas en 1948.
Específicamente, pienso en:
el derecho, en todas partes, al reconocimiento de su personalidad jurídica (del Artículo 6), y
el derecho del individuo, en condiciones de plena igualdad, a ser oído públicamente y con justicia por un tribunal independiente e imparcial, para la determinación de sus derechos y obligaciones (del Artículo 10).
Dado el hecho de que en la actualidad casi el 20 por ciento de los dominicanos no tienen documentos de ciudadanía, espero y confío que en el 2011 las autoridades hayan mejorado el servicio del registro civil, suministrando los recursos apropiados y asegurándose que los empleados del registro actúen como servidores públicos.
Además, sería muy deseable que para el 2011 las autoridades dominicanas hayan establecido una solución a los problemas administrativos de emisión de los certificados de nacimiento de hijos de extranjeros nacidos en territorio dominicano.
* * *
Para concluir, quisiera expresar mi más sincero agradecimiento a los oficiales, funcionarios y miembros de la Cámara Americana de Comercio Americana. Ustedes se ofrecen como puente entre nuestros dos países, y han desempeñado un papel dinámico en la apertura de un camino hacia el futuro de este país. Han sido generosos conmigo, ofreciéndome a una vez al año su tiempo y atención, permitiéndome compartir con ustedes mis pensamientos sobre las relaciones bilaterales y las realidades contemporáneas. Agradezco muy especialmente el apoyo de esta organización al libre comercio, bajo el liderazgo de Jorge Iván Ramírez, Kevin Manning y de Bill Malamud.
Aprovecho esta oportunidad para decirles que el próximo año partiré de la República Dominicana, en una fecha aún no determinada, para regresar al sector privado. La Casa Blanca trabaja en la actualidad en la selección mi sucesor. Cuando llegue el momento, me dará mucho placer reunirme con esa persona para ofrecerle uno que otro consejo. Pienso que le diré algo así:
“Esta será una de las experiencias más intensas que jamás te puedas imaginar. Confrontarás los mayores retos de tu vida. Como representante del Presidente de los Estados Unidos de América en la República Dominicana, tendrás grandes responsabilidades pero gozarás también de grandes satisfacciones. Entre éstas está la certidumbre de que al preservar un diálogo abierto y honesto con nuestros amigos dominicanos, y si lo haces con mucho respeto y humildad, estarás contribuyendo a promover los intereses vitales y al bienestar de nuestros dos grandes pueblos.”
Por tanto, nuestro encuentro de hoy no constituye una despedida. Celebramos, con un día de anticipación, el tradicional Día de Acción de Gracias, tan importante para nuestras familias y para compartir con amigos. Aprovecho esta ocasión para agradecerles a ustedes, a mi talentoso personal de la Embajada, y a todos los dominicanos y dominicanas - - por estos últimos cinco años, los cuales nunca olvidaré.
Les deseo un Feliz Día de Acción de Gracias a todos. Dios bendiga al pueblo dominicano y Dios bendiga al pueblo de los Estados Unidos de América.
(F I N )
[1] Robert Nisbet, sociólogo, citado por Dinesh D’Souza en What’s Great About America? (Washington DC: Regnery Publishing, 2002), p. 62.
[2] D’Souza, op.cit.
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